DERECHA E IZQUIERDA


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El tiempo veleta en el que vivimos, en donde no existen verdades inmutables y todo está sometido al cambio y al transcurso de la historia, no ha ahorrado ni siquiera un término tan sagrado como la derecha el cual simbólicamente tiene que ver con lo bueno y diestro, (la mano más hábil), con el Derecho, con la rectitud, etc.; en cambio izquierda, del latín sinister, tiene que ver con lo inhábil, lo torpe, lo siniestro. Hoy en cambio, en el mundo del revés, tiene que ver con determinados lugares geográficos que se ocupan en el parlamento de bueyes, tal como fuera la nefasta revolución francesa en donde a la derecha estaban a los girondinos que no querían degollar al rey sino reconocerlo como monarca constitucional, es decir lo que hay ahora tratándose de un monarca que no corta ni pincha, y los jacobinos que eran la izquierda, que querían suprimir la monarquía y guillotinar al rey. Es decir una divisiòn ficticia en donde todos eran demócratas. Tal división verdadera debe rastrearse en la historia en la famosa revuelta de los plebeyos que se atrincheraron en el monte Aventino en la antigua Roma. Fueron desbaratados por Menenio Agripa quien en un discurso famoso, exponiendo una visión organicista de la sociedad, explicó la existencia de dos vías: una de derecha comprendida como el justo camino en donde la aristocracia debía gobernar del mismo modo que el cerebro lo hacía con el cuerpo y otra la sinistra via en donde el mero hecho de llenar el vientre efectuado por las clases más bajas no asignaba superioridad a quien lo hacía pues el espíritu era superior al simple trabajo y sin la recta orientación del que es más el mismo se disuelve en la nada. Obviamente que en tanto existía una sensibilidad diferente que esta época democrática y vacuna, la plebe entendió el duro discurso de Menenio y disolvió su rebelión siniestra. Hoy es al revés, si apareciera un hombre de derecha con un discurso similar se toparía con una falange de sofistas que le preguntarían quién es el que dice que un sabio es tal, si no es el pueblo a través del comicio. Es decir tiempos terminales en donde ser de derecha es motivo de vergüenza.