UNA FALSA ALTERNATIVA ESTÁ EN DESARROLLO




En estos últimos tiempos estamos observando en el plano mundial una serie de hechos que, si los relacionamos entre sí, nos estarían indicando el desarrollo de una falsa alternativa en el mundo moderno.

Remontándonos a un tiempo atrás, a partir de la caída del muro de Berlín y de la desintegración de la URSS, muchos creyeron en el fin de la historia predicado por Francis Fukuyama, pero fue por pocos años. A partir del 11-9-2001 con el derribo de ls Torres Gemelas comenzó a manifestarse una clara tendencia tradicional, contraria a la modernidad, a través del fundamentalismo islámico. Pero a partir de entonces y dentro de la modernidad hay evidentes síntomas del desarrollo de una falsa alternativa que puede captar muchas voluntades y conducirlas hacia el fracaso. Veamos cuales son esos hechos.

El mundo moderno parecía encaminarse hacia un gobierno mundial único, con total hegemonía del economicismo y de las finanzas, con la desaparición de las nacionalidades, con un pensamiento único y con lo politicamente "correcto". Desaparecían todas las entidades intermedias que daban algún sostén, se destruía la personalidad y emergía el más crudo individualismo. Una brurocracia internacional, encabezada por las Naciones Unidas y detrás de la cual actuaban grupos que entre bambalinas orientaban toda la política planetaria campeaba a sus anchas.

Pero comenzaron a aparecer en Europa movimientos que pretendían cuestionar ese orden mundial: identitarios, nacionalistas, neo paganos y neofascistas.

En Rusia emergía con Putin una corriente nacionalista, imperialista, que pretende a través de consideraciones geopolíticas restaurar el imperio ruso.

Vino el "brexit" en Gran Bretaña, que denota un alejamiento con respecto a la Unión Europea. Los medios de comunicación se vieron sorprendidos.

En Colombia una consulta popular rechazó todo acuerdo con la guerrilla marxista y narcotraficante en contra de toda la prensa internacional sujeta a poderes fiancieros.

Finalmente hace pocos días en EE.UU. triunfa la candidatura de Donald Trump`, sorprendiendo al mundo unipolar, "civilizado", de pensamiento único, que veía en Trump un "outsider", un neofascista y un bárbaro.

Relacionando todos estos hechos no quedan dudas que se está manifestando un creciente descontento en varias partes del mundo contra lo que se considera la "normalidad civilizada y democrática", y de alguna manera la ola va a llegar a Hispanoamérica.

Frente a todo esto hay que tener muy en claro que todos estos movimientos se desarrollan a partir del pautas e ideologías de la modernidad y son contrarios en su totalidad a la Tradición. Son movimientos ajenos a toda inquietud espiritual o religiosa, son rigurosamente materialistas y economicistas y son democráticos, colectivistas y en mayor o menor medida nacionalistas, y los nacionalismos en estos tiempos de ninguna manera son una solución.

Lo que sí los unifica es su rechazo total al fundamentalismo islámico que hoy día es la única manifestación visible de la Tradición. Es esto hay un total acuerdo entre el cowboy Trump y el neostalinista Putin.

Lo positivo del creciente rechazo a algunos aspectos de la modernidad es que crea divisiones en el frente mundial moderno, aumentando las rencillas entre los socios y contribuyendo a la destrucción de un mundo que debe terminar.Nuestra posición es pués totalmente contraria a la de aquellos que se hacen ilusiones en torno a los movimientos europeos, a Putin y a Trump, creyendo que buscando alianzas con ellos pueden lograr algún éxito. A esta altura de la historia ya no se puede seguir jugando, con las distintas alternativas de la modernidad no se transa.


San Carlos de Bariloche, 14 de noviembre del 2016.


JULIÁN RAMÍREZ