L O S   Y A N Q U I S   S E     L A    T O M A N    E N   S E R I O

Un esclarecedor comentario a una obra de Al Zawahiri, nº 2 de Al Qaeda


     La  guerra santa  islámica, en creciente desarrollo, no es algo improvisado y que surge de la noche a la mañana,  ni fue montada por los EEUU,  ni hubo acuerdo alguno con Bin Laden, sino que tiene raíces muy profundas que los que ven las cosas en forma superficial no quieren reconocer. Una prueba de ello  es el libro de Ayman Al Zawahiri ( en adelante AAZ ) titulado “ Caballeros bajo el estandarte del  Profeta”, escrito en árabe y titulado en inglés “ Knigts under the Prophet’s banner” y publicado en Diciembre del 2001 tres meses después de la acción de guerra contra las torres gemelas. Y decimos “acción de guerra” y no el despectivo y criminalizador  “ terrorismo” . (Esto será materia de otro añálisis ).-

           En  relación a este libro y otros, escritos también por musulmanes, la revista norteamericana Military Review ( Enero- Febrero del 2005) , de amplia circulación en las FF.AA  de muchos países, recomienda su lectura porque de lo contrario no se puede crear una seria campaña de operaciones psicológicas . Agrega también: “…este libro y otros significan una nueva frontera en los estudios militares…”
Recomendamos pues a todos aquellos que insisten en que Bin Laden, Al Zawahiri y Al Qaeda son  creación, socios y cómplices de los EEUU que agarren en sus manos libros como éste, porque no muerden,  y se desasnen, dejando de inventar conspiraciones  inexistentes.-

        AAZ , considerado la más alta expresión intelectual  de Al Qaeda, nos proporciona información muy interesante acerca de cuál fue el desarrollo del yihadismo. En la introducción dice AAZ: “He escrito este libro… para cumplir con el deber que me fuera confiado hacia nuestra generación y las futuras. Tal vez no podré escribirlo después en medio de estas circunstancias y cambiantes condiciones. Espero que nadie lo publique y lo distribuya.” Es decir, es como un testamento en la medida que nos encontramos en el momento en que él y sus camaradas están por afrontar la invasión yanqui a Afganistán. Más adelante nos dice  que “el propósito de la distorsiva campaña contra los árabes-afganos (téngase presente que escribió esto antes de la invasión norteamericana a Afganistán) es claro y obvio, a saber,  el deseo de los EEUU  de privar a la nación islámica del honor del heroísmo y pretender decir: aquellos a quienes ustedes consideran héroes son actualmente mi creación y mis mercenarios los que se han rebelado  cuando dejamos de apoyarlos…Esta mentira es en sí misma contradictoria. ¿Si los árabes-afganos son una creación de los EE.UU. porqué los EEUU no tratan de apartarlos?” Y agrega que los norteamericanos nunca dieron un dólar de ayuda para los mujaidines en la guerra de Afganistán y citando a Bin Laden expresa que la ayuda financiera provino de fuente árabes populares.- Y más adelante:: “ Si los árabes-afganos son los mercenarios de los EEUU  y que se han rebelado, ¿porqué los EE.UU. son incapaces  de comprarlos ahora?…¿ No sería más económico comprarlos y con menos costo con un seguro y preventivo presupuesto y no estar ahora pagando para defenderse?
          Y otro argumento de AAZ: “Los norteamericanos, con su hábito de exagerar y su superficialidad están tratando de vender ilusiones y están ignorando los más básicos hechos. ¿Es posible que Osama Bin Laden, quien en sus mensajes de 1987 convocó a boicotear las mercaderías norteamericanas como una forma de apoyar a la intifada palestina, sea al mismo tiempo un agente yanqui en Afganistán?
              Argumentos en verdad irrebatibles contra todos los comemierda  y verdaderos mercenarios que creen que los yanquis nunca se equivocan y que son omnipotentes y capaces de urdir conspiraciones inexistentes.-

                    Otras consideraciones estratégicas se refieren a la necesidad de contar con una base segura (Al Qaeda significa “ la base”) pero no para defender una situación local, sino para transformarla en una causa islámica global de la cual pueda participar toda la nación islámica (la “umma”). Estas consideraciones tienen una importancia  estratégica decisiva. Si la estrategia comprende el uso de las batallas para ganar la guerra, cuando el enemigo es una globalización mundial, la respuesta tiene que ser también planetaria, más allá de fronteras nacionales y pasando aun sobre ellas. Aquí señalaremos una limitación de la yihad. Su planteo es correcto para el mundo islámico, pero no tiene un mensaje  para el mundo no islámico y que comprende alrededor del 80% de la humanidad, con una gran diversidad de religiones y culturas. Las guerras en el plano estratégico se ganan, previamente a las acciones militares en base a aliados, y en este caso, promover la rebelión contra el mundo moderno de quiénes no son islámicos para restaurar, aunque sea parcialmente, la tradición, es tarea de alta estrategia que una vez definida facilita la victoria militar. Los creyentes de otras religiones no islámicas sumados a la lucha global serían un factor decisivo para la derrota del mundo moderno. Esta crítica de ningún modo pretende socavar la yihad, sino más bien ampliar  esa lucha a nivel planetario.-

                   A partir de 1986 AAZ  ya en Afganistán, nos relata sus experiencias durante la guerra contra los rusos, y ello le hace extraer las siguientes conclusiones: 1)  El movimiento yihadista necesita un territorio que actúe como incubadora y para práctica de experiencias políticas , militares y organizativas. Consideramos que, a la luz de los hechos que se suceden en la actualidad, ese territorio está en plena expansión en Irak y en la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán.-
2)  La juventud islámica  libró la guerra contra los rusos bajo consignas puramente islámicas-religiosas y critica la política que mezcla el nacionalismo, el izquierdismo y el comunismo con el Islam. AAZ dice que eso provoca  un cisma en el pensamiento de muchos  entre la ideología yihadista, que debe descansar en la pura lealtad a la religión de Dios por un lado, y su implementación práctica por el otro.- Como resultado de ello pone el caso de Palestina en dónde las consignas mezcladas para buscar aliados llevaron a aliarse con el demonio para así perder Palestina. Las batallas allí llevadas a cabo  bajo banderas no islámicas o mezcladas hicieron que se borraran las líneas divisorias  entra amigos y enemigos. Agreguemos por nuestra parte que la actual situación en Palestina confirma  ampliamente la correcta apreciación de AAZ.-
3) También nos expresa AAZ que la derrota rusa  fue también un ejemplo de lucha contra el enemigo interno aliado al externo. Este tema del enemigo interno y del externo lo trata también en otras partes del libro. Según AAZ la gran equivocación de la Hermandad Musulmana, organización madre del fundamentalismo islámico del siglo XX, fue llevar a cabo operaciones yihadistas únicamente contra el enemigo externo ante quien ellos daban la cara y el pecho, pero recibían la puñalada por la espalda por parte de los gobiernos nativos títeres  y sirvientes del enemigo externo. Tal fue lo ocurrido en Egipto donde los yihadistas fueron perseguidos con ferocidad por parte de gobiernos nacionalistas y  laicos como el de Nasser y Al Sadat y ahora Mubarak.-
4) Las batallas en Afganistán  contra los rusos destrozaron el mito de la superpotencia. Fueron un entrenamiento  para preparar a los mujaidines para la lucha contra los EEUU, y los islámicos provenientes de diversos países árabes, Pakistán, Turquía, Asia central y del este, tuvieron la oportunidad de adquirir experiencia a través de la camaradería de las armas y aprender así cada uno de los otros .-
5) AAZ nos habla también de la financiación de la yihad. Durante la guerra contra los rusos EEUU no ayudó materialmente ni con dinero ni equipamiento. La presencia de los mujaidines árabes fue una falla de la política yanqui y una prueba de estupidez. La financiación de los mujaidines  en Afganistán vino de la ayuda enviada por organizaciones populares. Bin Laden la estimaba en $ 200 millones de dólares solamente bajo la forma de ayuda militar durante diez años.  Dice AAZ: “Hay que imaginar cuanta más ayuda fue enviada  por organizaciones populares en medicina, salud, educación, alimentos, asistencia social  para huérfanos y viudas. “
Hubo también donaciones especiales para celebraciones religiosas y para el mes del Ramadán. Los aportes populares no oficiales permitieron establecer centros de entrenamiento y religiosos y equipamiento para miles de mujaidines, proveyéndoles de gastos para la vida diaria, alojamiento, viajes y organización.-

                Excede el espacio de esta nota un análisis más profundo del libro de AAZ cosa que tendremos en vista para futuras publicaciones pero las ideas y enseñanzas que se desprenden del libro son de una riqueza extraordinaria para comprender aunque sea aproximadamente que nos encontramos frente a un movimiento tradicional, religioso y político llamado a conmover los débiles cimientos del mundo moderno y que goza de nuestra solidaridad. Llama la atención la superficialidad y ligereza con que es considerado por vastos círculos intelectuales  y políticos de Occidente. Tal vez sea por aquello de que Dios ciega a los que quiere perder.-

               San Carlos de Bariloche, 1º de Febrero del 2008.-

                                                                           JULIÁN A. RAMÍREZ