NI NUEVA NI DERECHA


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El nazismo biológico ayer fue hitlerista y hoy es trumpiano

Expliqué días pasados que me retiré de un foro administrado por personas que participan de éste (por ello es que publico aquí esta nota) debido a que el mismo resultaba una excusa para atacarnos y por extensión al pensamiento de Julius Evola. Hoy vamos a explicar, debido a que en mi ausencia han continuado tales agravios, que se trata de un grupo que no es ni nuevo ni menos aun de derecha, sino que en cambio se trata de la izquierda más vieja y consuetudinaria en una de sus múltiples expresiones. Debido a la multitudinaria (es un decir) presencia en el mismo de exponentes del más rancio nazismo biológico y a sus habituales argumentaciones, las que curiosamente se ha pretendido vincular con el pensamiento evoliano, respondamos rápidamente que en tal autor hay un rechazo absoluto hacia tal ideología a la que reputa abiertamente como una de las tantas manifestaciones de la modernidad y por supuesto que políticamente como de izquierda pues ésta es la manera como tal civilización se expresa políticamente aunque para confundirnos quiera a veces hacerse pasar como de derecha, que es lo que sucede con el aludido foro. Evola decía que en tanto la modernidad ha representado un movimiento anómalo de distorsión de valores tradicionales, el nazismo debe concebirse como la última de las desvirtuaciones posibles. Así pues, si el liberalismo ha deformado el concepto de persona al confundirlo con el mero individuo, es decir una unidad atómica asimilable como parte indiscriminada de una masa comprendida como entidad colectiva; si el marxismo lo ha hecho con el de casta al confundirla con la clase, es decir una unidad meramente económica y material desvinculada de toda jerarquía y espiritualidad, la última de las desviaciones ha sido la efectuada por la anomalía nazi la cual ha confundido el concepto de raza, una entidad esencialmente espiritual y aristocrática, con el de etnía, esto es una unidad indiferenciada de seres con caracteres físicos similares. Al respecto Evola es contundente en repudiar la famosa expresión de Hitler en consonancia con tal desviación por la cual manifestaba que para él el último de los campesinos alemanes tenía más valor que el monarca de cualquier otra etnía. Lo cual representaba para él una verdadera y propia aberración pues no es lo físico lo que determina a lo espiritual y por lo tanto la superioridad de un ser, sino a la inversa es lo espiritual lo que determina y forma al factor físico. La raza representa para la Tradición aquel elemento superior de un determinado grupo étnico con capacidad formativa respecto del resto y cuya función es la de elevarlo hacia la realidad que representa. Por eso raza y casta eran conceptos casi sinónimos al tratarse de aquella unidad supraelevada, tal como acontecía en la antigua Roma con los patricios, un grupo social con caracteres que se heredan desde la misma cuna y que fungía como patrón de medida y orientación para el resto.

Fue una cosa evidente y comprensible que, en razón de tal contraste esencial, los nazis de su tiempo contrastaran duramente con las concepciones evolianas y esto se ha hecho público en diferentes informes oportunamente publicados y que aparecen en nuestra edición de recopilación de textos raciales titulada La raza del espíritu*. Dicen los teóricos nazis en un informe confidencial: Evola no es nacional socialista, su concepto de raza dista enormemente del nuestro pues para él se trata de una entidad espiritual atribuible a una élite, cosa que en cambio contrasta con nuestro concepto de referirla a la comunidad en su conjunto, al Volk. Luego de agregar que se trata de un aristócrata romano con vínculos con el catolicismo, cosa respecto de la cual ellos contrastan en tanto reivindican la herencia germánica de Wilkund, contraria a la de Carlo Magno, y de que estaría en contra de los grandes progresos efectuadas por la ciencia moderna, los agentes nazis explican la táctica a asumir respecto de Evola. La primera es no promover su obra y la segunda, en coherencia con lo primero, mantenerla en silencio y deformarla. El nazismo gobernante en Alemania fue derrotado en la guerra con la muerte de su líder, pero tal como decía su principal mentor Serrano, Hitler ganó la guerra perdiéndola. En este caso su verdadera victoria fue obtener que los judíos constituyesen el Estado que no fueron capaces de hacer antes en dos mil años. Sin embargo la herencia del nazismo biológico sigue viva y la podemos ver en varios grupos nacionalistas, empezando por el mismo sionismo que también como Hitler reputa que la pertenencia a un determinado grupo étnico, en este caso el judío a diferencia de este último que decía en cambio que era el germánico, implica una superioridad. Cosa a la que por supuesto se oponía el aristócrata romano antes denunciado, para el cual la superioridad no estaba dada por el factor étnico, sino por el espiritual en tanto se perteneciera a un determinado grupo compuesto por cualidades superiores presente éste en grado mayor o menor en TODAS las etnías humanas.

No hace mucho un famoso exponente italiano de tal sector, en una reunión pública que sostuviera con un premier israelí, escuchó decir de éste que había que disolver la herencia nefasta del autor Evola en su medio ¿De qué modo? Habría preguntado el aludido, pues bien de la misma manera que decían sus coetáneos germánicos, en tanto que nazismo y sionismo son expresiones gemelas: silenciándolo y gracias a ello deformando su pensamiento. Esto es lo que sucedió especialmente en el mundo de habla hispana en donde las obras principales de Evola fueron silenciadas sistemáticamente. Rebelión contra el mundo moderno, su texto principal, tardó 60 años en conocerse en nuestra lengua y fue gracias a nuestra ocasional aparición en escena que tal silencio concluyó y así se podría continuar con otras de similar magnitud. El sentido de esto era muy sencillo: poder hacerlo pasar a Evola de contrabando como un autor nazi justamente en razón de ignorarse que se trataba de un metafísico y por lo tanto enemigo incondicional del cientificismo darwiniano por éstos representado.

Ediciones Heracles, a través de mi intermedio, ha logrado traducir la casi totalidad de la obra evoliana y en especial sus textos principales por lo que la indicación del nazisionismo se ha visto afectada en forma notoria. Y gracias a tal hecho muchos nazis honestos se dieron cuenta de que Evola no era uno de ellos y entonces comenzaron a criticarlo, lo cual es lo que corresponde. Pero los deshonestos, que los hay y muchos, en tanto fieles seguidores de sus antepasados de la oficina racial del Reich, no se resignan a tal develamiento de las doctrinas originales de tal autor. Así pues en connivencia con autores güelfos reiterando así lo que sucediera también en tiempos de Evola (2), ante la imposibilidad de silenciarlo han comenzado a difundir la falsa versión, y el aludido foro es ahora uno de los encargados de hacerlo, de que en tanto nuestras traducciones habrían sido falsificaciones del pensamiento del autor lo conveniente en este caso sería no leerlas pues no sería Evola quien escribe sino quien firma esta nota. Ante lo cual la sugerencia es acudir a los auxilios de alguien que lo habría hecho, un tal señor Alcántara (3) del que nos hemos ocupado ya en otras oportunidades, el cual habiendo leído a Evola, ha llegado a la conclusión de que tal autor no es muy distinto de Rosenberg y de Hitler. Así pues en un famoso texto nos recuerda que solamente la raza indoeuropea puede alcanzar la dimensión espiritual no así las restantes las cuales cuanto más podrían llegar a desarrollar un plano psíquico. Recordemos que el sionismo dice lo mismo, únicamente que en vez de indoeuropeo dice judío. Asimismo también repudia al Islam, concordando también en esto con Israel y contrastando con el pensamiento evoliano para el cual era en este contexto en donde era posible un despertar de la tradición en tanto adherente, a diferencia del aludido Alcántara, de la unidad trascendente de las grandes religiones. 

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Nazis biológicos y güelfos en contra de Evola.

Recordemos que no resulta casual que el antes mencionado publique artículos en el periódico del nazi confeso Biondini a cuyo grupo pertenecen los partícipes de tal foro y en los cuales resulta a su vez comprensible su odio hacia el fundamentalismo islámico y su fanática adhesión al sionista Trump.







1) Uno de los partícipes del grupo aquí aludido es un sujeto de gran mediocridad y autoconvencido de que se trata de un profundo intelectual. El mismo nos critica no haber traducido como Síntesis de la doctrina de la raza la obra que en cambio hemos titulado La raza del espíritu. Expliquémosle si es que tiene deseos de entender que en realidad tal obra nuestra agrupa no sólo a aquella a la cual él alude sino también una serie de artículos de Evola sobre el tema a fin de poder tener una visión más plena del pensamiento racial del autor, los que abarcan al menos un tercio del total. El título al cual él alude fue el que se usó con la finalidad de que se aprobara un proyecto de racismo preeminentemente espiritual en contraste con el biológico que primaba en tal época, lo cual no es lo que sucede en la actualidad en donde de lo que se trata es de resaltar mejor las diferencias entre Evola y el nazismo que él practica.




2) No es casual el connubio entre güelfos y nazis biológicos, lo cual fuera vivido por Evola en vida tal como nos relata en su obra El camino del cinabrio cuando hace notar cómo ambos sectores se aliaron para frenar el proyecto racial de Evola en épocas del fascismo. En un caso porque rechazaban la esfera de la metafísica y en el otro porque no querían competencias en una esfera, la espiritual, en la cual pretendían tener la exclusividad.




3) Es curioso notar aunque el común lo ignore que el Sr. Alcántara no sólo no ha traducido nunca un solo texto de Evola, sino que las obras que él comenta y utiliza para sus análisis son en su mayoría nuestras traducciones.
 http://www.juliusevola.com.ar/El_Fortin/72_1.htmhttp://www.juliusevola.com.ar/El_Fortin/70_2.htmhttp://www.juliusevola.com.ar/El_Fortin/67_1.htm;http://centroevolianodeamerica.blogspot.com.ar/2014/01/evoliticas-las-personas-que-nos-han.html http://www.juliusevola.com.ar/El_Fortin/73_1.htm

Marcos Ghio