UN  NEGRO  PUEDE  VALER  MÁS

    

En estos últimos tiempos observando fotografías y videos de las guerras en África hemos podido constatar la activa presencia de combatientes fundamentalistas islámicos  de raza negra entre las fuerzas que luchan contra el enemigo moderno Los racismos biológicos modernos, desde De Gobineau en el siglo XIX hasta el nacionalsocialismo alemán, han sobrevalorado la supuesta superioridad de la raza blanca,  supremacía que estaría dada y determinada `por la herencia biológica. Incluso recientes y actuales movimientos europeos han caído también en este tipo de racismo levantando la consigna de la defensa de la raza blanca. En esto coinciden, en general, actores de la nueva derecha, identitarios, nacional-revolucionarios, neo-nazis, movimientos euroasiáticos y otros, y centrando como principal enemigo a la inmigración  no europea, especialmente árabe y negra, sin descartar a la hispano-indo-americana; a los argentinos, por ejemplo, nos califican en España como “sudacas.
     Ahora bien, consideramos que estos sectores partidarios, en mayor o menor medida, de un racismo biológico, SON ESPIRITUALMENTE INFERIORES A LOS YIHADISTAS DE RAZA NEGRA. Un negro con un fusil que lucha por su religión y su patria encierra una superioridad espiritual, aunque sea pobre, analfabeto e ignorante, conforme a las pautas culturales de Occidente.

         Alrededor de 1970, un grupo esotérico en Italia  llamado “Los Dioscuros”, que tuviera vinculación con Julius Evola, se ocupó del tema y así lo escribieron: “ …Afirmar que un blanco, por el mero hecho de ser blanco, será superior a un bantú significaría absolutizar la forma externa y por lo tanto ser superficiales; un blanco que, por ejemplo, se haya reducido al estado de ser alcoholizado e invertido no podría más desarrollar funciones de guía, como en vez  un hotentote o un bosquimano…”  ( “ La magia como ciencia del espíritu Tomo I Pág.. 163 ).
     Admitimos que la herencia biológica puede aportar ciertas condiciones más o menos favorables o desfavorables, pero jamás determinar absolutamente, como hace el racismo biologista.
     La civilización moderna ha contaminado al planeta entero. Toda la degradación ha surgido del mundo occidental en especial de Europa, o sea, de la raza blanca en dónde se ha perdido hasta la religión. El mismo Papa Benedicto XVI ha dicho que Europa está descristianizada, aunque él mismo ha llevado a la Iglesia a integrarla aún más en la modernidad.
     Bienvenidos sean pues los varones de cualquier raza o religión a hacer un frente común contra el mundo moderno. No es hora de anacrónicos y degradados racismos,
      Por eso reiteramos: los yihadistas negros, como de cualquier otra raza, son un ejemplo a seguir.
     El espíritu sopla dónde quiere. No tiene límites ni de espacio, ni de tiempo, ni de potencia.

San Carlos de Bariloche, 19 de Febrero del 2013.

JULIÁN  RAMÍREZ.