COLUMNA EDUCATIVA

NUESTRO COTIDIANO DESASTRE

EL FORTÍN - 1° Época – Pág. 3 - 18-11-1985


Aciertan quienes critican al actual gobierno de no solamente no haber cumplido con sus promesas electorales de mejorar el sistema educativo; sino, por el contrario, de haberlo empeorado hasta límites alarmantes. Lo más indiscutible de todo, aun por los más fanáticos radicales, es que el presupuesto educativo ha descendido a sus niveles históricos más bajos (el 7%) y si a esto se suma que también ha descendido el militar, nos hallamos ahora con que el activismo zurdo se encuentra sin su tradicional bandera de «escuelas y hospitales y menos militares».

Porque no solamente el problema presupuestario que se expresa en sueldos docentes indignos, carencia de edificios y materiales educativos adecuados, etc. es lo grave, sino que ahora arrecia una rebelión estudiantil y una insolencia juvenil que impide a los pobres profesores dar normalmente sus clases; tal como días pasados lo reveló una solicitada publicada en un diario de Buenos Aires por docentes del Otto Krause.

Parece ser que el nuevo ingrediente que se ha agregado ahora a la irrespetuosidad es la pornografía o más bien la exótica y perversa «revolución sexual», promovida desde las esferas mismas del gobierno y que ha dado como resultado que, además de las abundantes revistas de tal género que pululan en quioscos al alcance de todos, niños y adultos, también se editen sugestivas publicaciones desde los novedosos Centros Estudiantiles creados especialmente «para coadyuvar en la tarea educativa». Una de ellas a título de mero ejemplo que habla por sí solo es la que edita el Centro de Estudiantes del Nacional N° 14 de Buenos Aires: se llama «ORGASMO NACIONAL».

Claro que este desorden, asociado también al activismo político, impulsado desde las altas esferas, ha obligado a las autoridades educativas a tomar medidas drásticas, no para sanear la escuela, sino para salir lo mejor posible del marasmo. Para ello no han encontrado mejor medida que acortar en dos semanas el período lectivo; pero, para evitar las críticas de aquellos que afirman que con la Democracia además no se estudia, han camuflado tal resolución con un «curso» especial para aquellos a quienes les fue mal durante el año, eliminando los exámenes de Diciembre. Así se mataban dos pájaros de un tiro; acortando las clases se evitó el aumento del caos y, sustituyendo los exámenes por un «curso», se dio una buena imagen ante los padres de los alumnos, votantes que el tres de Noviembre debían garantizar la mayoría a un gobierno que también «hace cosas» en Educación.

Para otra circunstancia y a la espera de que concluya este pseudo «curso» que únicamente sirve para agregar más tareas a los ya esquilmados y castigados docentes, refutaremos una por una las frivolidades con que se ha pretendido fundamentar tan novedosa resolución.

Nos interesa particularizar ahora este caos en Río Negro pues también aquí se aplicó con asombrosa rapidez la misma medida que en Buenos Aires ... "a pesar del tan mentado federalismo que, como "vemos, solamente existe en cuestiones burocráticas y administrativas. También aquí la decisión se tomó de manera inconsulta ante el cuerpo docente, a pesar de que durante un año entero se lo saturó con el tan mentado verso de la «Democracia»; de que lo que distinguía a un gobierno autoritario de uno «democrático» era que en este último las decisiones en el área educativa no son inconsultas.

Ahora ante esta atropellada medida, casi al finalizar el año, que ha obligado a todos los docentes a modificar las planificaciones, la tónica ha sido lograr de ellos una especie de acto de fe y de autocrítica colectiva. Resulta que los exámenes de Diciembre eran una porquería que no servía para nada; sólo de esta manera se explica su drástica supresión. Así como antes se fue autoritario, o sea malo, sin saberlo, ahora que hemos todos asumido tan nefasta condición, démosnos cuenta de que estuvimos haciendo muchas cosas feas desde hace años, obligando a los pobres chicos, víctimas de un sistema represivo y autoritario, a memorizar un montón en pocos días antes del examen. La única lástima que impide coronar convenientemente esta tragedia (o comedia) es que tales exámenes fueron impuestos bajo anteriores gobiernos radicales. ¿No habrá algún militar represor por allí?


LA REVOLUCION SEXUAL


Pero Río Negro es una Provincia atrasada, aún no ha entrado suficientemente en la onda de los tiempos nuevos, los de la Revolución, que también tiene que ser sexual; porque todo cambia, como está aconteciendo en Buenos Aires, gracias a lo cual pudo de rebote lograrse la supresión de los exámenes de Diciembre. Resulta que nuestros jóvenes son todavía unos chiquilines atrasados ... que no se animan aun a desprenderse de caducas nociones que les enseñaron en la casa.

Para operar este «sustancial cambio» es que se ha puesto en práctica un operativo de «concientización», impulsado por la revista del Consejo Provincial de Educación, la ya mencionada subversiva y deletérea PUERTA ABIERTA.

En un artículo titulado «Educación sexual» la Licenciada (otra más) María Luisa Lerer nos explica la nueva visión que hay que tener sobre el sexo.

Glosando pasajes de tan pseudocientífico artículo, inspirado en viñetas extraídas de la sentinosa revista Humor, mentor obligado de los nuevos «intelectuales» izquierdistas, vemos cómo allí se extraen las siguientes peligrosas y prejuiciosas conclusiones.

La primera de ellas es afirmar que el móvil del educador en tan delicado y fundamental problema no es el de que los educandos alcancen a percibir la función principal de la sexualidad como el vehículo a través del cual el hombre realiza el fin esencial de la familia, esto es la reproducción de la especie, sino el de una mera «fuerza potencial para ser ejercida» cuya «salud…. implica (alcanzar) un estado de plenitud», lo cual significaría admitir por ejemplo relaciones extramatrimoniales, pues al ser la mera búsqueda del placer o «plenitud» lo principal, el sexo pasa a convertirse en un fin y no en un medio de algo ulterior.

La segunda es que lo principal para el hombre no es realizar el bien moral personal o social, sino «la libertad como aspiración mayor de toda persona»; por lo tanto, todo lo que a ésta se le ocurra hacer en función de alcanzar esa plenitud sexual está bien y debe permitirse. No hay que decirle al joven lo «que debe hacerse o no hacerse» en tal campo, sino que cada uno encuentra por sí mismo «las respuestas más adecuadas», llamándose a esto «responsabilidad» o «elección responsable». En pocas palabras no está mal el homosexualismo, el pansexualismo o cualquier otra aberración que se cometa, en la medida en que ello ha sido hecho libremente, o sea con responsabilidad.

Más aun, el homosexualismo no es más una aberración pues, al ser lo principal del sexo alcanzar la plenitud, la misma puede ser hallada también con tales conductas antinaturales. Por ende, todo está permitido, droga, divorcio, aborto, etc. en la medida en que no hay una sola ética, la verdadera, la que inspira a todas nuestras instituciones, sino que hay un «pluralismo ético», o sea muchas morales, muchas verdades, todas con la misma validez y a las que hay que tolerar y respetar.

Por lo tanto, si un maestro descubre que una alumna practica voluntaria y ‘responsablemente’ la prostitución, como «reconocimiento al pluralismo ético que existe en toda sociedad (?), debe respetar la autodeterminación (de su alumna prostituta) y no intentar imponerle valores y normas de conducta». Lo principal no es pues la verdad, sino la libertad. Se ha invertido diabólicamente el Evangelio: no es la verdad lo que nos hace libres, sino la libertad lo que nos hace verdaderos.

Sólo resta que los docentes abran los ojos, el problema no es la Licenciada Lerer u otros, el sistema es el que está corrompido.