PERONISMO Y CHAVISMO



En varias circunstancias se ha señalado la semejanza entre ambos fenómenos políticos y hasta el mismo chavismo se ha declarado en repetidas oportunidades como heredero de Perón. En efecto, ambos movimientos fueron militares y tuvieron su origen en una revolución que luego fue convalidada por las urnas, ambos acudieron a procedimientos conocidos como populistas y en los dos casos ejercieron un estricto control en las Fuerzas armadas evitando que en su seno pudiesen crecer sectores opositores. Y por último y lo principal en los dos casos polarizaron a la sociedad de un modo extremo que llegó hasta situaciones previas a la guerra civil. Pero hay otra semejanza esencial entre ambos movimientos. Al ejercer un estricto control del aparato militar y policial el peronismo tuvo que ser derrocado por una revolución basada principalmente en militares desplazados o segregados con escasa tropa a su mando pero que aun en minoría se jugaron en forma extrema en una sublevación armada que, a pesar de ser minoritaria, logró por su capacidad de resistencia y el amplio respaldo en sectores de la población doblegar la voluntad de Perón y obligarlo a abandonar el poder. Esta situación pareciera repetirse en Venezuela con revueltas simultáneas de militares desplazados que al parecer han podido resistir los primeros embates de un ejército mayoritariamente chavista. Si son capaces de resistir por un tiempo lograrán que otros sigan su ejemplo y se subleven logrando así la salida del tirano sanguinario. 
Queda por último una semejanza más la que debe ser tenida en cuenta en un futuro si quiere evitarse el fracaso posterior de la revolución y es lo relativo al papel de los EEUU. La fantasía populista nos ha pintado tanto al peronismo como al chavismo como movimientos contrarios a los EEUU. Si bien Chávez y Perón aplicaron en determinados momentos una retórica antinorteamericana, en la práctica no existió nunca una verdadera enemistad sino por el contrario una franca colaboración. Así como ha quedado demostrado que EEUU no participó ni previó siquiera la Revolución Libertadora, en la actualidad sostiene a tal régimen a través de su comercio petrolero. Es de esperar entonces que la revolución que derroque al chavismo no crea en la fantasía que éste ha generado respecto de tal enemistad y considere que debe respaldarse en tal potencia y en sus instituciones tal como hiciera erradamente el movimiento que derrocara a Perón que impulsó el ingreso del país a organismos económicos ligados a la misma como el FMI e impulsó su ideología democrática que es el principal abono del populismo sea peronista como chavista. Una verdadera revolución debe cortar de cuajo con las causas que generaron tales movimientos deletéreos y la república Argentina es la prueba palpable del fracaso de tal movimiento. Hoy, luego de más de 60 años de revolución antiperonista el peronismo sigue en pié y a punto de volver nuevamente al poder en forma plena.