Sykes-Picot y el Fundamentalismo Islámico

por Usama Ben Haifa




"Nosotros dibujamos nuestros propios mapas, no Sykes-Picot".


La anterior frase proviene de uno de los eslóganes del Estado Islámico, el cual viene muy acorde a la “Guerra de Civilizaciones” que lleva siglos en disputa y hoy más que nunca pareciera estar en su máximo apogeo, entendiendo esta guerra como una lucha entre concepciones del mundo antagónicas, la moderna y la tradicional. Esto a propósito que el falso occidente pretende a toda costa mantener los acuerdos Sykes-Picot con la excusa de la “Guerra contra el Terrorismo”.

Un 16 de mayo de 1916 el británico Mark Sykes y el francés, Francois Picot, diseñaron y dividieron con el compás y escuadra masónicos las fronteras artificiales de una de las regiones más volátiles del mundo en estados que atraviesan comunidades étnicas y religiosas muy dispares para crear un sentido de unidad árabe artificial.

Después de destruir el Imperio Otomano, lo primero que hizo Occidente fue dividir la Umma introduciendo el nacionalismo y las banderas coloniales que hoy muchos defienden ingenuamente.

Siendo esto un proceso análogo que viviéramos primero en Hispanoamérica con el proceso de las mal llamadas independencias que subvirtió y destruyó por completo la unidad que tuviésemos con el Imperio Español, sufriendo una “latinoamericanización” transformándonos en "republicas" con sus banderas masónicas, llenas de estrellitas, las cuales no son mas que un invento de la modernidad, de la "ilustración" y el extremo racionalismo de la llamada "Revolución Francesa".

Lo segundo que hizo fue promover un Islam «aceptable» y apaciguado de acuerdo a sus intereses. El Occidente moderno sabía muy bien el poder del mensaje del Islam y que los musulmanes conquistaron y gobernaron poderosos califatos a lo largo de la historia.

El mundo moderno no tiene problemas con el Islam. ¡Hasta Samuel Huntington lo dice!: «La era de las guerras musulmanas tiene sus raíces en causas más generales. Estas no incluyen la naturaleza inherente de la doctrina y de las creencias islámicas, que, como las del cristianismo, pueden ser utilizadas a su gusto por los adherentes para justificar la paz o la guerra».(1) Fukuyama va más lejos:«Existe una cierta esperanza de que emerja una tendencia más liberal del Islam... los musulmanes interesados en una forma más liberal del Islam deben dejar de culpar a Occidente por pintar al Islam de un modo demasiado grosero, y actuar para aislar y deslegitimar a los extremistas entre ellos».(2)

Y la Corporación RAND, el “Think-Tank” que forma a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos recomendaba en una de sus publicaciones promover el sufismo entre las comunidades islámicas para incentivar un islamismo moderado y democrático que rechace la violencia del “fundamentalismo wahabita”.(3)

Está claro que el problema no es el Islam, sino un Islam “resistente”, y para ser más específico. El problema es sólo la parte religiosa, tradicional y fundamentalista, ya que cualquiera otra fórmula de Islam es aceptable.

Por ello, la colonización en Medio Oriente nunca terminó con las llamadas “independencias” de los países árabes, en realidad nunca se fue y ahora está tomando rumbos más dominantes y peligrosos.

Si Sykes-Picot es la causa original de las guerras hoy vive Oriente Medio, la llamada Primavera Árabe fue el desencadenante más reciente.

Si bien tuvo un origen popular en protestas causadas por la tiranía, hipocresía, corrupción e irrespeto que ejercían sobre el mundo islámico ciertos gobernantes seculares y tribales, se fueron incrementando hasta niveles que desemboco en una lucha armada que las potencias no se esperaban, aunque posteriormente Occidente tratara siempre de manipularla y encausarla hacia sus fines.

Luego de que Estados Unidos viera hecho trizas su política exterior en esos países, cambio su postura de un inicial apoyo a los tiranos a posteriormente aislarlos y atacarlos diplomática y económicamente haciendo un llamado a convocar nuevas elecciones democráticas.

En ese entonces, la CIA dependía de lo que los informantes y operadores del propio gobierno en Medio Oriente (Libio, egipcio, tunecino, etc) dijeran o previeran. Así que pese a la creencia popular las agencias de inteligencia en Medio Oriente no eran tan buenas, y la escasa información que podían pasar a EEUU, no servía de mucho. Sin embargo, la CIA sí anticipó que la primavera contagiaría a muchos países árabes.

Lo que no lograron descifrar, era el efecto adverso que tendría para ellos y para toda la región, al dejarles las puertas abiertas a los grupos fundamentalistas.

Los líderes moderados de la primavera árabe tenían y tienen la idea errónea que los gobernantes árabes son meros dictadores cuando en realidad siempre fueron agentes y experimentos de potencias extranjeras. Desde Gadafi, Mubarak , Ben Alí , Sadam Hussein hasta Al-Assad y Al Sisi todos ellos gobernantes de naciones artificiales diseñadas a partir del acuerdo Sykes-Picot o ex colonias de los imperialismos británico y francés.

Por lo tanto, las revoluciones se centraron en destruir los pilares internos de tales gobiernos como el ejército, policía, milicias etc. Los gobernantes de dichos estados, que saben bien que su poder proviene del extranjero, recurrieron a sus amos y la opinión occidental con el espantapájaros del islamismo terrorista y estos vinieron en su ayuda.

Decía el exdirector Michael Morell (4); que la CIA pensaba que la primavera árabe serviría para debilitar a al-Qaeda, al demostrar que "para un cambio político no es necesaria la violencia". Pero al final esto no fue así, porque el "cambio" que trajo la primavera, no fue tal cosa, los nuevos regímenes fueron inestables, ineficientes, y en muchos casos hubo más caos del que existían bajo las dictaduras.

Por eso Al-Qaeda al mismo tiempo, supo aprovechar la primavera árabe, mandando mensajes de audio, video y demás a todos los manifestantes, instando a derrocar a los gobernantes y a regirse por la Sharî‘ah. La primavera árabe dejó un escenario donde Al-Qaeda, y posteriormente el Estado Islámico, logró penetrar más todavía, aunque a los norteamericanos les hubiera parecido imposible al principio.

El resto ya es historia y hoy se vive.

Poniendo las circunstancias en términos geopolíticos modernos; la guerra que se libra en Irak y Siria es un verdadero levantamiento anticolonial contra la estrategia sectaria y atlantista en el Oriente Medio y sus peones en el terreno.

Si una fuerza tradicional como el Califato no toma el control del Medio oriente y trae un mediano equilibrio, solo es cuestión de tiempo hasta que todo en la zona se empiece a autodestruir por luchas internas. 

La aparición del Califato hizo añicos los intereses de los poderes de Cartago y es una vuelta al Islam pre-colonial, que tenía una condición política. El Estado Islámico en su momento unió Siria e Irak bajo un solo Estado, una sola bandera y religión, reagrupándose bajo la forma superior de un Estado en donde Dios y no el pueblo ni la economía fueran la fuente de la soberanía.

La única fuerza en el mundo que destruyó y enterró en su momento los acuerdos de las líneas artificiales masónicas de Sykes-Picot, este hecho junto con el que hayan acuñado su propia moneda dejando a un lado el dólar, la usura, y los mercados internacionales, el Dinar de oro y plata, fueron junto con el 11 de septiembre de 2001, los hechos más contra-revolucionarios efectuados contra la modernidad en que lo va de este siglo XIX.  

Por esta razón, la Coalición encabezada por Estados Unidos en la Operación "Inherent Resolve", llegó a lanzar más de 100,000(5) bombas y misiles sobre territorio del Estado Islámico según datos que recoge Airwars.org (6). Esto sin contar las bombas rusas. Y en solo Siria, la artillería de los marines disparó 35.000 proyectiles en cinco meses, mucho más que las lanzadas en toda la guerra de Vietnam. (7)

Fueron más 60 países del mundo que lucharon contra el Estado Islámico de forma militar y propagandística. Una de las coaliciones militares más poderosas de la historia desde la II Guerra Mundial contra un Estado que en el mejor de los casos no superaba los 300.000 kms. cuadrados, con una población de algunos millones de habitantes.

Treinta y uno de esos países estuvieron en la lista de naciones que ayudaron a destruir el ‎Califato Otomano durante la Primera Guerra Mundial.

Al ser la religión, la fe y la tradición factores de fortaleza inquebrantable, dudamos que el Estado Islámico difícilmente desaparezca, aunque su territorio haya sido prácticamente borrado del mapa. Como bien lo señalaba Julius Evola: "Sin embargo existen algunos hombres que se encuentran, por decirlo así, de pie entre las ruinas y en medio de la disolución, los cuales, en forma más o menos consciente, es a aquel otro mundo que pertenecen. Una pequeña tropa parece dispuesta a batirse aun en posiciones perdidas y en tanto no se doblegue, en tanto no descienda a compromisos por la seducción ejercida por todo aquello que podría condicionar un cierto éxito, su testimonio es válido."(8)

Luego de volver a la insurgencia solo es cuestión de tiempo para que nuevamente reactiven sus operaciones de forma más convencional contra el mundo moderno, ya que si el mismo imperialismo norteamericano no pudo derrotar la insurgencia iraquí y el ISIS entre los años 2003-2011, difícilmente lo hará hoy día.



Notas:

(1)  Samuel Huntington, "The Age of Muslim Wars," Newsweek, diciembre de 2001-febrero de 2002.


(2) Francis Fukuyama, "Their Target: The Modern World," Newsweek, diciembre de 2001-febrero de 2002.


(3)  Building Moderate Muslim Networks. (Pág. 73)https://www.rand.org/content/dam/rand/pubs/monographs/2007/RAND_MG574.pdf



(4) https://actualidad.rt.com/actualidad/173807-exfuncionario-cia-primavera-arabe-al-qaeda


(5) https://theconversation.com/islamic-state-has-survived-100-000-bombs-and-missiles-and-is-still-active-99407?fbclid=IwAR1UplbrEsQshP1vVwG_WUWgJDflwqm_F0-M2O8neRCv-bs-ywqpbYZHZ1Y


(6) https://twitter.com/airwars/status/1092826993538859008



(7) https://www.marinecorpstimes.com/news/your-marine-corps/2018/02/06/these-marines-in-syria-fired-more-artillery-than-any-battalion-since-vietnam/?fbclid=IwAR1UZD8-ytViZCb1h0qkR7-jp0aVwvDNm9KWhpFzFAcJGDVTf1eADc5PF78


(8) Julius Evola, Cabalgar el tigre.