A 100 AÑOS DE UN SINIESTRO ANIVERSARIO



Se cumplieron ayer los 100 años del nacimiento de Evita. Desde nuestro punto de vista tal figura es el antecedente de varios de los males modernos que se han incrementado a casi 70 años de su muerte. En primer lugar el feminismo en su expresión radical y que con su gobierno logró el primer avance con el voto de la mujer. Antes se reputaba que, al ser la familia una unidad orgánica, era el padre el encargado de emitir su opinión en las urnas. Ese movimiento de disgregación representado ya entonces por el feminismo encarnado en tal figura, formuló abiertamente el conflicto y la 'grieta' familiar entre bandos opuestos habitualmente incrementados por factores emocionales que se acrecientan cuando la mujer pierde el control y moderación que sobre ella debe ejercer su cónyuge. En segundo lugar el tercermundismo en el cristianismo, puesto que tal figura representó la lucha en contra de la 'Iglesia de los ricos', eufemismo con el cual se niega el principio de la autoridad en materia religiosa, en contra del 'cristianismo de los pobres' por ella encarnado en ese entonces. No es casual que hoy en día tal tendencia, incrementada en especial con el nuevo papado, solicite su santificación (?). A su vez no es un detalle menor que esta postura revoltosa y subversiva en el verdadero sentido del término haya dado como consecuencia el surgimiento de la guerrilla marxista en el país, con el movimiento Montonero que la tomó como adalid. Y en tercer lugar el populismo, hoy vivido en forma plena bajo formas de demagogia compulsiva por la cual no existe la verdad ni lo bueno ni lo justo tomados como figuras absolutas, sino que tales valores se encuentran relativizados en función de lo que a la masa le conviene y a la cual debe venerarse como si se tratara de una nueva deidad. El actual sindicalismo corrompido de jerarcas adulones y delincuentes es también hijo de tal figura. 

Suele decirse que fue utilizada por su cónyuge, Perón, para su ascenso político. Más bien podemos decir que sucedió lo contrario. Vale aquí el dicho de que quien vive en función de las mujeres se termina convirtiendo en mujer. Y el sometimiento del líder a tal figura durante su primera gestión fue sumamente notorio habiendo sido únicamente detenido por su enfermedad terminal. Se sabe incluso que poco antes en la primera revolución en su contra por parte de un sector militar fue ella la que tuvo la peregrina idea de distribuir armas entre el pueblo para enfrentar a los milicos, y que gracias a ciertos influjos de su estrecho círculo militar se evitó que se convirtiera en un nuevo Kerensky. En fin, nada que festejar y mucho que lamentar.