La subversión a través de la Ciencia Ficción

 



Como ampliación al texto anterior (La Civilización que niega su esencia no tiene porvenir) consideramos oportuno ejemplificar esa búsqueda de sucedáneos del hombre contemporáneo que le genera el vacío interior al encontrarse inmerso en una civilización que le niega/ignora casi por completo su dimensión espiritual y el desarrollo de la misma.

Uno de esos productos sucedáneos es el género de la ciencia ficción. Surgida en el S. XIX, se fue volviendo cada vez mas popular con cantidad de novelas escritas de manera creciente año con año, y con la llegada del cine primero y la televisión después, el género se volvió un fenómeno cultural de alcance mundial desde mediados del S. XX, con todo tipo de subgéneros y variantes que consumen mucho del tiempo de las personas, incluidos los famosos videojuegos, en conjunto, toda una industria de entretenimiento.

La Ciencia Ficción siempre ha sido percibida y entendida por la inmensa mayoría de la gente, primero como una forma de diversión totalmente inocua, y en segundo lugar, una forma ingeniosa de mostrar problemas contemporáneos situándolos en un hipotético futuro, con posibles soluciones sin hacer referencias directas a aquellos que podrían sentirse aludidos.

Si se pone mas atención a la ciencia ficción, en especial la que es llevada al cine, a la televisión y los videojuegos que es donde tiene mayor difusión e impacto, se podrán observar algunas características inquietantes.

Primero, hay dos grandes ramas en las que siempre se divide la ciencia ficción, aquellos relatos que muestran un futuro postapocalíptico, ya sea como resultado de una guerra atómica, desastres naturales asombrosos, pandemias o extraterrestres malos que nos atacan, entre otras variantes de lo mismo. La otra gran rama es la opuesta, los relatos son positivos, mostrando un futuro brillante de grandes avances científico-tecnológicos, que logran evitar esos futuros postapocalípticos, o muchos mas optimistas, donde no hay hambre, ni pobreza, incluso la humanidad se dedica a colonizar planetas en diferentes partes de la galaxia, todo en apariencia muy atractivo y benéfico. En ambas ramas antes descritas, un recurso muy utilizado es el de viajar en el tiempo, una de las absurdidades mas utilizadas por el género, pero que dice mucho de lo fragmentada y caótica que es la mente contemporánea.

A primera vista, algunos dirán, que es lo que debe hacer la ciencia ficción, por un lado, mostrar los peligros que pueden hacerse realidad si se abusa de ciertas cosas, como la explotación de la naturaleza, uso de armas, experimentos médicos extremos, y cosas parecidas; y por el otro, todo lo que se puede lograr si se hace uso de todo ese conocimiento científico tecnológico de manera prudente y en beneficio de todos.

La cuestión es que hay que leer entre líneas lo que en cualquiera de esos escenarios nos están transmitiendo, que en ambos casos, son mensajes subliminales altamente subversivos y destructivos, solo que desde puntos de vista aparentemente opuestos.





En la rama que muestra esos futuros postapocalípticos, lo que se ataca frontalmente es la esperanza. El futuro mostrado apenas significa sobrevivir como poco mas que animales, así que, el presente deja de tener sentido. Esto ataca directamente y de forma ingeniosa, el querer construirse un proyecto de vida de largo plazo en cualquier modo que sea válidamente humano.

Este tipo de escenarios ficticios alimentan el impulso, ya de por si descontrolado, de vivir al máximo el presente con toda clase de experiencias extremas y placenteras, sin importar las consecuencias, lo que en cierto modo propicia futuros parecidos, pues solo fomentan un individualismo irracional y salvaje.

La otra rama, la que muestra escenarios futuros optimistas y prósperos, son un poco mas complicados de descifrar en su mensaje subversivo. Todos esos escenarios futuros tienen un denominador común: En esos futuros maravillosos no hay ninguna religión, siempre se omite ese aspecto o se hace tan trivial y secundario que de hecho, es irrelevante e incluso repulsivo.

En esos futuros super asépticos y tecnificados, el ser humano ha logrado ser tan sabio y avanzado que no necesita creencias y convicciones extra mundanas, llamadas religiones que solo servían (en el pasado) para favorecer a unos pocos y controlar a la gente ignorante y vivir a sus costillas. Se puede ser feliz y realizarse totalmente en el mundo sensible y nada mas. Ese es el mensaje de fondo.

Lo mas llamativo es que la ciencia ficción siempre muestra ambos futuros posibles, excluyentes y contradictorios, lo que hace difícil para el público no saber cual pueda llegar a ser realidad, provocando una cierta inmovilidad e incertidumbre mental que, de hecho, los dejan a merced de recibir sin defensa alguna, todas esas influencias negativas, disminuyendo de forma muy significativa, cualquier posible respuesta defensiva en el presente, el único que existe y el único que cuenta, haciéndose mas fáciles de ser manipulados a través de cualquier tipo de propaganda.

Como ejemplo, nos referiremos a aquella película que mostraba a una humanidad convertida en baterías para las máquinas que lo controlaban todo, y que cierto grupo de resistencia ofrecía a algunos la posibilidad de elegir entre una pastilla azul o una roja. Es una de las películas mas siniestras que se hayan hecho. Queda dentro de la primera rama, las postapocalípticas, y mas allá de mostrar un futuro nefasto donde las máquinas no solo dominan a la humanidad, que es cultivada como baterías, ese no es el aspecto mas grave mostrado en la película. Lo verdaderamente grave es que, quienes “despiertan a la realidad”, tomando la famosa pastilla roja, descubren que esta es tan terrible y desoladora, que muchos prefieren volver al estado previo, es decir, dormidos viviendo un sueño de realidad virtual controlado por las máquinas, viviendo vidas oníricas comunes y corrientes sin mayores pretensiones, confinados a una incubadora.

Esto es un ataque frontal contra todas las disciplinas religiosas que, como el budismo por ejemplo, buscan el Nirvana, o el Hinduismo, el Moksha, la liberación; sin mencionar que la película también reduce al absurdo, la búsqueda de la salvación, pues lo mejor es no intentar saber nada, porque al final, al morir, no hay nada. La frase cumbre de la película es: “la ignorancia es una bendición”.

Otro aspecto que debe mencionarse es la curiosa retroalimentación delirante que hay entre la Ciencia Ficción y la Ciencia moderna, en cosas como por ejemplo, las futuras misiones que planean algunas agencias espaciales para regresar a la Luna para colonizarla y luego ir a Marte, terraformarlo y también colonizarlo, cuando la humanidad actual ni siquiera es capaz de cuidar debidamente la Tierra, el único hogar que tenemos.



Así que cuando vea una película o serie o lea una novela de ciencia ficción, no se quede en el relato superficial, hay que ver qué segunda intención tiene, y descubrirá que no es solo pasar un rato entretenido, sino plantarle ideas y conceptos que atacan la esencia misma del ser humano para ser suplantada por todo tipo de futuros artificiales y absurdos que tienen que ver mas con los planes de una industria enorme con productores y directores que rechazan todo rastro de Tradición, Principios y Valores de lo Alto.

Aquí solo explicamos las intenciones y efectos negativos de la ciencia ficción, pero hay muchos otros, como todas las expresiones pseudo artísticas altamente corrosivas surgidas desde inicios del S. XX, entre muchas otras mas directas y también mas dañinas; y todas están al alcance de la mano, y por ello hay que estar muy atentos para no dejarse atrapar por ninguna de ellas.



Francisco Galarza

Septiembre de 2022.