GUERRA DE CIVILIZACIONES
SEMANA DEL 23-10 AL 30-10
PAKISTÁN: UN NUEVO LÍDER FUNDAMENTALISTA

Pakistani Taliban leader killed in US-Afghan airstrike – officials – The  Irish Times

Qazi Fazlullah es el nuevo dolor de cabeza para los norteamericanos en Pakistán, reputado como principal obstáculo para la “pacificación” luego del feroz atentado cometido contra la dirigente pronorteamericana Benazir Butto recientemente llegada a su país luego de haber sido expulsada por corrupta hace siete años. Para poner freno a la violencia desatada el gobierno de EEUU le ha dado una expresa indicación a su principal emisario en Pakistán, el general Pervez Musharraf, para que lo elimine en tanto se lo reputa como uno de los principales responsables de la “bienvenida” que se le diera a su entrañable colaboradora Butto, la que se salvara por milagro de perder la vida, muriendo en el atentado kamikaze 139 de sus más fieles seguidores. Se pudo salvar de la muerte segura porque viajaba en un ómnibus blindado y en el momento de la explosión estaba en el interior del mismo durmiendo una siesta.
Como respuesta a tal orden en forma inmediata Musharraf envió un entero regimiento de paramilitares para dar con el mulana (nombre éste que se asigna a los guerreros santos en el Islam). El mismo se encuentra atrincherado con 4.500 incondicionales en el valle de Swat, un legendario lugar turístico que en la actualidad está casi abandonado debido a la sublevación de Fazlullah. Las dos veces milenarias estatuas de Buddha que hicieron famoso ese valle hoy se encuentran destruidas debido al “fanatismo” que se le adjudica al mulana. Además el mismo ha querido instaurar la sharia, es decir la ley islámica que entre sus prácticas se castiga a los delincuentes con penas que van desde latigazos en público hasta llegar a la flagelación en caso de reincidencia. Además en el valle de Swat ha habido una verdadera lucha en contra de los objetos culturales del “Occidente”, tales como sus músicas, sus dvd y las modas que tienden a pervertir a la juventud. La mujer ha sido nuevamente remitida al hogar y al cuidado de la familia y, lo esencial, la política está asociada estrechamente a la religión.
Antes de entrar en combate contra las fuerzas pakistaníes el mulana ha querido aprovechar su nueva fama para hacer conocer al occidente sus puntos de vista. Ha invitado especialmente a periodistas europeos  los cuales luego de un viaje de siete horas desde la ciudad más cercana han  podido por  fin conocerlo. Cuando estaban a punto de tener un diálogo con el mismo los periodistas pueden ver al mulana rodeado de una verdadera muchedumbre de fieles que se le acercan para solicitar su bendición.  Sus caracteres son los de un gobernante tradicional  con funciones taumatúrgicas y sagradas. Se encuentra más cerca de los antiguos reyes sacerdotes que de los modernos gobernantes administradores y dispensadores de “bienestar”. Está ubicado  en las proximidades de una gran mezquita madraza en una actitud de meditación y plegaria. Más tarde recibirá a los periodistas. Sus palabras son llamativas. “Yo no postulo perseguir a las restantes religiones. Por el contrario promuevo una gran unidad, un gran diálogo sea con judíos como con cristianos. Somos hijos de un mismo Dios y tenemos un mismo enemigo: el Estado laico, es decir aquel Estado separado de la religión e indiferente sea respecto de sus problemas como de la moral. En nuestro medio el ejemplo de tal Estado laico es el implementado por Musharraf que se inspira en el modelo turco de Kemal Ataturk. Uds. en el Occidente tienen el mismo problema que nosotros, vuestros Estados son todos laicos y profanos. ¿Por qué no nos unimos todos en contra de un mismo enemigo?” Los periodistas están confundidos por estas palabras. Uno de ellos alcanza a musitar una respuesta. “Pero si Ud. dice estar por el diálogo entre las religiones, ¿por qué han destruido las estatuas de Buddha?”. La respuesta no deja de sorprender. “Yo no las mandé destruir. Seguramente que fue otro. Este valle es muy grande y no puedo controlar a todo el mundo, yo considero que debemos evitar tales enfrentamientos interreligiosos. Nuestro enemigo principal es el mismo que tienen las demás religiones: el laicismo, la modernidad, el hombre sin Dios. Debemos dejar a un lado estas diferencias secundarias”.  Pero el diálogo debe interrumpirse pues se acerca la invasión de los enemigos pakistaníes. Quizás  de haberse continuado con el mismo Fazlullah habría podido protestar por que la Iglesia católica, además de impulsar regímenes laicos y democráticos en el occidente, cuando el papa viajó a Turquía exaltó las virtudes del régimen de Kemal Ataturk. Seguramente éste no sea el ecumenismo que él formula, sino aquel  que agrupe a las diferentes religiones en sus fundamentalismos, es decir en sus principios esenciales y ni laicos ni  modernos.
La batalla ha comenzado; durante tres días los helicópteros bombardean el valle de Swap y el gobierno de Musharraf se atribuye haber abatido a 50 mujaidines, pero el movimiento de Fazlullah lo desmiente, haciendo notar que en ese interín han logrado capturar un puesto policial en el cercano valle de Charbagh.
La lucha se ha detenido ahora provisoriamente debido a una tregua solicitada por el ejército de Musharraf y concedida por el mulana. El periodista del Corriere della Sera alcanza a recordar que el mismo al referirse a Bin Laden manifestó textualmente. “Nunca pude conocerlo personalmente, pero entre ambos hay un profundo lazo de fe. Somos todos mujaidines que combatimos la Jihad por un Estado totalmente musulmán”. Es de esperar que en nuestras patrias se alce una voz similar sosteniendo la necesidad de luchar por un Estado totalmente católico.