EL  FALSO  OBJETIVO  DE  LOS  EUROASIÁTICOS


   

 En 1904 el geógrafo británico Halford Mackinder, en una conferencia titulada “El pivote geográfico de la historia”, teorizó sobre  la importancia de la geografía en la política de los estados. Su planteo puede resumirse así:  quién domine Europa del este domina el “corazón de la tierra”, quién domine el “corazón de la tierra” domina la “isla mundial”, quién domine la “isla mundial” domina el planeta. Por “isla mundial” entendía el conjunto de Europa, Asia y África y por “corazón de la tierra” una zona indeterminada que comprendía Europa del este y gran parte de Rusia. Los que dominaran esta región serían potencias territoriales que se opondrían a las potencias marítimas, es decir, a EE.UU. y Gran Bretaña. Pese a su indudable fracaso, como sucedió durante la segunda guerra mundial , cuando vimos que potencias territoriales como Rusia se aliaban con potencias marítimas, EE.UU. y Gran Bretaña, en estos últimos tiempos hay movimientos ideológicos que pretenden resucitar estas ideas geopolíticas. Euroasiáticos, identitarios, neonazis, neofascistas, se desarrollan en Europa y en Rusia pretendiendo así oponerse a los EE,UU. y a Gran Bretaña, en una reedición de Mackinder: potencias continentales contra potencias marítimas. Como ejemplo de esta posición veamos que nos dice el ensayista y publicista italiano Claudio Mutti en el reportaje que le hicieron en la universidad estatal de Moscú en abril del año pasado. Mutti es director de “Eurasia. Revista de estudios geopolíticos” y concurrió a Moscú para asistir a una conferencia internacional organizada por el “Movimiento euroasiático”.
     Tras manifestar que el poderío yanqui se fundamenta en su potencial económico, militar y cultural, Mutti nos dice: “ La hegemonía estadounidense PUEDE SER DESAFIADA SOLAMENTE POR UNA POTENCIA O POR UN BLOQUE DE POTENCIAS en posesión de aquellos mismos requisitos que han permitido a los EE.UU. escalar el poder mundial: dimensiones continentales, fuerza demográfica, desarrollo tecnológico e industrial, armamento atómico…SÓLO LA UNIÓN EUROASIÁTICA Y CHINA pueden constituir el punto de apoyo de un bloque continental capaz de expulsar a los EE.UU. de nuestro hemisferio”. Este pensamiento de Mutti puede extenderse a todos los demás euroasiáticos. Se fundamenta en  el naturalismo geográfico, económico, militar con abstracción de toda referencia a lo tradicional y espiritual. En vez de nutrirse de lo mejor de las tradiciones europeas, como débiles mujercitas buscan una ayuda y para eso recurren a meter el zorro en el gallinero, a Rusia, potencia imperialista,  materialista, que combate a la única alternativa tradicional de estos tiempos, a sea, al fundamentalismo islámico; un país presidido por un criminal de guerra como Putin. Acotemos también que todos esos euroasiáticos son duros críticos de los yihadistas y en esto concuerdan totalmente con EE.UU. y Rusia. En la actual guerra de civilizaciones han optado totalmente por la decadente y femínea civilización moderna y en contra de la civilización tradicional. Necesitan un “papito” fuerte que los sostenga y ayude y no tienen mejor idea que refugiarse con el oso ruso cuyo abrazo puede ser fatal.
     Y algo más nos dice Mutti: en el mundo que propone, EE.UU. tendría su lugar y “volvería a ser una entidad política exclusivamente norteamericana”.
     ¿ Y nosotros, los hispano-luso-indo-americanos? Bien, gracias : como buenos eurocéntricos,   consideran que no existimos.

San Carlos de Bariloche, 24 de septiembre del 2013.


JULIÁN  RAMÍREZ