Elecciones peruanas
BRADEN Y CHÁVEZ

 

La reciente intervención del venezolano Chávez en las elecciones peruanas denostando al candidato Alan García, adversario de su pretendidamente favorito, Ollanta Humala, ha llamado a una multiplicidad de suspicacias.
La principal de ellas ha sido reconocer el hecho de que si Chávez no se hubiese entrometido de manera prepotente e intempestiva en la política interna del Perú, muy seguramente Humala hubiera sido el vencedor, pues ¿quien daba alguna moneda por el corrupto Alan García, gestor de un verdadero fracaso político de ineptitud y responsable principal de la estrepitosa caída del principal partido peruano, el APRA? Sin embargo, a pesar de ello, aconteció que el sentimeinto nacionalista, tan arraigado en nuestras comunidades, hizo en modo tal de que se prefiriese a un corrupto antes que a un eventual pelele de un gobernante extranjero. Tal fenómeno nos hace recordar el caso sonado del embajador Braden en la República Argentina en el año 1946. En ese entonces se enfrentaban electoralmente Perón, un líder militar con escasas posiblidades de éxito, y frente a él un conglomerado de todos los restantes partidos que representaban el espectro de las fuerzas ideológicas que habían salido victoriosas en la Segunda Gran Guerra. Sin embargo aquí también la torpeza de un representante extranjero, el embajador Braden de los Estados Unidos, que asumió abiertamente la causa de su adversario denostándolo a Perón, hizo que por contraposición, tal como en el mentado caso de Alan García en Perú, la población votara masivamente por aquel. En ese entonces se reflexionó respecto de si la acción del embajador Braden no había sido premeditada y si a los Estados Unidos, a pesar de lo que podía pensarse en contrario, no les convenía el triunfo de Perón en la Argentina, tema éste que hemos desarrollado en otro artículo en el que relatamos la confesión de un ex secretario de Estado norteamericano que así lo corroboraba. Ante lo cual cabría formularse también la siguiente pregunta: ¿La torpeza del comandante Chávez, que le hizo perder las elecciones al candidato Humala, ha sido algo atribuible a su inexperiencia, a su carácter exaltado y poco reflexivo, o ha sido en cambio una acto premeditado? Y en tal caso ¿cuáles podrían haber sido las razones por las cuales no quería que un candidato que como él se proclamaba "nacionalista" ganase las elecciones y en cambio prefería que ello sucediese con Alan García, quien representaba a esa partidocracia corrupta que él dice combatir? Digamos al respecto que en la actualidad se ha equiparado en forma simplificada en un solo bloque al movimiento representado por Chávez en Venezuela con el de Morales en Bolivia, el de Castro en Cuba y el del fallido Humala en Perú. Sin embargo aquí habría que resaltar ciertas diferencias sustanciales de carácter ideológico que existen entre ellos. Mientras que Chávez y Castro reprsentan un movimiento sustentado en ideologías de origen occidental. En el caso de este último  el marxismo, y en Chávez el pensamiento de Bolivar, Humala y Morales, en forma sumamente contradictoria, agregan un elemento diferente que es el indigenismo y en el caso del primero hallamos una específica reivindicación del incario, esto es de la tradición del Imperio Inca del Perú. Estos fenómenos son sumamente contradictorios respecto de los anteriores. Si bien pueden compartir un rechazo generalizado hacia los Estados Unidos, no todos ellos se encuentran enfrentados con el espíritu moderno y capitalista que informa a tal nación y a la Comunidad Europea. Recordemos al respecto que Bolivar en el siglo XIX sostenía en su famosa "Carta de Jamaica" que "a Europa le convenía  la independencia sudamericana... pues es un medio para conseguir bases comerciales de este lado del océano", Chávez recrea el mismo espíritu gestando un intensísimo comercio con tales países y principalmente siendo el surtidor necesario de petróleo para Norteamérica en un momento en el cual la red Al Qaeda le impide a tal país proveerse de tal indispensable producto destruyendo los pozos de Irak, cuya posesión fuera la causa principal de la invasión de diocho territorio. Y ello sucede en el mismo momento  en que Irán amenaza también con suspender sus ventas de petróleo si no se le acepta su desarrollo nuclear. La mentalidad bolivariana, enmarcada hoy en día en la filosofía que informa ese verdadero engendro capitalista que es el Mercosur, consiste no en negar al sistema sino en competir por dentro del mismo. No rechaza a los Estados Unidos en su espíritu, sino que pretende ser como él. Muy diferentes son en cambio los principios que informaran al imperio incaico,  para el cual el oro, no era un instrumento de intercambio y de riqueza, como hoy podría serlo el dólar o el euro que Chávez acumula, sino un medio de veneración a los dioses y los bienes económicos que no se consumían se acumulaban no para ser vendidos en el mercado externo, sino para que la población no pasara hambre en épocas de crisis. Es decir que no era la acumulación de capital el móvil de la economía, en tanto que dicho sistema desconocía el capitalismo y se encontraba más próximo del espíritu medieval que del marxismo de Fidel Castro o del bolivarismo de Chávez. De la misma manera que tampoco practicaba la "democracia" en ninguna de sus variantes, pues el régimen incaico era estrictamente de castas. Se comprende también que en el pasado el principal enemigo que tuvo el liberal y masón Bolivar fueron los aborígenes que lo enfrentaron duramente en la famosa Legión Infernal.
No sería de extrañar entonces que ante el temor de un fundamentalismo incaico de carácter abiertamente anticapitalista, en ciernes en los movimientos de Bolivia y de Perú, hicieran prevenir a Chávez del peligro y tratara entonces de coartar las posibilidades de Humala con su pretendida "torpeza".

Buenos Aires, 3-6-06