BOLSONARO Y LA FILOSOFÍA



Estudiantes brasileños protestando por la supresión de carreras humanísticas

Que existe el marxismo y la ideología de género en la universidad es algo que sabemos en abundancia. Pero no se los combate eliminando aquellas disciplinas que los mismos han degenerado, sino al contrario corrigiéndolas y haciendo en especial que la Filosofía vuelva a ser un saber superior y metafísico capaz de volcar al hombre hacia la búsqueda de aquellas realidades superiores que hacen a lo que es más que vida. A tal respecto podemos decir que el marxismo y sus adláteres cumplen a la perfección con uno de los momentos necesarios del proceso de decadencia y deterioro. Luego de haber convertido a tal disciplina en un mero instrumento dialéctico y materialista al servicio de la lucha de clases o cuando no en un mero parloteo inútil, la fase siguiente es la representada por sujetos como Bolsonaro. Acudiendo a uno de los instrumentos propios de la subversión, denunciados oportunamente por Evola, de confundir los principios con alguno de sus representantes, toma como excusa la existencia de tales anomalías para sostener abiertamente la supresión de la carrera de Filosofía y suplantarla en cambio por el estudio de las ciencias. En el fondo ello no es otra cosa que lo propio de la burguesía, el tercer Estado, en este caso concordando con el marxismo en el rechazo mancomunado hacia lo metafísico, en un caso subvirtiendo los valores de tal disciplina y en el otro, el segundo momento, eliminándola lisa y llanamente tomando a esto como excusa.