EL PEZ SE PUDRE POR LA CABEZA

Indignación por un video del Dalai Lama en el que besa a un chico y le pide que le chupe la lengua

 

Que el representante de una de las principales religiones hoy existentes incurra en degeneraciones tales como besar a un niño en la boca haciéndole succionar su lengua es un signo de los tiempos terminales en los que nos encontramos pues la religión, es decir la acción que religa a Dios o a lo sagrado, es lo más elevado que existe en la naturaleza por lo cual si la misma decae en sus representantes la consecuencia es un derrumbe mayor y generalizado en el contexto de la sociedad. Pero más grave aun resultan las explicaciones que el aludido representante ha dado respecto de sus degeneraciones. Estaba bromeando, fueron sus palabras. El ciclo se cierra.