LO QUE NINGÚN DIPUTADO DICE RESPECTO DEL ABORTO


Los abortistas refutan a los antiabortistas manifestando que ellos no se fundan en principios religiosos como éstos y que por lo tanto son más libres. Es una falacia: aquí lo que hay de por medio son dos religiones contrapuestas y por lo tanto dos formas contrarias de libertad. Para el antiabortismo el hombre es persona y por lo tanto ser libre significa doblegar en sí mismo la fuerza instintiva y material sometiéndola a principios superiores. El abortista en cambio rechaza tal idea y considera que hay una fuerza suprapersonal que lo gobierna que es el sexo y que ser libre consiste no en gobernar a dicha fuerza y someterla a un fin superior, sino por el contrario en someterse a la misma y quitarle todas las barreras posibles para que la misma pueda desplegarse en su mayor plenitud. Por eso el aborto es concebido como un método anticonceptivo extremo y último que permite llevar a cabo plenamente tal despliegue. Yo no sé por qué debemos suplantar el catolicismo por el freudismo representado especialmente y en modo sacerdotal por tales diputados.