MARXISMO-LENINISMO Y FUNDAMENTALISMO ISLÁMICO

 

Debido a los permanentes piropos que se han lanzado recíprocamente el premier iraní Ahmadineyad por un lado y Fidel Castro y Hugo Chávez por el otro, ha habido un intento por querer poner en un plano similar a las dos revoluciones que han acontecido en los últimos tiempos: la marxista-leninista, de la cual hoy se cumplen 70 años y la fundamentalista que fuera inaugurada en 1979 por el lado del islamismo chiíta. Por supuesto que en tales ensalzamientos y pretendidas asimilaciones no se dice absolutamente nada del otro fundamentalismo de corte sunnita motorizado mundialmente a través del atentado del 11S. Ello se debe a la circunstancia de que este segundo fundamentalismo lleva a un plano más radical las consecuencias que se encuentran latentes en tal movimiento, poniendo así en clara evidencia que, mientras que el marxismo representa una estereotipación y continuidad de lo que formula el capitalismo burgués, el fundamentalismo es en cambio su antítesis absoluta. Y ello puede percibirse contrastando sus consignas fundamentales.

  1. Marxismo y capitalismo promueven por distintos medios la democracia en el mundo, ambos creen por igual en el dogma de la soberanía popular impuesto por la Revolución Francesa. El fundamentalismo islámico en cambio sostiene el califato, es decir la unidad indisoluble entre el poder político y el religioso, concibiéndose a la soberanía como proveniente de Dios.

  2. Marxismo y capitalismo promueven la economía, a través de sus dos principales manifestaciones la producción y el consumo, como el destino obligado de las personas discrepando tan sólo en los medios para obtener tal panacea. Mientras que el capitalismo cree en la iniciativa privada, la que por una armoniosa armonía preestablecida obtendría un estado de Jauja universal, el marxismo cree en cambio en una economía planificada para llegar a la misma meta. El fundamentalismo considera en vez que lo esencial en el hombre es su dimensión divina y que es tan sólo en función de la misma que la economía se encuentra subordinada. La consecuencia de una sociedad de tal tipo es aquella en la que se practiquen virtudes esenciales que son lo opuesto exacto del consumismo y la lujuria propia del orden moderno, tales como la frugalidad y el ascetismo.

  3. Marxismo y capitalismo, como dos verdaderos hermanos gemelos, creen en el dogma religioso de la igualdad y consideran que si ésta no existe actualmente es a causa de las “injusticias sociales” o de la carencia de la “educación del pueblo”. Opina que educando o distribuyendo mejor las riquezas y eliminando toda “discriminación” será posible alcanzar una sociedad totalmente igualitaria en la que “todos tengan los mismos derechos”. Como praxis pedagógica propia de tal igualitarismo que quiere implantarse en forma coercitiva a todo el mundo ha instituido el sufragio universal en donde todos somos iguales en tanto valemos por igual un voto, desde un genio hasta un borracho, desde un sabio hasta un analfabeto, desde un santo hasta un delincuente, etc. Como una de las consecuencias principales de tal igualitarismo contrario a toda naturaleza y sentido común hoy tenemos el feminismo que consiste, en función de tal dogma, en la degradación de la mujer a la que se le amputa de su especificidad, al considerársela una “injusticia”, para igualarla con el hombre. Tenemos así varios “logros” de los últimos tiempos tales como la “mujer policía”, la “mujer barrendero”, la “mujer boxeador” y hasta la “mujer presidenta” (sic). Obviamente que tales “conquistas” igualitarias son realizadas en detrimento de la verdadera naturaleza de la mujer, expresada en su función de madre, educadora y ama de casa. En antítesis exacta con lo que las dos ideologías gemelas antes mentadas tanto pregonan, el fundamentalismo sostiene la necesidad irreversible de que la mujer retorne al hogar y abandone el mundo del trabajo, el cual debe ser desempeñado prioritariamente por el hombre. Esto repercutiría sanamente también en la economía. De cumplirse con tal meta los sueldos del esposo deberían ser suficientes para mantener a la familia entera, se reduciría en al menos un 50% la oferta laboral, por lo tanto menos producción y menos consumos superfluos, menos contaminación del medio ambiente, etc.

  4. La diferencia fundamental. Mientras que capitalismo y marxismo han puesto como eje principal de la propia existencia esta vida biológica de pocos instantes y perecedera, el fundamentalismo considera esta existencia como una prueba para alcanzar la eternidad. De allí la jihad o guerra santa para conquistar el cielo. El moderno en cambio, en tanto es ciego hacia la dimensión de lo eterno, se siente aterrorizado ante la irreversibilidad de la muerte, lo que trata de olvidar a través de una serie interminable de alucinógenos, tales como las drogas, las músicas electrónicas, y todos los chiches tecnológicos que lo entretienen y le permiten evadir de su propio vacío existencial.

Tal como vemos marxismo y fundamentalismo son como el agua y el aceite. Pero en nuestro país el piquetero D’Elía, la madre Hebe de Bonafini y tantos otros marxistas vernáculos no opinan lo mismo y han llegado a efectuar alabanzas de la revolución iraní. Otros en cambio, desde un terreno aparentemente opuesto y pretendidamente de “derecha” han terminado opinando lo mismo que ellos al condenar el “terrorismo fundamentalista” equiparándolo con el marxista, cuando los dos son diametralmente antagónicos. El primero es para hundir de manera más rápida y profunda a la humanidad en la ciénaga del mundo moderno, el segundo en cambio es para rectificar el rumbo emprendido. Pero como hay personas que para entender algo tienen que darse de narices con una pared, veamos lo que le pasó a la hija del Che Guevara cuando quiso comprobar las semejanzas entre la revolución de su papá y la que inaugurara el ayatollah Khomeini, durante una reciente visita efectuada a la ciudad de Teherán.


Walter Preziosi
    7-11-07
 

El Che y Chamran no se mezclan

 

Una particular conferencia en Irán con motivo de los 40 años del asesinato del guerrillero argentino-cubano, Ernesto Che Guevara, el 9 de octubre de 1967, derivó en un rotundo fiasco.


Un intento de atraer a los hijos del guerrillero argentino-cubano Ernesto Che Guevara, para establecer un paralelo entre la Revolución Islámica en Irán y las revoluciones socialistas en América Latina terminó en un completo fracaso. La conferencia "El Che como Charran", celebrada en Teherán entre el 25 y el 29 de septiembre, fue suspendida luego de que Aleida Guevara, hija del guerrillero asesinado en Bolivia en 1967, protestó desde el podio contra lo que consideró distorsiones de la ideología de su padre por parte del primer orador iraní, Haj Saeed Ghasemi. Los invitados latinoamericanos se retiraron sorpresivamente del encuentro.

El título de la conferencia procuraba establecer desde un comienzo una similitud entre el Che y el dirigente revolucionario islamista iraní Mostafa Chamran, quien organizó y lideró guerrillas en diversos países musulmanes. Chamran, ingeniero educado en Estados Unidos, ayudó al imán chiita Mousa Sadr a fundar el Movimiento Amal, en el sur de Líbano, en cuyas filas peleó a fines de 1970.

Designado por el ayatolá Jomeini, el entonces líder supremo iraní, como ministro de Defensa de la recién nacida República Islámica en 1979, Chamran organizó y lideró fuerzas paramilitares durante la primera fase de la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), muriendo en batalla en 1981.

"Nos sentimos responsables por toda la humanidad. La unidad es de especial importancia para nosotros. La razón para establecer relaciones entre nuestro grupo de estudiantes y los hijos del Che Guevara y los países latinoamericanos es lo que tenemos en común", explicó el secretario del Movimiento Estudiantil Pro-Justicia (PJSM), Morteza Firoozabadi, a la agencia de noticias iraní ISNA.

"Nunca tenemos miedo a la muerte, y eso es a lo que los estadunidenses le temen más. No pueden acusarnos simplemente citando cosas como el terrorismo, buscando la guerra o violando los derechos humanos. Nosotros sólo buscamos liberar a los oprimidos y restaurar los derechos de todas las personas del mundo. Por lo tanto, no reconocemos fronteras y no nos preocupan los nombres que los estadunidenses usen para esto", añadió.

Organizada por estudiantes de la Universidad de Teherán, a la conferencia asistieron en su mayoría alumnos de otras universidades, así como líderes de grupos estudiantiles de línea dura como el PJSM, que apoya firmemente las políticas del presidente Mahmud Ahmadineyad. Estos grupos organizan con frecuencia manifestaciones contra EU y otros países occidentales.

Ghasemi, vinculado con los Esteshhadiyun (voluntarios para ataques suicidas), fue el principal responsable del fracaso de la conferencia. Al referirse a la versión traducida de un libro sobre el Che que llevaba en su mano, dijo que el revolucionario argentino-cubano era religioso y creía en Dios. "La población de Cuba, Fidel Castro y el Che Guevara nunca fueron socialistas o comunistas. Fidel admitió varias veces que él, el Che y el pueblo de Cuba odiaban a los soviéticos por todo lo que habían hecho", afirmó.

"El comunismo ha sido lanzado en la papelera de la historia como predijo el ayatolá Jomeini", dijo Ghasemi en la conferencia, y añadió que la única forma de salvar el mundo era a través de un "movimiento religioso y pro-justicia". Pero Aleida Guevara, hablando "en nombre del pueblo de Cuba", respondió indignada en su discurso a las afirmaciones de Ghasemi. "Somos una nación socialista", señaló, y subrayó que el pueblo cubano está agradecido con la ahora desaparecida Unión Soviética, y que nunca hubo desacuerdos entre Moscú y La Habana, como sugirió Ghasemi. Guevara le aconsejó al iraní "acudir siempre a las fuentes originales y no a traducciones que se pueden encontrar sobre las creencias del Che". "Mi padre nunca habló de Dios. Nunca conoció a Dios. Mi padre sabía que no había una verdad absoluta", añadió.

La cobertura de su discurso por parte de las agencias de noticias estatales como ISNA fue breve, y muchas excluyeron las críticas que hizo a Ghasemi. En una reunión posterior con estudiantes de la Universidad de Tecnología Amir Kabir, donde los grupos izquierdistas son particularmente fuertes, Camilo Guevara, también hijo del guerrillero, respaldó lo que su hermana había dicho en la conferencia, informó ISNA.

El otro orador principal en la conferencia, Mehdi Chamran, hermano de Mostafa Chamran y presidente del Concejo de la Ciudad de Teherán, evitó referirse al Che Guevara o a su ideología. "La promoción del presidente Ahmadineyad de vínculos más estrechos con algunos países latinoamericanos como Venezuela, Cuba y Bolivia requerían algún tipo de identificación de este tipo de ideas islamistas militantes con las de los izquierdistas en América Latina", dijo a la prensa una estudiante de izquierda de la Universidad Amir Kabir que prefirió permanecer en el anonimato. "Ahmadineyad ha visitado varios países latinoamericanos durante los últimos dos años. También trajo aquí al presidente venezolano, Hugo Chávez y al nicaragüense, Daniel Ortega. Pero creer en el socialismo es considerado un delito en el Estado islámico, que se castiga con la muerte", agregó.

"Ortega y otros líderes izquierdistas deben aclarar cuál es su posición sobre sus relaciones con Irán. Nos sentimos traicionados cuando, por el beneficio económico de sus países, deciden apoyar a extremistas de derecha y fascistas como Ahmadineyad", dijo.

Tras el discurso de Aleida Guevara, los organizadores fueron criticados por sus propios camaradas. "Es loable recordar al Che Guevara como figura revolucionaria. Pero nosotros somos musulmanes y él no. La diferencia siempre permanecerá", dijo a ISNA el líder de la Milicia Estudiantil de la Universidad de Shahed, Mohammad Sedaghat.

"Chamran era un revolucionario chiita musulmán, en tanto que el Che Guevara era totalmente ateo. Lo único que tenían en común era su espíritu de lucha contra la injusticia. Para elegir amigos debemos tener otro criterio, como escoger a los que aman a Dios, más que a los que odian a EU", opinó.

Por su parte, el activista estudiantil reformista Mohammad Jaffar Irani, dijo a ISNA que el mismo grupo que organizó la conferencia siempre había considerado al Che Guevara un ateo. "Los organizadores del encuentro eran partidarios de la línea dura de Ahmadineyad que no tienen nada en común con los izquierdistas, ni siquiera con los izquierdistas islámicos de los comienzos de la revolución. Ahmadineyad, de hecho, tiene mucho en común con el presidente [estadunidense George W.] Bush, aunque pueda sonar muy izquierdista", dijo a un analista de Teherán que prefirió no dar su nombre.