FRENTE AL ACTUAL CONFLICTO BÉLICO.


NI INDIVIDUO NI COLECTIVIDAD: PERSONA



Niños ucranianos deportados para repoblar Rusia


Los principales ideólogos defensores de la invasión rusa a Ucrania, sostienen que de lo que aquí se trata es de la guerra en contra del liberalismo, el cual se ha convertido para ellos en el enemigo principal que hay que combatir, no habiendo otro igual y siendo el régimen ruso, ahora en apariencias ya no más comunista, la alternativa viable en contra del mismo puesto que sería un defensor del orden tradicional y antimoderno, llevando incluso con tales argumentaciones a la confusión entre las filas de muchos evolianos, comprendiendo por tales a quienes se reputan como contrarios a la modernidad y a su secuela última que es la postmodernidad. Y a su vez, basándose en autores pertenecientes a la escuela de la geopolítica, manifiestan que la guerra actual es un conflicto entre dos civilizaciones antitéticas que serían la de la mar, representada principalmente por los EEUU contra la de la tierra cuyo eje sería Eurasia en donde opera Rusia como motor central, pero que admitiría también la adhesión de individuos de diferentes latitudes. La civilización del mar tendría como modelo histórico a Cartago y la de la tierra a Roma, por lo cual no sería un despropósito decir que Rusia es hoy en día la tercera Roma, habiendo sido la primera la del imperio romano, la segunda la del papado medieval y la tercera la representada por Rusia, la cual significaría el último intento por restaurar un orden tradicional en el planeta frente al espíritu anárquico y meramente mercantil. Al respecto el Sr. Dugin que es el principal ideólogo de esta vertiente, sostiene que el impulso teóforo de Rusia fue detenido en el siglo XVII cuando el zarismo se modernizó con Pedro el grande y que al respecto la revolución rusa de 1917, que muchos descartan por ignorancia, habría sido un intento fallido por restaurar la antigua tradición habiendo sido su obstáculo principal el haber asumido el marxismo como ideología que es una concepción moderna y materialista, cosa que sin embargo se habría moderado con la presencia de Stalin en el poder que alcanzó a limarlo de sus resabios iluministas y modernos al deshacerse de Trotsky y al asumir ciertas formas de religión ortodoxa por lo que abandonó otro resabio del marxismo que reputaba a tal expresión cultural como un opio para el pueblo. En pocas palabras mientras que EEUU, en tanto continuidad de la antigua Cartago, representa a la civilización del mar y se caracteriza por el desarraigo y por la satisfacción de egoísmos materiales por lo cual su ideología es el liberalismo, Rusia, en tanto representación de la tercera Roma, es por el contrario sinónimo de arraigo, de apego a la tierra y de primacía de lo comunitario por sobre el mero individuo representado por sus egoísmos particulares.


A tal respecto y contradiciendo tal punto de vista digamos lo siguiente: que lo que contrasta a la modernidad con la tradición no es meramente si el eje de un conflicto está puesto en la tierra o en el mar, en el individuo o en la comunidad, es decir en el plano de los meros intereses, sino por el contrario en las metas que separan entre sí a los seres humanos. Y al respecto antes mismo de Julius Evola, pensador que el Sr. Dugin ha pretendido apropiarse para sus fines, del mismo modo que el comunismo antes lo hiciera con Marx, fue San Agustín quien en su obra La Ciudad de Dios contrastó entre dos tipos de humanidades y por lo tanto dos ciudades o civilizaciones antitéticas. 1) La de la hombre o meramente humana (que a nuestro entender por igual incluye también a lo que los geopolíticos califican como el mar o la tierra) y 2) la de Dios. En el primer caso el eje está puesto en la simple vida, en el interés sea del hombre comprendido como individuo aislado, cuya instancia extrema es el anarquismo, siendo el liberalismo una expresión moderada del mismo, o de la comunidad comprendida como la instancia de lo colectivo, de lo cual el marxismo es apenas una expresión, pero que puede incluso asumir formas religiosas, siendo en tal caso tal institución una mera estructura puesta al servicio del Estado totalitario. Para la misma el individuo representa apenas un átomo al servicio de lo colectivo representado por el Estado que, en función de ello, puede asumir las más dispares connotaciones ideológicas, sea la del mero marxismo en cuanto representación de los intereses históricos del proletariado como del renovado eurasianismo del Sr. Putin para el cual, del mismo modo que su antecesor Stalin, todo queda justificado en aras de satisfacer las necesidades históricas de Rusia.


A tal respecto la reciente condena y pedido de captura internacional lanzado contra el déspota ruso por el execrable crimen de rapto de niños ucranianos es un signo claro de la ideología totalitaria y colectivista que lo informa. Rusia padece por diferentes razones una crisis incalculable de decrecimiento poblacional por la cual se calcula que o por la guerra, la pandemia, la crisis moral o directamente por la fuga al exterior de sus habitantes dicho país pierde cerca de 3 millones de habitantes por año*. Por tal motivo la captura y rapto de niños con la excusa de sustraerlos al peligro bélico, y que nunca son luego devueltos a sus padres es un intento colectivista de cubrir dicho déficit poblacional siendo por lo tanto una expresión más de ese espíritu moderno expresado en su peor manifestación**.


Síntesis final


El pensamiento tradicional cuyo principal representante se encuentra en Julius Evola y que tiene como antecedente al filósofo cristiano San Agustín considera que el contraste entre las civilizaciones no es entre distintas formas culturales o geográficas, sino que se centra en la diferencia esencial que existe entre dos tipos de hombre. Por un lado los que han puesto como fin principal de la existencia los meros fenómenos vitales, el plano de lo simplemente inmanente, y por el otro aquellos que han tomado a la vida como un tránsito en función de un fin superior, el más allá o la supravida. Y que la función del Estado consiste no en asimilar al hombre a una determinada comunidad humana reputándolo como una simple parte de un todo, como sostiene el colectivismo en sus dos formas, la marxista y la euroasiática, ni tampoco como un mero reaseguro de las libertades individuales en su despliegue ilimitado y absoluto, el Estado gendarme del liberalismo. Mientras que para el primero la meta es la colectividad en la cual incluye al hombre como una parte comprendida en un todo al que se debe sin más subordinar, y para el segundo es el mero individuo cuyo libre despliegue ilimitado permitiría la realización de la humanidad toda, para el pensamiento tradicional en cambio la meta es la persona es decir una instancia que trasciende sea al individuo como a la comunidad, pues es el hombre abierto hacia una esfera superior que es la trascendencia. Y a tal respecto la función principal del Estado consiste en la apertura en el hombre de tal dimensión superior logrando a través de la educación la segunda parición posterior a la meramente biológica que es la de carácter espiritual y eterno.


Es desde tal perspectiva, en tanto nos hallamos en un mundo capturado por la concepción moderna en sus dos expresiones en lo esencial por igual deletéreas y destructivas de la humanidad verdadera, que en este conflicto bélico actual que hoy existe entre liberales y colectivistas que nosotros por conveniencia táctica preferimos el triunfo de los primeros en tanto que nos permiten utilizar esa misma libertad negada por el colectivismo, la que para el liberal significa hedonismo y libertinaje pero para nosotros en cambio es un camino adecuado para constituir una oposición verdadera al orden moderno.



* Es dable señalar al respecto que la lucha que el régimen ruso ha emprendido en contra de los homosexuales, parecida a su vez a la que también emprendiera Stalin, no se debe tanto a una cuestión de carácter metafísico o moral, sino a tal circunstancia demográfica, debido a que como es sabido por todos los homosexuales no se reproducen.

** Es de destacar que tales planes de deportaciones obligatorias de personas ya fueron en su momento efectuados también por Stalin cuando desplazó de sus lugares originarios a millones de personas muchas de ellas trasladadas a Siberia 'para colonizar'.



Marcos Ghio


20 de marzo de 2023.