A 34 AÑOS DE UN ASALTO IMPERIALISTA RUSO EN LA ARGENTINA

El 24 de enero de 1989 se produjo en la Argentina el último intento fallido de la subversión marxista para hacerse del poder y producir una insurrección popular aprovechando el caos terminal en que vivía la primera experiencia democrática en el país, a fin de instaurar en nuestro suelo un régimen bolchevique similar al que en ese entonces existía en Cuba y en Nicaragua. El ataque fue derrotado en forma contundente por nuestras Fuerzas Armadas que le produjeron a la guerrilla 32 bajas. Si bien el movimiento de origen trotskysta que lo produjo manifestó en un primer momento que todo se había hecho para evitar un golpe de Estado militar y defender a la democracia, más tarde, en un rapto de sinceridad, el jefe del mismo, Gorriarán Merlo, confesó en sus Memorias que el ataque fue un error producido por haber ignorado en ese momento que la Unión Soviética estaba a punto de disolverse con la caída del muro de Berlín que acontecería pocos meses más tarde. Es decir que el hecho se inscribía en la estrategia imperialista rusa de expandirse por el mundo entero con la excusa ideológica del comunismo, un régimen sin clases y sin Estado, existente sólo en la imaginación de los elementos subversivos y un anzuelo para captar a ingenuos.
Han pasado 34 años desde aquel trágico acontecimiento y el imperialismo ruso, recreado ahora con nuevos matices ideológicos por el déspota Putin y su ideólogo Dugin, continúa con su afán expansivo por el planeta acudiendo a la guerra, tal como lo presenciamos en la violenta invasión a Ucrania, precidida por otras en Siria, Chechenia, Georgia, Africa Occidental. Recientemente se acaba de efectuar un congreso rusófilo en donde participaran personas del mundo entero y de Sudamérica destacándose junto a exponentes manifiestos de las dictaduras cubana y venezolana, argentinos como ciertos peronistas de pretendida derecha católica que han olvidado la tercera posición, los que con la nueva bandera de la multipolaridad, un sustituto ideológico del antiguo comunismo, pretenden hacernos creer que Rusia nunca ha atacado a la Argentina como en cambio lo han hecho los EEUU e Inglaterra. Los mártires de la lucha en contra de la subversión marxista, así como los nueve militares y seis civiles caídos en La Tablada nos expresan lo contrario.
Marcos Ghio