A LA DIESTRA DE SIÓN

Ferran C. Vidal

 

«Que no hay diestra mentira que no se venga a saber».  Félix Lope de Vega

 

No podemos sentir más que consternación, por lo demás, plenamente fiel y consecuente con los signos de los tiempos de nuestro fin de ciclo, ante el cambio de deriva que han ido tomando en estos años los partidos mal llamados de 'derecha' de Occidente en general y de Europa en particular. Habida cuenta de los hechos, queremos dar nuestro punto de vista tradicional al respecto.

 

 

Café, pastas y té en la sinagoga americana

 

Si la situación de la sempiterna izquierda norteamericana no deja de ser desoladora, frente a los intereses sionistas defendidos por Obama, un mero lacayo al servicio de los capciosos caprichos del lobby judío del país, aún más lamentable es, si cabe, el derrotero de la derecha, tan sumisa y sometida al sionismo como su pretendida oposición política. En 2009 se creó el Tea Party, una suerte de partido destinado a aglutinar a los movimientos afines a la ideología de derecha. Sarah Palin, su portavoz más conocida, suele exhibirse públicamente y sin pudores con estrellas de David gigantes a modo de colgante y chapas rutilantes con la bandera de Israel, mientras soflama discursos en favor del sionismo y la colonización de tierras palestinas. Entre otros afiliados y representantes del Tea Party perfilan también Michelle Bachmann, quien ha pasado largas temporadas trabajando en kibbutz de Israel, el hispano Marco Rubio, que aprobó la invasión de Libia y desea ahora lo propio para Siria, o la islamófoba Sharron Angle, defensora de la cienciología. El partido cuenta, entre otros, con la solidaridad de activistas como David Horowitz, propietario del 'Front Page Magazine', medio virtual informativo que mantiene enlazada una sección especial llamada 'Jihad Watch', dedicada a demonizar al mundo musulmán. La mayoría de miembros del Tea Party, aunque confesos cristianos, profesan un discurso de clara orientación cristiano-sionista, un proselitismo punible y perseguido en la Edad Media al que llamaban cristianismo judaizante.

El director de los enlaces 'Jihadwatch' y 'Dhimmiwatch' es Robert Spencer, autor de una decena de libros y de innúmeros ensayos y artículos antislámicos, muchos de ellos reproducidos en los ambientes del Tea Party. Spencer ha trabajado para think thanks americanos por espacio de veinte años y como periodista jurídico. Desde hace largo tiempo se proclama como un activista político «erudito en islamismo», con la única pericia y objetivo de hostigar al mundo islámico hasta la desesperación. La actividad de Spencer es tan ingente y desmedida que haría falta un monográfico especial para mencionar todas las conferencias, entrevistas e intervenciones de medios de comunicación en los que participa. Citaremos, en particular, el 'New York Post', el 'Washington Post', el 'Washington Times', el 'The Guardian' y célebres cadenas de televisión como la BBC, Fox News, ABC o CNN, todos ellos medios sionistas sin excepción. También ha impartido seminarios sobre «Islam y yihadismo» en docenas de escuelas y Universidades, así como a organizaciones militares y servicios de inteligencia, incluido el propio FBI.  Destaca especialmente en Robert Spencer una misión casi pastoral de instrucción judaizante a los cristianos para combatir el «terror y amenaza del Islam». Es responsable de libros manipuladores hasta lo aborrecible como 'El plan genocida de los líderes islámicos', 'La violenta opresión de la mujer en el Islam', 'Guía políticamente incorrecta del Islam' o 'La verdad sobre Mahoma: el fundador de la religión más intolerante del mundo'. Inminentemente se prepara a sacar otro texto de la misma ralea en el que niega la existencia histórica del Profeta Mahoma. Spencer ha sido acusado de integrarse a grupos Facebook que incitan al asesinato de los musulmanes y de estar detrás de los enlaces 'fuckislam.com' y 'fuckallah.com', eliminados actualmente de la red, pero anexados durante meses en la sección de links de 'Jihadwatch'. La figura de Robert Spencer, hombre conjurado contra el mundo islámico, a caballo entre la patología y la posesión diabólica, es idolatrada por el Tea Party y el sionismo en general, cuyo trabajo y carrera estiman «imprescindible para la comprensión del peligro islámico».

Pamella Geller (Oshry) es otra doctrinante islamofoba con filiación y militancia en el Tea Party. Geller ha trabajado en 'The New York Daily News' y en 'The New York Observer' como analista financiera y de marketing. Actualmente es una asidua tertuliana de la cadena Fox News, donde habla de la «amenaza islámica y la implantación de la sharia en America». Geller reconoce el Islam como «la más radical y extrema ideología de la faz de la tierra» e invita como perfecta guía a «ver las cosas desde el prisma de Israel, porque en la guerra entre los civilizados y los salvajes islámicos, los israelíes están con los civilizados». Geller ha hablado favorablemente del genocidio contra los chechenos y deportación realizada por Stalin, justificando sus acciones «por haberse aliado con Hitler». Sus discursos de exaltación antislámica sin derecho de recusación han causado una honda impresión, tanto en EEUU como en Europa. Geller dirige, de igual modo, los enlaces antislámicos y pro-israelíes 'Gates of Viena' y 'Atlas Shrugs', en los que ha colgado las caricaturas antislámicas publicadas por el diario danés 'Jyllands-Posten', videos de musulmanes fornicando con cabras o imágenes de Mahoma con cara de cerdo. También se le imputa haber creado la página 'Muslims Against Sharia', un blog falsamente atribuido a un colectivo árabe. En 2007 se sumó al grupo 'Stop the Madrassa', un grupo antislámico contrario a la apertura de una escuela árabo-inglesa en EEUU. Geller es amiga personal del azote del Islam Robert Spencer, con quien ha escrito un libro conjuntamente y fundado la organización 'Stop Islamization of America' (SIOA), anatema con el que también encabezó su obra editada en verano del pasado año. SIOA se fundó en 2010 como parte del programa de la 'American Freedom Defense Initiative' (AFDI), en paridad a su equivalente europeo 'Stop Islamisation of Europe' (SIOE), éste último previamente creado en 2007 como resultado de la integración de miembros del 'Stop Islamiseringen af Danmark' (SIAD) y militantes de la 'English Defence League' (EDL). Las campañas de SIOA promueven convencer a los musulmanes para que abandonen su religión islámica. En sus discursos pronunciados para el Tea Party, Geller ha abogado por la unión de este partido con la europea EDL.

Por su parte, la EDL, es un movimiento inglés de acción urbana contrario a la «islamización y leyes de la sharia en Inglaterra». El grupo, nacido en 2009 como protesta al retorno de las tropas inglesas de la guerra de Afganistán, ha organizado numerosas manifestaciones para impedir la construcción de un mezquita en Birminghan. Debido a las fuertes reyertas que solía ocasionar cierta turba de hooligans que por efecto llamada se sumaban a sus hileras, la EDL quiso manifestar públicamente su desvinculación con tales grupúsculos ante una rueda de prensa, aprovechando un acto de octubre de 2009 en el que quemó una bandera nazi y declaró: «No queremos gente de esta ideología entre nosotros. Nuestras acciones deben ser pacíficas porque no queremos que sean silenciadas». En otoño de 2010, la EDL invitó a Nachum Shifren, un rabino militante del Tea Party, a dar una conferencia, en la que llamó «perros» a los musulmanes y proclamó que la liga inglesa «será recordada por nuestros descendientes por toda la eternidad, como aquel grupo que luchó para liberar a Inglaterra del demonio de los izquierdistas, quintacolumnistas y prensa filofascista que había en su nación». Sobre la EDL pesan cargos de atacar y pintar mezquitas con spray y agresiones físicas a musulmanes. Uno de sus activistas ha sido encarcelado diez años por quemar una mezquita, mientras otros están sido investigados por pretender volar por los aires el Templo islámico central de Birgmighan. En Junio de 2010 la liga inglesa creó una División Judía llamada 'EDL Angels' y anunció ser «un grupo opuesto al racismo, orgulloso de tener entre sus miembros a gente de múltiples razas y religiones». El pasado septiembre de 2011, el movimiento inglés reiteró su «apoyo a Israel en su lucha contra el Islam». El «analista en terrorismo» Eric Stakelbeck, columnado con la liga de defensa, compara a sus integrantes con los del Tea Party, como «jóvenes no políticos, en su mayoría de clase obrera, que denuncian las políticas destructivas que hacen sus gobiernos». Recíprocamente, la 'Liga de Defensa Judía de Canadá' respalda a la liga inglesa, celebrando «la lucha común de ambas facciones contra la política del Islam». Desde sus orígenes, la EDL ha estado en connivencia con la 'Liga de Defensa Noruega' (NDL), organización hermana con la que comparte liderazgo y participa en numerosas marchas y protestas de Inglaterra. Anders Behring Breivik, el asesino sionista responsable de 70 muertes en la capital noruega, era un supuesto miembro de la NDL. Figuraba registrado en sus listas con el pseudónimo de Fjiborg, sobrenombre con el que según han admitido diversos medios sionistas se ocultaba el propio Breivick y no el presunto personaje que se ha dado a conocer recientemente en la prensa. Breivick escribía regularmente en los enlaces 'Gates of Viena' y 'Jihadwatch', y afirmaba en su libro 'Derrotando Eurabia', tener cientos de amigos de la EDL en su perfil de Facebook, haber desfilado con ellos en una manifestación de Bradford y conocer personalmente a varios de sus dirigentes. Tras la terrible masacre de Oslo, Tommy Robinson (Stephen Yaxley-Lennon), el líder de la EDL, desmintió todo contacto de Breivik con su organización.

Geller ha invitado varias veces a la liga inglesa a dar mitings en New York, que solían terminar, según la prensa, en tal provocación de violencia que a su líder Tommy Robinson le fue finalmente negada la entrada al Aeropuerto Internacional J.F. Kennedy y obligado a regresar a Inglaterra. Geller, quien describe a la EDL como un grupo de «valientes patriotas ingleses», ha escrito sobre ellos en su blog: «Reivindicamos los actos del EDL. Es el modelo de grupo valiente, sensato y coherente que necesitamos para frenar la islamización de Occidente».

Dick Armey, otro portavoz principal del Tea Party, líder del 'Freedom Works' y del 'Republican House', es el coautor, junto a Matt Kibbe, del 'Manifiesto del Tea Party', una biografía y análisis programático del partido. Para tener una idea de quien es Dick Armey, recordaremos sus ideas replicadas en una revista americana en el año 2002: «Me alegra que Israel ocupe esa tierra habitada hasta el momento por un pueblo agresor que quería su expulsión, y construyan ahora los judíos sus hogares. […] Espero que todas esas malditas naciones árabes que han hecho lo posible por expulsar a Israel de Medio Oriente, encuentren un pedazo de tierra donde acoger a los palestinos. No dudo que podrán hacerlo». De la misma manera, el también ferviente sionista al amparo del Tea Party, Louis Gohmert, apoya encarecidamente «el derecho de Israel a combatir el programa nuclear de Irán». Gohmert denunció el verano de 2010 en la CNN: «Las mujeres musulmanas entran a EEUU para tener hijos y poder nacionalizarlos. Luego envían estos hijos a sus países natales donde les entrenan como terroristas y después los retornan a EEUU para cometer atentados contra la nación americana. ¡Está pasando ahora!». Obviamente, esta falsa y ridícula alarma de «bebés terroristas» fue inmediatamente descartada por el FBI. La lista de integrantes y simpatizantes del Tea Party continúa con los nombres de Steve Stevlic, Jenny Beth Martin, Mark Meckler, Judson Phillips, Dale Robertson, Steve Elliott, Marsha Blackburn, Amy Kremer, Howard Kaloogian, Sal Russo... Casi todos ellos tienen en común ser judíos sionistas y achacar a Obama demasiada indulgencia con Palestina.

En la labor de propaganda, Michelle Prelle cumple una relevancia importante dentro del Tea Party. Es el escritor del libro 'Underdogma', un panfleto amarillista afín a las ideas del partido contra Palestina. Prell, un «activista de los derechos humanos y consultor de política internacional», ha elaborado discursos para importantes figuras políticas, como el primer ministro Benjamin Netanyahu, el primer ministro de Canadá Stephe Harper y otros cientos de políticos de los tres continentes. Es amigo y colaborador del «Rabino Americano» Shmuley Botench y ha protagonizado numerosas y pomposas alocuciones sobre los valores judíos. Ostenta, además, el reconocimiento ''Pollie Award'', galardón que otorga la 'American Association of Political Consultants', descrito como «Premio académico de políticas de advertencia». El libro 'Underdogma' ha sido gratamente granjeado por renombrados sionistas como Daniel Pipes y Frank Gaffney. Así defiende Prelle la tesis de su obra: «Desde el bendito Cristo, pasando por Eli Manning, hasta los palestinos que lanzan piedras, la gente tiende siempre a apoyar a los más débiles. Desde mi infancia, tanto en la escuela, como en la familia o la universidad, vengo escuchando como premisa existencial, que los hombres de raíz humilde o menesterosos son siempre gente noble y bondadosa, mientras otras personas o grandes entidades son despreciadas por el simple hecho de que tienen más poder. El nombre que damos a este axioma es 'underdogma' y su idea representa el polo opuesto del verdadero espíritu americano».

En el siguiente enlace puede verse el video publicitario del libro ''Underdogma'', en el que las imágenes hablan por sí solas:

http://www.youtube.com/watch?v=RkaBG7eLNJs  (Anuncio videográfico del libro 'Underdogma').

 

Prelle ha declarado públicamente que «los palestinos ejecutan a los homosexuales» y ha transmitido su preocupación a los americanos de que «los musulmanes quieren eliminar la Navidad de nuestras calles». A finales de 2010 escribió un ensayo llamado 'Why Palestinians?', donde afirma haber estado «cinco años analizando el terrible 'underdogma' que existe en la sociedad sobre el conflicto entre Israel y Palestina». Asegura en éste que «los palestinos incitan al odio y la violencia contra aquellas culturas que consideran inferiores» y que «en sus escuelas y televisiones enseñan a los hijos a matar a gente inocente». Deplora que «el 72% de los palestinos de escuela secundaria aspiren a ser mártires» y que «los hombres sometan a las mujeres y puedan asesinarlas antes que su honor sea violado», por lo que reprocha que «Palestina reciba las mayores ayudas económicas del planeta». Dicha denuncia la amplia a todo el mundo islámico, al que califica como «nuestro enemigo declarado». Culmina su alegato añadiendo: «Por culpa de este 'underdogma' la gente aplaude estrellar aviones contra edificios, ahorcar y lapidar a homosexuales o usar a niños-bomba para cometer atentados suicidas contra civiles. El 'underdogma' es un «Eje de Poder» que ha trascendido toda concepción política de derechas y de izquierdas, pues es defendido incluso por muchos personajes famosos y celebridades de la sociedad. Los islamistas radicales utilizan este 'underdogma' como clara justificación -incluso provocación- para seguir cometiendo brutales ataques yihadistas, que perjudican hasta quienes enardecen este pensamiento. Seguir defendiendo esta política 'underdogma' es suicida y tal condescendencia nos está llevando a la auto-destrucción».

Carente de otros atributos, el Tea Party se nos muestra como un implacable abogado de guerra contra el mundo islámico, enclaustrado en un discurso límbico de la condena. Un cúmulo de leyendas y despropósitos completamente indigestivo que, lamentablemente, ha quedado presa en el fondo de la conciencia infantil del hombre medio americano y digerido sin problemas en sus entrañas curtidas de comida basura.

En contraposición al Tea Party, nació en febrero de 2010 el Coffe Party, un movimiento análogo para los acólitos de izquierda. Éste es subvencionado por el judío sionista y multimillonario George Soros, a través de su 'Open Society Institute', un poderoso network que integra toda índole de organizaciones, institutos, partidos políticos y lobbies de presión izquierdista, entre ellas la 'Democracy Alliance' de Rob Stein, el 'Jews for Racial and Economic Justice' o el 'National Gay and Lesbian Task Force'. Es importante señalar que George Soros es, a la sazón, el principal financiero de la revolución bolivariana de Sudamérica. El Coffe Party fue fundado por Anabel Park, cineasta defensora de las políticas de Obama, quien ha co-dirigido la película ‘9500 Liberty’, un documental en favor de la inmigración y el mestizaje, que fue subvencionado por MTV Tr3́s, filial del emporio mediático Viacom de los magnates sionistas Philippe Dauman y Summer Redstone (Murray Rothstein). El partido tiene como portavoz oficial al judío Camron Moore y goza de la gran cobertura mediática que le brinda el grupo C-SPAN de televisión privada, dirigida por el donante de dinero para la limpieza étnica de Palestina, Brian Lamb.

El Coffe Party es apoyado sin reservas por influyentes intelectuales de la izquierda americana como Noam Chomsky, James Petras, Immanuel Wallerstein o Leonardo Boff, y en Europa por numerosos grupos marxistas, entre los que figuran la asociación francesa Attac, partidaria de la Tasa Tobin, o medios electrónicos como 'Rebelión.org'.

Chomsky, quien se define como «anarcosindicalista» y «sionista libertario», es un veterano y fiel simpatizante del Partido demócrata y del Partido Verde. Escribe frecuentemente artículos para 'Z Communications', un grupo mediático independiente de rotundo marchamo comunista, cuyo equipo directivo y redactor es predominantemente judío. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, recomienda la lectura de su libro 'Hegemonía o supervivencia', un texto aleccionador hacia el socialismo internacional.

El «revolucionario y anti-imperialista» filósofo James Petras, es un afamado activista y escritor de importantes periódicos de izquierda como el 'Le Monde Diplomatique', el 'New Left Review' o el 'Monthly Review'. Fue un antiguo alternante y colaborador del gobierno de Salvador Allende. Las ideas de Petras son harto promocionadas en espacios virtuales comunistas como 'Red Voltaire' y la citada 'Rebelión.org'.

Immanuel Wallerstein, sociólogo-historiador estadounidense y principal teórico del análisis sistema-mundo, está considerado una eminencia dentro de los movimientos antiglobalización. Wallerstein dice inspirar su pensamiento en triada sincrética a Karl Marx, el historiador francés Fernand Braudel y los teóricos del desarrollismo. Ensalza en sus escritos los crímenes de la Revolución francesa y minimiza los de la Revolución bolchevique.

Por su parte, Leonardo Boff, ex franciscano brasileño rechazado por el Vaticano, tras quitarse el disfraz de creyente y homilía cristiano-sionista, defiende ahora a grupos e ideas de la New Age. Correlativamente ha denunciado la persecución del bahaísmo que presuntamente estaría realizando Irán, así como su emisión nacional televisiva del reportaje 'The secret of Argameddon', en el que se acusa a los iraníes judíos bahaíes de querer socavar el país, ayudados por los miembros de su sede central religiosa de la ciudad de Haifa en Israel, en contubernio a un plan de domino mundial judío.

Llegados al mes de mayo de 2011, nació igualmente el célebre movimiento de izquierda '15-M'. Éste surge como inspiración del libro '¡Indignaos!' del autor Stéphane Hessel, un antiguo miembro de La Résistance francesa, «superviviente del holocausto» y uno de los principales redactores de la Declaración de los Derechos Humanos de 1948. Pocos meses después de la publicación de su obra, Hessel sacó una segunda parte llamada '¡Comprometeos!', cerrando así este tándem doctrinal que es talmente una secuela de ‘El Capital’ de Marx. Tanto el movimiento '15-M', como su sosias americano 'Occupy Wall Street', es nuevamente financiado por George Soros, y tiene como ulterior propósito exaltar una voz pública exigente de reformas económicas y sociales que, lejos del destino abnegado que dichos «indignados» promulgan, prepara el advenimiento de la agenda de propuestas del nuevo orden mundial. En tanto, aquellos integrantes que ignoran esta taimada artimaña y, suponemos, luchan sinceramente por los intereses de este movimiento, no reparamos en ellos otra cosa que la paradoja de reivindicar derechos de vida burguesa. La mayoría de integrantes del '15-M' se compone de activistas progresistas, hippies reciclados y perroflautas de todo pelaje, una singular amalgama que conforma en sí mismo un auténtico 'Cannabis Party'.

Como vemos, el silbido de la hidra judaica resuena tanto en el partido republicano como en el demócrata. Una vez todos reunidos en el salón de la sinagoga, toman sus asientos para diseñar y decidir el futuro del planeta. La derecha sirve el té a los presentes y la izquierda los convites de café. De la pasta nadie debe preocuparse, pues ésta y cuanta sea necesaria ya la ponen los judíos.

 

 

Del proislamismo a la islamofobia

 

I

En concomitancia con EEUU, la histeria antislámica se ha propagado en Europa a través de toda la fiebre multiforme de partidos de la «Nouvelle Drete», «Identitarios» y otros mixtovariantes. Dichos grupos ya hace tiempo que sucumbieron al discurso islamófobo, fabricado si descanso por el sionismo, y a la falaz amenaza de 'Euroarabia', término acuñado por la judía Bat Ye'or, mujer famosa a su vez en Francia por su teoría 'Dhimmitude'. El neologismo 'dhimmitude', de significado análogo al 'underdogma' americano, alcanzó gran popularidad en el país galo gracias a la periodista italiana Oriana Fallaci, cuyo apellido parangonamos de un acierto extraordinario.

Por nuestra parte, nos cansamos de advertir a dichos concurrentes que tal postura anti-islámica no sólo era incoherente, sino que favorecía enormemente los intereses de Israel. Sólo conseguimos una sonrisa socarrona y tomarnos por ingenuos o por locos. No deja de ser desconcertante, a tenor del considerable número de nacionalsocialistas que hay en dichos grupos «identitarios», el cambio radical de éstos respecto a su postura con el mundo islámico. Asimismo, y como premisa aclaratoria, queremos precisar que no nos referimos al total acervo de los inscritos, pues sabemos que algunos realizan una labor encomiable, sin embargo, y por propia ley de aristocracia, éstos no son más que una minoría. Nuestro interés no es versar en el análisis particular y concreto, sino en la síntesis metagenérica de los acontecimientos.

Hubo otros tiempos más benignos donde en Alemania el NPD integraba musulmanes en sus lineas y permitía a hombres como Ahmed Huber dar conferencias sobre el mundo islámico en los congresos del partido y escribir en el informativo 'Deutsche Stimme'. O Nick Griffin, el  líder del BNP, congeniaba desde Inglaterra con las figuras de Jomeini y Gadaffi. Años en que en España, Huzman Hanza Ríos, publicaba la siempre polémica revista 'Handschar', mientras Omar Silva escribía artículos proislámicos para la Falange y otros miembros del partido manifestaban su apoyo a las revueltas de Irán.

Haciendo una mirada aún más retrospectiva, Hitler ordenaba en Alemania construir una mezquita en Berlín, declaraba a la raza árabe como «pueblo no inferior al ario», colaboraba en favorecer la expansión del islamismo en sus países, integraba a musulmanes en los ejércitos de la Wermacht y en las Waffen SS internacionales, abría escuelas de Mulahs y centros islámicos en Berlín, Dresden y Metz (Francia) o recibía al Gran Mufti de Jerusalén con todos los honores y banderas palestinas, y con la misma deferencia a delegaciones de Siria e Irak.

Empero, los nacionalsocialistas contempóraneos prefieren encarnizarse contra el Islam, impedir que construyan mezquitas y culpabilizarles de la arabización de Europa. Pese a que apenas el 18% de los países islámicos son árabes y que el propio Corán instruye en la «no confrontación entre religiones», dichos acólitos siguen creyendo en la dicotomía árabe-musulmán y en el peligro que entraña su religión. Decididamente el hombre islámico no es digno de su confianza. Sin embargo, Hitler tenía una una opinión muy distinta:

«Los únicos a los que considero dignos de confianza son los musulmanes» Adolf Hitler

«Estoy convencido de que los pueblos gobernados por el Islam estarán siempre más próximos a nosotros que, por ejemplo, Francia, no obstante la familiaridad de la sangre que corre por nuestras venas». Adolf Hitler

Mientras el Führer prefería una noble alianza con pueblos musulmanes extranjeros, antes que confiarse a otras naciones por simple y mera afinidad racial, sus nietos ideológicos son partidarios hoy de hacer justamente lo contrario.

Hitler, lejos del prejuicio y desconocimiento general habitual, consideraba el Islam como una religión superior al cristianismo, que incluso llegaba a comparar con los tiempos de esplendor del Sagrado Imperio Romano:

«Es tan solo en el Imperio universal romano que podemos decir que la cultura fue un factor (en términos de Estado). También el gobierno de los árabes en España fue algo infinitamente distinguido: los más grandes científicos, pensadores, astrónomos, matemáticos, una de las épocas mas humanas, al mismo tiempo que una caballería colosal. Cuando mas tarde hizo su aparición el cristianismo, entonces sí podemos decir: los bárbaros. La caballería que nació en los castellanos fue en realidad una herencia de los árabes. Habría sido mejor que Charles Martel no hubiera vencido en Poitiers, ya que nuestra Europa, totalmente subyugada por los judíos, había convertido el cristianismo en algo tan insípido que hubiese sido preferible la victoria del Islam. La religión islámica recompensa al guerrero con la entrada al séptimo cielo. Con esta religión habríamos recuperado de nuevo el espíritu guerrero que nos había arrebatado el cristianismo y hubiéramos vuelto a conquistar el mundo». Adolf Hitler

«Basémonos siempre en esta verdad histórica: el legislador de los musulmanes, hombre poderoso y terrible, establece sus dogmas con el coraje de sus armas, aún y la indulgencia y tolerancia de su religión. El legislador divino del cristianismo, viviendo en la humildad y la paz, y predicando el perdón de las ofensas, su santa y dulce religión se convirtió para nuestra ira, en la más intolerante y bárbara de todas». Adolf Hitler

Otro argumento extendido entre dichos neomilitantes es acusar al Islam de ser una «religión falsa» o «anti-europea» por no tener imágenes, cuando los atlantes, los pelasgos, los persas mazdeístas, los indoarios de la primera edad védica o los propios romanos durante los dos primeros siglos, tampoco representaron a sus divinidades. El Canciller alemán tampoco nunca objetó nada al respecto, sino que nuevamente lo consideró un rasgo superior de su religión:

«Por desgracia para la iglesia, ella ha delimitado el misterio al explicarlo de manera precisa… No tenemos ninguna luz sobre el misterio cuando aprendemos que los sacerdotes se asemejan a Dios bajo lo rasgos vulgares de un hombre. Los discípulos de Mahoma, en este aspecto, son muy superiores, ya que no necesitan representarse físicamente a Allah. […] El mayor peligro en que ha caído el cristianismo es que su representación de la otra vida sometida a un cambio eterno, ha sido ligada a tantas pequeñas cosas terrestres, que si una vez éstas se rompen, los hombres estarán maduros para el retorno del materialismo marxista. Es lo angustiante, pues con ello el hombre pierde toda restricción, y se imagina el amo de la naturaleza, y entonces es cuando todo termina». Adolf Hitler

Léon Degrelle explica dicha admiración del Führer por el Islam:

«Hitler tenia una debilidad indiscutible por la religión islámica. Él, que era de origen católico y de pequeño había cantado en el coro de su parroquia, manifestó siempre un gran respeto por el Islam y su civilización». Léon Degrelle

El ex general belga también relata cómo Hitler ordenó fabricar collares con un diminuto Corán abierto, que colgaba personalmente a los cuellos de los soldados voluntarios musulmanes. Cabe recordar la efusiva amistad que mantuvo siempre Degrelle con el Gran Mufti y con sus hijos, quienes en los años 70 fueron a visitarle personalmente a Cartagena durante sus años de exilio en España.

Pero en absoluto el filoislamismo era una idea personal de Hitler, sino una convicción compartida por casi toda la cúpula dirigente del Reich. Nadie ignora el interés y respeto que Himmler sentía por la religión islámica, cuya cosmovisión valoraba como «la más cercana al nacionalsocialismo», o que el Corán fuera uno de sus libros de cabecera, del que se valían sus suntuosos discursos y ovaciones a las tropas musulmanas. Ludwig Heiden, oficial de los Servicios Centrales de Seguridad del Reich, se hizo célebre por haber traducido el 'Mein Kampf' al árabe y haber editado una versión al mismo idioma de 'Los Protocolos de los Sabios de Sión', además de convertirse al islamismo con el nombre Al Hadj. El ilustre antropólogo Dr. Ludwig Ferdinand Klauss, importante teorizante de estudios raciales del NSDAP y gran entusiasta de alianzas con el mundo islámico, también se hizo adepto musulmán. Oskar Ritter von Niedermayer, conocido por sus antiguas hazañas en la primera guerra mundial, en las que medió con Afganistán para liberar a la India de las colonias británicas, fue otro convertido al islamismo. Niedermayer tuvo uno reconocida labor durante el Reich como general de unidades de legionarios turcomanos y otros pueblos del este, así como de voluntarios afganos e iraníes. El también experto alemán en cuestión judía y alto rango del NSDAP, el Dr. Johannes von Leers, dirigió los servicios de propaganda antisionista del gobierno de Egipto y abrazó la fe islámica bajo el apelativo de Omar Amin. El celo musulmán y ahínco con el que von Leers exhortaba la adhesión de los europeos a la religión islámica dejaría hoy líbido a más de uno. No exageramos al decir que las declaraciones transcritas a continuación del secretario de Goebbles son las más diplomáticas que hemos encontrado:

«El mundo está en deuda eterna con la religión islámica. Con la conquista de Arabia, los musulmanes consiguieron frenar la peligrosa incursión de los judíos en esas tierras, y en lugar de las terribles enseñanzas del Jehová del judaísmo, trajeron a los pueblos conquistados la noble religión islámica, que desde ese instante abrió las puertas de una cultura superior a muchos pueblos». Johannes Von Leers

«El musulmán es el mayor enemigo del judaísmo, por eso los judíos quieren destruir todo el trabajo que hizo el profeta Mahoma». Johannes Von Leers

«Me he convertido voluntariamente al Islam y he cambiado mi nombre original por el doble nombre árabe de Omar Amin. El primero, por nobleza y respeto al gran Califa Omar, quien fue el mayor luchador contra los judíos, y el segundo, en honor de mi venerable amigo, el Gran Mufti Hajj Amin el Husseini». Johann Von Leers

Hubo muchos otros oficiales alemanes y altos rangos del estado mayor y de la RSHA que se convirtieron voluntariamente al Islam. La mayoría emigraron tras la guerra a tierras de Egipto, Siria e incluso Arabia Saudí. Algunos estuvieron desempeñando labores de propaganda contra el sionismo y en favor de la autodeterminación de los pueblos musulmanes. Otros trabajaron en los ministerios de defensa e instruyeron militarmente a las Fuerzas de Liberación de Palestina (PLO), entre cuyas operaciones logísticas y suministro de armas habrían contado con la ayuda del propio Otto Skorzeny. He aquí un elenco de sus nombres: Gerd Von Nimzek (Ben Ali), Bernhardt Bender (Béchir Ben Salah), Leopold Gleim (Al Nashar), Walter Balmann (Ali ben Khader), Hans Appler (Saleh Shafar), Seipel (Imad Zuher), Heinrich Sellman (Hassan Suleiman),Wilhelm Boerner (Ali Ben Keshir), Ulrik Klaus (Muhammad Akbar), Gruber (Aradji),  Dr. Heribert Heim (Tarek Hussein Farid), Werner Birgel (Al-Gamin), Aloïs Brunner (Ali Mohammed), Ludwig Zind (Muhammad Saleh), Wilhelm Boeckler (Abd el-Karim), Joachim Daümling (Ibrahim Mustapha), Franz Bartel (Al-Hussein), Aehim Dieter Peschnik (Al-Saïd), Baumann (Ali Ben Khader), Heinrich Willermann (Naim Fahum), Albert Thiemann (Amman Kader), Wilhelm Hintersatz (Harun-al-Raschid Bey), Erich Altern (Ali Bella), Friedrich Buble (Ben Amman), Karl Luder, Dr. Wilhelm Beissner, Oskar Dirlewanger, Barón von Harder, Franz Hithofer,  Fritz Bayerlein, Wilhelm Farmbacher, Franz Bünsch, Dr. Hans Eisele, Erich Bunzel, Hans Becher, Eugen Fichberger, Gerhard Mertins, Schmalstich, Rudolf Midner, Alois Moser, Oskar Münzel, Franz Rademacher, Walter Rauff, Erich Weinmann, Otto Ernst Remer...

Los ejemplos de apoyo y defensa brindados por el Reich a los pueblos islámicos son numerosos. En 1937, en el macrocongreso panárabe de Blutan contra las políticas sionistas, el único país europeo presente fue Alemania. Durante los años de gobierno, los nazis defendieron la independencia de Marruecos y dieron refugio al emir Shakib Arslan del Libano, recibiéndolo como «Ciudadano de Honor del Reich» y nombrándole consejero del departamento de propaganda árabe e islámica. También liberó Alemania al tunecino Habib Burguiba, líder del partido independentista Neo-Destour, encarcelado por los franceses. Los 'Hermanos Musulmanes' recibieron ayuda del Reich para distribuir traducciones al árabe del 'Mein Kampf'. Fritz Grobba, el embajador alemán en Bagdad, contribuyó sobremanera con Al-Husseini y el derrocado Rey afgano Amanullah, en el golpe de estado irakí de Rashid Ali al-Gailani contra las intromisiones británicas. Al-Gailani tuvo, además, asilo político y ayuda militar de los alemanes a su país una vez empezaron las hostilidades de los ingleses. Los intereses de Afganistán -país en el que Alemania llevaba trabajando desde 1917- también fueron defendidos por el Reich, a través de la 'Escuela de Lengua Alemana' de Kabul, estrechando relaciones con el ministro de economía Absul Majid, así como negociando ganancias territoriales para el país tomadas por los británicos y entrenando a las fuerzas armadas del país. Durante el refugio de Majid en Berlín, los alemanes se comprometieron a liberar a los 15 millones de afganos colonizados en la India por el Raj británico. Alemania fomentó también en la nación afgana la emancipación de la etnia pashtun, pueblo al que declaró oficialmente como ario y para quienes ayudó a crear la Academia Pashto (Pashto Solana), destinada a la recuperación del idioma pashto, muy en decadencia en esos años por la imposición de la lengua persa. El Reich también mantuvo relaciones diplomáticas con el embajador turco Mehmed Hamdi, partidario del golpe de estado de Irak y de ceder acceso territorial para invadir la URSS, mientras las tropas alemanas ganaban el apoyo de Alparsan Türkes, jefe del 'Ulkücüler' y de la 'Formación Turaniana'. En Palestina, los alemanes dispusieron diferentes ortsgruppen (ramas locales) del NSDAP y permitieron al líder del 'Consejo Supremo Islámico' y 'Gran Mufti de Jerusalén', abrir un centro islámico en Berlín y una oficina de propaganda organizada con cuatro secciones: 'Propaganda por Radio', 'Espionaje y Sabotajes en Europa y Oriente Próximo', 'Reclutamiento de Voluntarios para las Unidades Musulmanes' y 'Formación de Imanes para las Unidades Musulmanas'. Una vez ocupada Francia, y cortésmente recibidos por la población tunecina del país galo, los alemanes entablaron relaciones con el líder de la comunidad musulmana Si Kaddour ben Gabrit e intercedieron económicamente en la construcción del Hospital musulmán 'Avicena' del municipio de Bobigny.

Durante la guerra, las alianzas entre Alemania y los pueblos árabes e islámicos, lejos de menguar se afianzaron. Hitler ordenó crear diferentes divisiones SS para voluntarios musulmanes, así como la expresa unidad de voluntarios árabes 'Deutsche Arabische Lehr Abteilung' y el 'Kommando Deutsch-Arabischer Trupper' (KODAT) '', cuerpo especial magrebí para voluntarios marroquíes, argelinos y tunecinos. Stefano Fabei da una cifra estimada del número de voluntarios islámicos alistados al Reich, basada a su vez en el libro 'Voluntarios extranjeros en la Wermacht' de Carlos Caballero:

«Se trata de una contribución muy significativa, difícil de cuantificar numéricamente. Para intentar dar una cifra, diremos, prudentemente, que más de 300.000 fueron los musulmanes de las regiones islámicas de la Unión Soviética (caucásicos, turcos de Crimea, tártaros del Volga, turkestanoss, azerbaiyanos, etc.) que se enrolaron con los alemanes para combatir contra la armada roja de Stalin; 117.000 los caídos. Por cuanto se refiere a los árabes, entre 1941 y 1945, se calcula que 500 sirios, 200 palestinos, 450 iraquíes y alrededor de 12.000, entre argelinos, tunecinos, marroquíes y egipcios que se unieron activamente al Eje. 6.300 formaron parte de unidades militares del Reich, unos pocos centenares combatieron con los distintivos del Ejercito Regio o de la Milicia Voluntaria de Seguridad Nacional, otros también militaron en la unidad de la Francia de Vichy. Emanuel Celler, miembro del congreso de los Estados Unidos, el 10 de abril de 1946, declaró que dos mil soldados árabes del Eje prisioneros de guerra estaban internos en el campo de presos de Opelika, en Alabama. Luego, en los Balcanes, más de 30.000 voluntarios de Bosnia, de Albania y de otras regiones musulmanas entraron el las Waffen SS, y a esto habría que sumar aquellos millares de fieles de Allah que combatieron en milicias y formaciones autónomas».

Según pesquisas de otros autores como Carlo Cariglio, la cifra de voluntarios árabes habría superado los 40.000:

«Esto, naturalmente, sin contar los centenares de miles de voluntarios Bosnios (dos Divisiones musulmanas Waffen SS, la 13° Gebirg-Division “Handschar” y la 23° Gebirgs-Division “Kama”), Croatas (quinta División Nacional “Hravatsko Domobranstvo”, la “Crna Legija”, la Milicia Ustascia, así como dos Divisiones y numerosos Legionarios voluntarios del frente del Este), Albaneses (Waffen-Gebirgs-Division der SS “Skanderberg”, liderada por Mostepha Bey Frashery), Cosacos (la Ostlegion, la XIV Kosaken-Kavallerie-Korps der SS Don-Kosaken, la 19° Waffenverbände der SS «Kuban-Kosaken», la 20° Waffenverbände der SS «Terek-Kosaken», la 21° Waffenverbände der SS «Sibir-Kosaken»), Árabes (40.000 voluntarios integrados en la Wehrmacht, sin contar los alistados en la “Phalange Africaine”, la “Deutsch-arabische Lehrabteilung”, la “Brigade El-Maadi”, la “Französische Freiwilligen Legion”, y en las varias milicias armadas costituidas entre el 1942 y el 1944 del “Rassemblement National Populaire”de Marcel Déat, del “Parti Popoulaire Français” de Jacques Doriot, del “Mouvement Franciste” de Bucard y del “Mouvement Social Révolutionnaire” de Eugène Delonche); y Rusos (más de un millón de hombres enrolados en la “Russkaja Osbodie Telnaja Armia”, el Ejército de liberación nacional ruso, a las órdenes del general Andreï Vlassov). Por no mencionar las Divisiones y los centenares de Brigadas y Regimientos de voluntarios Búlgaros, Serbios (formados dentro de la División SS “Prinz Eugen”), Turcos, Ucraineses (Ejército de liberación Ucrainés), Bielorrusos, Turkestanos (la Legión Turkestana), Tártaros (la Legión del Volga del Obersturmfürer Olzcha), Caucásicos (la Legión Caucásica de Ali Khan), Azerbaiyanos (la Legión SS liderada por el general Mikhail Dudanginsky), Armenios (la Legión Armenia), Georgianos (la Legión Georgiana), Tibetanos (un Batallón de voluntarios llegados en 1945 para defender Berlín) e Hindúes (la 17° Indische Legion der Waffen-SS y 4.000 voluntarios del 950° Panzergrenadierregiment y de la 18° Unidad de la SS Freiwilligen-Panzergrenadierdivision “Horst Wessel”, sin olvidar los 50.000 voluntarios del Ejército Nacional Indio de Subhas Shandra Bose, integrados en el ejército japonés)».

Léon Degrelle revela el sentido de dichas alianzas:

«Es lo que explica el interés especial que Hitler tenia por los pueblos del Islam, arrastrados demasiadas veces a la dominación y menosprecio de los negreros extranjeros que impusieron a estos países altamente civilizados sus lenguas y costumbres. Sin los aportes de estos antiguos pueblos, Europa habría acabado en los balbuceos de una Alta Edad Media que ni se acordaba de Sócrates ni de la Roma de Agusto. Es el Islam quien nos trajo a Córdoba a Aristóteles hace ya más de diez siglos»Léon Degrelle

Aún más desconocido es el dato proporcionado por Elwyn Jones y Rajani Palme Dutt sobre la conversión de 25.000 nacionalsocialistas al islamismo ordenada por el Reich en verano de 1939. Éstos fueron organizados en el movimiento musulmán 'Janait-e-Muslimin' con el consentimiento y colaboración del Gran Mufti. Diseminados como misioneros políticos en diferentes países islámicos, desempeñaron funciones de administración bancaria, actividades de cinematografía y documental, colaboraciones proislámicas y antisionistas en la prensa árabe e impartiendo clases de lengua alemana. Sus principales centros de operación estaban Bagdad y sobre todo en el Cairo, capital emparentada con las labores políticas que a su vez tenía desplegadas el Reich en el resto de Egipto, Sudán, Palestina y Transjordania. Otro organismo a su servicio fue el 'Club Árabe el Nadi el Arrabi', movimiento panislámico fundado en 1921 por el emir libanés Shakib Arslan, hombre partidario del Califato y mano derecha del Gran Mufti, que contaba con militantes en múltiples zonas de Oriente Medio y Europa y una sede principal en Berlín.

Cuando Alemania promulgó las leyes contra los matrimonios mixtos judíos de Nuremberg, miles de telegramas de felicitación fueron enviados al Reich de parte de los países árabes e islámicos, especialmente de Marruecos y Palestina. Los árabes veían en Hitler el equivalente de un Califa. Muchas zonas del mundo árabe y medios de prensa lo identificaron como una encarnación de Mahoma. En Siria y Libano, las figuras del Führer y el Duce se interpretaban como personificaciones del Mahdi. Mientras los sirios daban a Hitler el título de «Abu Ali» (Sirviente del más alto), el canciller alemán era bautizado en Egipto como «Muhammad Haidar» (León de Mahoma). Gran cantidad de libros, carteles publicitarios y entradas de tiendas y mercados locales, llevaban circunscrita la leyenda «Bissama Allah, oria alard Hitler» (En el Cielo Alá, en la tierra Hitler).

Las muestras de afecto que tuvo el Reich con los pueblos árabes y con el mundo musulmán en general, se constatan nuevamente en el telegrama que Himmler envió en noviembre de 1943 al Gran Mufti de Palestina, país por el cual Alemania, toda y la fuerte presión de los británicos y de la Organización Mundial Sionista, abrigó siempre una gran égida y la promesa de otorgarle un Estado propio integrado en un Califato islámico, una vez finalizada la guerra:

«Al Gran Mufti: El movimiento nacionalsocialista de la Gran Alemania mantiene, desde su inicio, una lucha contra la judería internacional. Por ello ha seguido con especial afecto la encomiable resistencia por la libertad del pueblo árabe, fundamentalmente en Palestina, contra las injerencias de la comunidad judía. En reconocimiento a este mortal enemigo común, yace la firme fundación de la alianza natural del nacionalismo alemán por el amor y lucha de los musulmanes del mundo entero. En tal voluntad de espíritu, os envío, en este infame aniversario de la declaración Balfour, mis más sinceros deseos y esperanzas para que en esta lucha consigáis finalmente la victoria»Heinrich Himmler

Durante años, Alemania estuvo enviando al Rey Ibn Saud de Arabia Saudí, a través de Turquía, armamento y dinero para los insurgentes palestinos. Los alemanes trasladados a Palestina tomaron contacto con importantes líderes árabes para soliviantarse al rechazo de partición de tierras entre judíos y palestinos. Adam Vollhardt, principal emisario alemán delegado a Palestina en interés de negociar con dichos superiores palestinos, requirió en 1938: «La cuestión palestina debe resolverse satisfactoriamente para el pueblo árabe en pocas semanas. […] Alemania quiere contribuir a solucionar el problema palestino y devolver los derechos de este pueblo, y usará para tal objetivo todos los medios posibles de propaganda en favor de la causa árabe». Por su parte, el 'Consulado Alemán de Palestina' hacía notar: «Es voluntad de Alemania asistir y lidiar la lucha de los árabes contra las pretensiones territoriales del sionismo».

Por el lado intelectual, el insigne filósofo y científico alemán Herman von Keyserling expresaba: «Desde el comienzo de la revolución alemana me impresionó el parentesco del nacionalsocialismo con el Islam, y esta impresión se confirmó y reafirmó tiempo después».

También Carl Jung vio estrechas analogías entre el movimiento nacionalsocialista y el Islam, e incluso identificó al Führer con Mahoma:

«La cosmovisión de Hitler es la más cercana posible al islamismo, prometiendo el máximo de recompensas en esta vida, pero con ese Walhalla ''a lo musulmám'', en el que todo alemán merecedor puede entrar y disfrutar de su grandeza. El nacionalsocialismo predica, como el Islam, la virtud de la espada». Carl Jung

«No sabemos si Hitler está a punto de fundar un nuevo Islam. De momento va por este camino, se parece a Mahoma. La emoción en Alemania es islámica: guerrera e islámica. Todos sedientos de un Dios ''poco social''». Carl Jung

El filósofo Friedrich Nietzsche, aclamado en su día por la Alemania nacionalsocialista como por sus vigentes seguidores, por su teoría del Übermensch, valoraba asimismo sobre el Islam:

«Tras arrebatarnos la cosecha de la cultura antigua, el cristianismo nos arrebató también la de la cultura islámica. El mundo maravilloso de la cultura árabe en España, más cercano a nosotros, en último término, que Grecia y Roma, porque nos hablaba con mayor fuerza a nuestra sensibilidad y a nuestro gusto, fue pisoteada (no tengo qué decir por qué pies)». Nietzsche

«Posteriormente, los cruzados combatieron contra algo ante lo que habrían tenido que arrodillarse y venerarlo con la frente en el suelo. [...] La verdad es que los cruzados estaban sedientos por el rico botín de Oriente. Seamos sinceros: las cruzadas no fueron más que una piratería a gran escala». Nietzsche

Ya incluso en la primera guerra mundial Alemania fue aliada del Imperio Otomano. El Kaiser Guillermo II atendía personalmente al Califa Abdul Hamid II los asuntos de gran relevancia que el sultán le consultaba. Fritz Grobba, el embajador de Irak durante el Reich, fue oficial de enlace del ejército otomano en 1915. Eberhard von Stohrer, diplomático en la Alemania nacionalsocialista, medió en la primera guerra mundial en Egipto por una alianza con el Reino de Hijaz saudí. Von Papen sirvió como soldado en el frente turco durante la primera guerra mundial. En la visita de Damasco de 1898, el Kaiser rindió homenaje a la figura de Saladino, y durante su estancia en Tánger apoyó la independencia marroquí. En 1928, el presidente Hindenburg y el general Niedermayer recibieron, durante la República de Weimar, al Rey afgano Amanullah, en su visita de Estado a la capital de Berlín.

Lo que describimos atañe también a los fascistas, pues hay un notorio grueso de esta parte que milita o simpatiza en tales partidos de «Nueva Derecha» e «Identitarios».

El filoarabismo y filoislamismo ya figuraban en Italia antes del fascismo, siendo éste apreciable en grupos como el movimiento futurista de Marinetti o las milicias Arditi.

En aquellos días, el controvertido Grabrielle D'Annunzio proclamaba en afinidad con los Evangelios y el Corán: «Del Oriente vendrá la fuerza nueva para la Italia Nueva: de esta Italia que el destino ha querido constituya, geográfica y espiritualmente, el puente entre Occidente y Oriente».

En 1923, pocos meses después de que el fascismo tomase el poder, Mussolini ya alumbró su interés, no sólo con los pueblos árabes del mediterráneo y del África oriental, sino con la integridad del mundo musulmán, enviando a Afganistán una misión político-científica guiada por Gastone Tanzi y Luigi Piperno, en aras de proponer un plan de asistencia al país y entablar una alianza con el emir Amanullah, contrario a las políticas británicas y soviéticas.

Entre 1930 y 1936, la política islámica de Italia, más independiente y activa, comenzó a fomentar el respaldo del Medio Oriente y del área árabo-islámica en general, organizando eventos en la 'Feria del Levante', convenios de estudiantes asiáticos en Roma patrocinados por los Grupos Universitarios Fascistas y permitiendo retransmisiones radiofónicas y ediciones de periódicos en lengua árabe. En 1935, Mussolini creó en el Cairo la 'Agencia de Egipto y Oriente', como «enlace de información del mundo árabe», y un 'Instituto de Oriente' en Roma «para interés nacional de los problemas orientales, en mayor signo, los coloniales».

En 1934 el Duce formuló abiertamente su anhelo con el mundo musulmán:

«El objetivo histórico de Italia tiene dos nombres: Asia y África. Sur y Oriente es la máxima aspiración y voluntad de Italia. Esta es nuestra respuesta a sus derechos geográficos e históricos. De todas las grandes potencias occidentales de Europa, la más cercana a África y Asia es Italia. Nadie tergiversará la importancia de esta misión que yo asigno a ésta y todas las generaciones italianas del mañana. No se trata de conquistas territoriales, como suele malinterpretarse, sino de una expansión natural de mutua colaboración entre Italia y las naciones del Oriente próximo y lejano. Italia, por su situación en el Mediterráneo y retorno a su función histórica de puente entre Oriente y Occidente, tiene el derecho y el deber de hacerlo. No reivindicamos monopolios o privilegios, sino impedir que los liberales obstruyan la obra de expansión espiritual, política y económica de la Italia fascista». Benito Mussolini

La estrecha solidaridad entre el fascismo y el Islam era al mismo tiempo fomentada por la revista 'Vita Italiana' de Giovanni Preziosi, que reproducía en sus artículos la idea de Italia como «potencia islámica», asignada en la obra de Gustavo Pesenti, ex comandante de los soldados de Palestina. El también colaborador orientalista Giovanni Tucci, resucitaba, por su parte, en la publicación italiana, el pensamiento de Essad Bey: «El fascismo puede, en cierta manera, ser llamado el Islam del siglo XX. […] La entrega de la espada del Islam al Duce es la mayor prueba que el Islam ve en el fascismo el símil más cercano a su visión del mundo. El fascismo ha orientado su política dirigida a una saludable y vivaz conciencia renacida, respetando y tutelando creencias, tradiciones, usos, costumbres. Sabiduría política que poco a poco ha conquistado la simpatía y atención de todo el mundo islámico. El Islam se endereza con la luz de Roma, convencido de su poder y sabiduría de la nueva Italia fascista que, por anhelo del alma, labora una gran gran comprensión y respeto de la ley del Profeta y las tradiciones de los antepasados». Otro adjunto redactor del medio, el árabe Said Sciartuni, defendía lo propio, valorando al mundo árabe como «un campo fértil para la extensión del fascismo, un medio esencial para su renacimiento espiritual». Es imperativo añadir en la lucha proislámica a las ínclitas figuras de Carlo Arturo Enderte y del Dr. Enrico Insabato, asesor de cuestión islámica durante el régimen fascista. Insabato, quien estuvo al frente de la revista italo-árabe 'Il Convito – An-Nadi', publicada en el Cairo entre 1904 y 1907 -la cual estaba escrita e inspirada por el sheykh Abd er-Rahman Illaysh al-Kabir, el iniciador de René Guénon al sufismo-, siguió defendiendo la alianza del fascismo con el Islam incluso en los años de guerra.

En 1937, durante su viaje triunfal a Libia, y tras entrar en la mezquita de Tripoli, Mussolini rindió homenaje a la tumba del muyahidín Sidi Rafa y empuñó la 'espada del Islam que recibió de manos del jefe bereber Iusuf Kerbisc, en presencia del tribunal islámico. Seguidamente, en la 'Plaza del Castillo', enunció el líder italiano: «La Italia fascista quiere asegurar a la población musulmana de Libia y Etiopia la paz, la justicia, la convivencia, el respeto a la ley del Profeta, así como mostrar su honor por el Islam y los musulmanes del mundo entero». Los discursos que entonaron los Cadíes en reconocimiento a la autoridad del Duce son dignos de reproducir:

«Dios sea loado, que ha infundido el misterio de su genio en Sus hombres elegidos, para que en el mundo manifestado pueda glorificarse la Divinidad. Oh Duce, tu fama ha llegado a todas partes y todas tus virtudes son loadas por cercanos y lejanos. Tu visita al sepulcro de este Compañero del Profeta, sea con él la paz y la bendición, es un acto de veneración que conmueve el corazón de todo musulmán y reafirma nuestro reconocimiento por ti, mostrándonos ese otro lado de tu grandeza que confluye con el espíritu de los más grandes hombres de todas las épocas. El Gran Creador te ha revelado el secreto de guiar a Italia por el camino del poder y de la gloria, y te ha inspirado los sentimientos de respeto y nobleza a los musulmanes, así como a sus tradiciones religiosas. Dirigimos nuestras plegarias en humilde recogimiento de quien escucha todo Su poder y cree férvidamente en Su infinita misericordia, para que te proteja, preserve y conceda extender sobre el mundo entero el estandarte de la paz y la amistad». Cadí de Apolinia

«Bienvenido, oh Duce, a esta ciudad fiel y a este antiguo templo. Los musulmanes de este país, que hemos seguido con profunda admiración el camino triunfal que ha recorrido bajo tu guía la Italia fascista, y que ha servido con lealtad y devoción todas tus órdenes, te estamos sinceramente agradecidos por esta fastuosa visita que confirma tu afecto por los libios y el respeto a su religión. Me siento verdaderamente orgulloso de renovarte en nombre de todos bajo el umbral de este sagrado lugar, nuestra promesa absoluta de fidelidad, invocando al Señor Omnipotente y Generoso para que te ayude a guiar Italia por el camino de la más alta grandeza. Que Él mismo te conceda ver realizada tu voluntad de llevar el país a un estado superior en todos los sentidos, y que sea ejemplo en el mundo entero de cuanto Italia puede hacer para el bien de los pueblos que ha acogido en su regazo bajo el signo del Lictor, símbolo de justicia y humanidad». Cadí de Bengasi

Eugenio Coselchi, presidente del CAUR ('Comités de Acción por la Universalidad de Roma', también llamada «Internacional Fascista»), alentaba por su parte en el congreso de Erfurt en 1938: «Nuestra misión es luchar contra la nefasta doctrina del Talmud que sojuzga a todas las razas y naciones, valiéndonos de la sagrada cruz cristiana, la sabiduría del Corán y la clarividencia de Buda. […] Somos llamados a cumplir la ‘idea universal de Roma' y su batalla espiritual, en nombre de todos los devotos creyentes, ya sean de Cristo, Mahoma o Buda, contra el vil materialismo».

Entrada la guerra, el Duce afirmó la «afinidad doctrinal entre el fascismo y el Islam» y asumió la política islámica de Italia como «un valor permanente y no meramente instrumental», incidiendo en la zona de Medio Oriente, mientras el nazismo se ocupaba de la zona Este. Del mismo modo, Mussolini ordenó crear una mezquita en Roma con el beneplácito del Sha de Persia, pero no culminó por la intervención en contra de Pio XII.

Destaca también Italia, por ser el primer país europeo en defender la libertad del pueblo palestino, país al que proporcionó regularmente, junto a otras naciones árabes, ayuda militar y económica. Los fascistas ayudaron a escapar al Gran Mufti hacia Turquía y le proporcionaron refugio en Roma. En 1942 el Duce quiso, igualmente, crear una Legión árabe al mando del líder palestino. El gobierno italiano dio también sustento a Arabia Saudí, Yemen e Irak y permitió al emir libanés Shakib Arslan distribuir su revista 'Nation Árabe' en Italia y divulgar la defensa de la causa árabe en Radio Bari.

Referentemente, el mayor poeta de la India musulmana y padre espiritual de Pakistán, Muhammad Igbal, en1932, y antes de presidir en el Congreso Islámico de Jerusalén, hizo un discurso en el Academia de Italia, invitado por el Duce, en el que afirmó su visión del fascismo como «una fuerza magnánima contra los enemigos del Islam», y dedicó una hermosa poesía al líder italiano. Elogios similares tuvo también Gandhi para el régimen fascista durante su estancia en Roma en 1931, recibido por el líder italiano, a quien describió como «un hombre sublime, alguien inalcanzable, el nuevo Mazzini de Europa». Gandhi agradeció las políticas italianas para liberar a la India del Raj británico y aconsejó a los países aliados acatar las legítimas demandas territoriales exigidas por el Eje nazi-fascista. La confianza que el líder espiritual indio depositaba a su vez por el Führer, quedó reflejada en la carta que envió personalmente al canciller alemán: «No tenemos dudas de tu valentía y devoción a tu patria, ni creemos que seas el monstruo descrito por tus oponentes».

Hubo partidos, organizaciones y movimientos nacionalistas árabes y pansilámicos afines, bien al fascismo o al nacionalsocialismo, como el 'Partido Nacionalista Árabe' de Benouna; el 'Partido Reformista' de Abdel Khaled Torrès y el 'Comité de Acción Marroquí' de El-Vazzani; el 'Comité de Acción revolucionaria norteafricana' de Yassine Abderrahmane; la guardia siria 'Haras el-Arab'; el 'Círculo Franco-Musulmán' de Mohamed Luïaeb; el 'Consejo Social Musulmán'; la 'Sociedad de Defensa Palestina'; el 'Club Tajaddad'; la 'Sociedad Árabe Rover'; los 'Cachorros de León' del arabismo.

En Siria y Líbano, las alianzas entre ciertos líderes árabes y Estados del Eje fueron sólidas y duraderas. Urge mentar al partido Baath, (fundado por Sati al-Husri y el cristiano ortodoxo Michel Aflaq); el partido Kataeb (Falange Libanesa); los 'Camisas de Hierro' (liderados por Fakri al-Barudi del 'National Bloc', futuro miembro del parlamento sirio en 1946); los 'Camisas de Acero' (creadas por Michel Aflaq y Salah el-Din el-bitar); la 'Liga de Acción Nacional' (formada por Abdu al-Huda al-Yab, Dr. Zazi al Jabi y otros); el 'Club An-Nadi al-Arabi' de Damasco (liderado por el Dr. Said Abd Al-Fattah al-Imam); el 'Consejo de Defensa de la Palestina Árabe' (dirigida por conocidos pronazis como Nabi al-Azmah y Adil Arslan, entre otros); la libanesa Najjda (Guardianes) (organización islámica pan-árabe controlada por el Gran Mufti y promocionada por el editor de prensa filofascista y líder escolta musulmán, Muhil al-Din Nasuli); y el más importante: el Partido Nacionalsocialista Sirio (a cargo del griego ortodoxo Anton Saade, tras haber mantenido contacto con figuras del nazismo y del fascismo en Europa). El sirio Sami al-Jundi, uno de los más tempranos líderes del partido Baath, reconocía en sus memorias: «Simpatizamos siempre con el nazismo, tanto en su contenido y en su forma, como en su pensamiento y doctrina. Fuimos los primeros en querer traducir el Mein Kampf. […] Cualquiera que viviera en esa época en Damasco fue testigo del fervor popular que los árabes tenían por el nazismo, pues éste representaba los valores de amor natural y férrea voluntad del guerrero». El partido Baath colaboró, en complicidad con Alemania, en el golpe de estado de Rashid Ali al-Gilani, mientras Aflaq organizaba un comité especial para guarnecer la formación del nuevo gobierno de Irak. Hasta 1933 los diarios de Siria y Libano difundieron los discursos de Hitler y extractos del 'Mein Kampf'. Kamil Muruwwa, editor del periódico 'An-Nida' de Beirut, cuya propaganda alemana él mismo traducía y publicaba, escribía en aquellos días a Otto von Hentig, el ministro de asuntos exteriores del Reich: «Todo el pueblo está entusiasmado e implicado con Adolf Hitler». Una vez entraron los nazis en Francia, en las calles de Siria y Libano se entonaba: «Ya France, hiddi W'irhali Ijaki Hitler, Abu Ali» (Oh Francia, prepara tus maletas para irte, porque llega Hitler, Abu Ali», o «No más Monsier, ni más Mister, Alá en el cielo, Hitler en la tierra». En 1938, el ministerio alemán de asuntos exteriores escogió a Shakib Arslan para efectuar una traducción oficial del 'Mein Kampf', que insistió fuera leída por «estudiantes del Corán que le darán la interpretación sagrada necesaria para la comprensión de todo el mundo islámico creyente».

En Irak estuvieron los movimientos 'Al-Futuwwah' (fundado por Sami Shawkat, Mohammad Fadhi al-Jamdi, Sati al-Husri y Yunis al-Sabawi) e 'Istiglal' (de Ahmed Balafrej, Brahim El-Vazzani y Mohamed Lïazidi), organizaciones juveniles basadas en el modelo de las Hitler-Jugend; y el grupo 'Al-Jawwal', movimiento con similitudes al Club Árabe de Damasco. Abdul Ghaffur el-Bedri, editor iraquí de los noticiarios de 'Istiglal', y el palestino Joseph Francis, propietario del diario 'Al-Ahram', fueron algunos de los activistas que impulsaron, con consentimiento del Reich, la creación de partidos pronazis. 'Al-Diffa', el diario oficial de la organización Istiglal y medio de prensa más leído en el mundo árabe, declaraba en esos días: «Debemos marchar a los campos de batalla como guerreros de la sagrada patria. La tierra necesita rejuvenecerse en cuerpo y alma como en la Alemania nazi y la Italia fascista, países dispuestos a obedecer las órdenes de sus líderes y a sacrificar sus vidas en honor de su pueblo, libertad y sagrada tierra». El movimiento 'Futuwwa', cuyo nombre rinde homenaje a una orden de caballeros árabes de la Edad Media, estaba enlazado con otros grupos juveniles de Palestina y demás zonas de Medio Oriente y mantuvo íntimos vínculos, visitas e intercambios con las juventudes hitlerianas. Su líder, Sadiq Rasul al-Qadiri, quien trabajó en el ministerio de educación iraquí en los años previos a la guerra, ya denunciaba en 1924 la conspiración judía internacional en algunos periódicos locales de Bagdad, e influyó considerablemente en 1930, a que el gobierno irakí invalidara la distinción entre judaísmo y sionismo como falsa percepción y pasara a demandar la expulsión de los judíos del árbol genealógico de los pueblos semitas. Entretanto, Shawkat, junto a Mohammad Fadhi, Sati al-Husri y el embajador alemán Fritz Grobba, crearon en 1935, en colaboración con Al-Sabawi, el grupo 'Al-Muthana', un centro educativo de propaganda islámica favorable a la coalición nazi-fascista, que ejerció una importante influencia en el sistema educativo de Iraq, Siria y Palestina. Shawkat introdujo en las escuelas la enseñanza muyahidín de «morir por lo sagrado» (Sina'at al-Mawt) e incluyó el idioma alemán como tercera lengua en la enseñanza secundaria. En 1933, al-Sabawi tradujo libremente fragmentos del 'Mein Kampf' que seguidamente publicaba en el diario iraquí 'Al-Alan Al-Arabi'. Tras el golpe de estado de Irak, auspiciado por su amigo personal y político Raschid Ali, Sabawi se convirtió en ministro del nuevo gobierno. Dentro del grupo 'Al-Jawwal', baste también mencionar a importantes figuras profascistas como el suní Darwish Miqdadi, camarada de Rashid Ali, quien ya propalaba sus ideas en sus años de docencia universitaria y que fue atentamente recibido por el Reich en Berlín. Naji Shawkat, hermano de Sami Shawkat y miembro del Comité árabe en Irak, que integraba en su cuerpo al movimiento Futtuwwa, entregaba, por su parte, a Von Papen, una carta de felicitación a Hitler por sus políticas contra los países democráticos y sus resoluciones contra los judíos.

En Egipto debe reseñarse al grupo 'Joven Egipto' (fundado por Ahmad Hussein) y los 'Camisas Verdes'; los 'Hermanos Musulmanes' (creado y dirigido por Hassan al-Banna); y los 'Camisas Azules' (de Mustapah al-Ouakil). En aquel entonces, el palacio egipcio del rey Farouk era un centro neurálgico de mensajeros, diplomáticos y agentes del Eje. Al-Banna, hombre favorable a los políticas del Eje desde inicio, tras enviar por escrito sus honores y felicitaciones al Führer por su toma de poder, estableció con Alemania un servicio de inteligencia coordinado a través de los países de Arabia, y ayudó a combatir a los británicos, mientras los alemanes transcurrían hacia el Cairo y Alexandría. Por su parte, 'Joven Egipto', organizador de sonadas campañas antisionistas, colaboró, junto a los hombres de Al-Banna, contrarrestando el gobierno pro-británico durante la batalla de Alamein en favor de Rommel. Hasta la llegada al poder en 1950 de los 'Oficiales Libres' del general egipcio Aziz El-Misri, el presidente Nasser tuvo a Joachim Daumling, jefe de la Gestapo en Dusseldorf, al mando de los servicios secretos egipcios, y al también otrora jefe de la policía secreta alemana de Warsaw, como coordinador del instituto de policía nacional. En Egipto, la traducción del 'Mein Kampf' fue desempeñada por Nassiri, el hermano de Nasser. Anwar Sadat, otro colaborador del Reich y futuro presidente de Egipto, escribía al Führer cerca de la segunda guerra mundial: «Estimado Hitler: Vayan para ti mis mayores reconocimientos desde lo más hondo de mi corazón. Tus logros han creado disensiones entre el viejo Churchill y sus aliados, los hijos de Satán. Aún si pierdes esta guerra habrás sido vencedor. Alemania ganará porque su existencia es necesaria para preservar la balanza del mundo. Su grandeza renacerá a pesar de los poderes del Este y del Oeste. No habrá paz mientras Alemania no pueda volver a ser lo que era».

Palestina fue uno de los países más leales al Eje fascista. El Gran Mufti de Jerusalén, líder político y espiritual de los palestinos y de todo el mundo islámico, postuló: «Los intereses de los árabes son idénticos a los de los alemanes». En marzo de 1935, los partidarios de Jamal Hussein, leal camarada del Gran Mufti, formaron el 'Partido Árabe Palestino', desde el que ayudaban a difundir la propaganda fascista en la nación. El líder palestino visitaba regularmente a las tropas musulmanas SS, a quien daba sus bendiciones y alentaba a la Guerra Santa, y dispuso, en todo crucial momento, de la apresta fidelidad del caudillo croata Ante Pavelich. Sus discursos radiofónicos, seguidos por millones de musulmanes, entre ellos Ruhollah Jomeini -futuro ayatolá de Irán-, se basaban siempre en versículos del Corán, y denunciaban en nombre de Alá, las políticas coloniales de Francia, Inglaterra, EEUU, del sionismo y del Occidente liberal, en honor de la historia y espiritualidad del pueblo islámico.

Marruecos también colaboró activamente con las políticas del Eje mediante el 'Partido Reformista' y el 'Comité de Acción Marroquí'. Los habitantes del golfo recibieron con los brazos abiertos al grito de «¡Hail Rommel!» a los soldados del Afrika Korps, los cuales veían como sus libertadores. En Irán, el Sha Reza Pahlavi, impulsor de estrictas leyes antisemitas en 1936, fue obligado a abdicar del trono por su postura favorable al nazismo y deportado a Sud Africa por los ingleses en 1942. En consonancia, el Rey Ibn Saud de Arabia Saudí, declaró en 1939 su lealtad al Eje, firmando una alianza con Alemania y Japón y negociando con Friz Grobba la posición de su país en un futuro Califato.

Los musulmanes de la zona Este ayudaron a divulgar la propaganda nazifascista en lugares clave de influencia soviética para minar la obediencia a Stalin. Cabe completar a la colaboración antedicha de pueblos del Este como los balcánicos, ingusetios, chechenos, kalmukos, mesquetos o tártaros de Crimea y del Volga, la adhesión al nazismo del polaco Dr. Szymkowicz, Mufti de Ostland (Vilna y Bielorrusia) y de Mohamed El-Gazani, poeta y líder de las tropas musulmanas antisoviéticas de la URSS. Igualmente, numerosos políticos de la India apuntalaron su guardia al Eje Berlín-Roma-Tokio, entre ellos: Ali Ginnah, (futuro fundador de Pakistán), el Dr. M. K. Mukherjee, Nambiar Habidur Rahman, los hermanos Subhas y Sarta Shandra Bose y demás líderes del Sudeste Asiático. En 1941, Subhas Shandra Bose, durante su huida a Kabul, fue recibido y acogido por los diplomáticos alemanes, quienes le ayudaron a escapar hacia Berlín y le trasladaron luego en submarino hasta Japón, donde sumó sus fuerzas indias al ejercito nipón para combatir a los británicos. Otro personaje memorable fue el Fakir de Ipi, cooperante, junto al capitán Morlock de la Abwehr alemana, en la insurrección armada en la frontera india contra los ingleses y soviéticos.

Tanto los egipcios Nasser y Anuar al-Saddat, como el tunecino Burguiba o el irakí Rashid Ali al-Gailani, por citar algunos de los líderes árabes que más tenazmente colaboraron con los fascismos europeos, años después de la segunda Guerra Mundial siguieron resguardando sus ideas con las políticas del Eje. También consta de excombatientes de la RSI que instruyeron a la guerrilla palestina después de la Segunda Guerra Mundial. Entre los fundadores del FLN algerino, anduvieron reputados profascistas como Mohammedi Said (tercer miembro del Estado Mayor del ALN), el Dr. Djillali Ben Thami (ex miembro del 'Partido Popular ' francés de Jacques Doriot y responsable en aquellos momentos del 'Croissant rouge' argelino de Ginebra) y Ahmed Mahsas (ex voluntario de la Wehrmacht y mano derecha de Ben Bella). A sus órdenes estaban Mohammed-Séghir Nekkache (ex agente de la Abwehr alemana y responsable de los servicios sanitarios del FLN durante la guerra de Algeria) y Kaïd Ahmed (alias «Comandante Slimane», ex soldado de la 'Légion de Volontaires Français' en Rusia, aliado a la fuerzas del Eje y posteriormente convertido en Ministro algerino). Y entre aquellos varios que coadyuvaron y financiaron al partido, desfilan los nombres de  fascistas y nacionalsocialistas europeos como: François Genoud y Jean-Maurice Bauverd (ex colaboradores suizos del Gran Mufti); los profesores Schacht y Walter Rauff; los generales Wolff, Otto Ernst Remer y Rainer Kriebel; los coroneles Otto Skorzeny y Hans Sommer; los capitanes Hans Rechenberg y Ernst Wilhelm Springer; el comandante Wilhelm Beissner; el abogado Fritz Peter Krüger; el ex waffen ss y jefe rexista Léon Degrelle y Jean-Robert Debbaudt; Antonio Llardent (ex falangista catalán)...

 

II

Nuestro interés, que no obvia las discrepancias y pormenores históricos ocurridos entre tales alianzas y la situación de guerra, es poner de manifiesto la misma cosmovisión y altos valores por los que lucharon los fascismos europeos y los pueblos islámicos. Una guerra librada contra el materialismo de la democracia liberal y sus Acuerdos Sykes-Picot sellados en favor de Francia e Inglaterra para repartirse Oriente Medio, así como la sionista declaración Balfour, tratados que acarrearon la creación de nuevos países y nuevos nacionalismos, problemas aún sin solución de continuidad.

Hemos oído a dichos nacionalsocialistas de vanguardia justificar su inquina antislámica alegando que la situación actual no es comparable con la de la Alemania de esa época, y que tales alianzas del Reich con los pueblos musulmanes fueron meramente ''tácticas''. No salimos del asombro de este aserto que es perfectamente opuesto a lo que acabamos de exponer. Este plúmbeo y romo análisis de convención histórica nos recuerda demasiado al modo de investigación que realizan los sabios modernos e historiadores de la actualidad. Parte de un punto de vista científico antropocéntrico o centrado en el hombre, sin ningún entendimiento sagrado ni principios metafísicos, para llegar a una comprensión de los acontecimientos y su devenir que no trasciende a las constricciones de un tiempo y lugar específico, de aquello anterior y superior a lo visible y temporal. Entendemos en cuanto a lo referido, que dichos congregantes sólo conciban las cruzadas como una lucha racial, cuando fueron de naturaleza y orden muy distinto. Vemos en ello el paradigma de un materialismo biológico que obnibula enteramente cualquier comprensión que difiera de este análisis. Y antes de apreciar en él cierto rigor, se nos antoja una falsa coartada, pues sorprende la ligereza con la que estos grupos confunden la raza con la religión, la Umma con la cultura árabe o la inmigración con la islamización.

Evola nos ayuda a instruir una mayor comprensión sobre esta controversia histórica de cristianos contra musulmanes:

«Las cruzadas, donde los Templarios y, de manera general, la caballería gibelina jugaron un papel fundamental, crearon a pesar de todo, a diversos efectos, un puente supratradicional entre Oriente y Occidente. La caballería cruzada terminó por encontrarse ante una réplica de sí misma, es decir, de guerreros con la misma ética, las mismas costumbres caballerescas, los mismos ideales de una "guerra santa", además de referencias esotéricas similares»Julius Evola

Tampoco reconocemos que dichos prosélitos atinen a dar cuenta que la dinastía gibelina de los Hohenstaufen, a quien Nietzsche consideraba «el primer europeo a mi gusto», admirara la cultura islámica y se aliara con los sultanes de Egipto y Túnez para recuperar Jerusalén. El hecho de que muchos visigodos españoles cambiaran su religión arriana por la musulmana, así como también hicieron otros tantos cristianos hispanorromanos. La aproximación devota de Alfonso X al mundo musulmán, las numerosas obras islámicas que mandó copiar y traducir, y sus alianzas y amistades personales con el Emir Muhammad II de Granada. Las gestas de los antiguos guerreros de Arabia que leía el Cid, quedando fascinado con el personaje de Al-Muhallab. El interés de Baltasar Gracián y Dante Alighieri por la sabiduría islámica, de la que adoptaron muchos de sus pilares principales a su pensamiento.

Goethe, de quien sabemos goza de muy alta estima en estos círculos, fue también un sincero seguidor del Islam hasta el fin de sus días. Estudió lengua árabe y literatura, de la cual testificaba: «En ningún otro idioma el espíritu y la letra están plasmados de una forma tan primordial». En la obra ‘El Divan’ pueden leerse sus más profundas convicciones por la religión islámica: «No desmiento las sospechas que yo mismo sea un musulmán. […] Es estúpido que todo el mundo esté alabando su opinión particular. Si el Islam significa sumisión a Dios, todos vivimos y morimos como musulmanes. […] El rosario de cuentas musulmán, por medio del cual Allah es glorificado por sus 99 Atributos, es una letanía de alabanzas. La afirmación de estos Atributos aproxima al Ser (Wesen) inabarcable. […] No puedo decir más que esto: trato de permanecer el Islam». Llegada su edad anciana confiesa en el mismo libro: «Intento celebrar respetuosamente esa noche –La noche del Destino (Lailat ul Qadr)- en la que se reveló el Corán al Profeta desde lo Alto». En cuanto al propio Corán, decretaba sobre éste: «Cualquiera podría maravillarse por la gran eficiencia del Corán. Por este motivo ha sido declarado como ''increado'' por sus reales admiradores (los musulmanes) […] ¿Es el Corán eterno?. No lo dudo, es el libro de los libros, lo creo más allá del deber de los musulmanes (de creerlo así). […] El Corán continuará siendo altamente efectivo para toda la eternidad. […] Mahoma es un profeta y no un poeta y, por lo tanto, su Corán tiene que ser visto como una ley divina y no como un libro humano escrito para la educación o el entretenimiento».

Sin abandonar el hilo del episodio histórico llamado Reconquista, queremos advertir que incluso desde un plano netamente biológico, difícilmente pudo ser una guerra racial, en tanto el contingente musulmán que llegó a la península ibérica, a excepción de su séquito de esclavos, estaba compuesto por bereberes y sirios racialmente indoeuropeos. Mauritania era en aquellos momentos una tierra habitada mayormente por vándalos convertidos al Islam. Es un hecho fehaciente, tanto en las fuentes contemporáneas de su tiempo, como por numerosos historiadores, el origen racial indoeuropeo de los musulmanes que penetraron en Europa, siendo éste palmario en su casta gobernante. La estirpe aria de los moriscos también está históricamente corroborada, pues este término, igual que el de sarraceno, atribuía a la filiación religiosa y no a la raza. Tanto es así, que hasta H.F.K. Günther, venerado por sus afectos como el más prestigioso antropólogo del NSDAP, avala este dato en un ensayo sobre los asiáticos de ascendencia aria. Günther afirma, no sólo el linaje ario de los primeros aristócratas musulmanes, sino también el de la propia Aisha, la esposa del fundador del Islam, a quien describe como «mujer aria de rubios cabellos», e incluso especula con la arianidad del profeta Mahoma, quien se definía a sí mismo como «hombre pelirrojo».

Los enumerados a continuación han sido gobernantes musulmanes de probada ascendencia racial indoeuropea: Califa Alí, fundador de la rama chiita; Abderramán, Emir fundador de Córdoba; Mohamed I, Sultán del Reino de Granada; Boabdil, Sultán del Reino de Granada; Saladino, fundador de la dinastía ayyubí de Egipto y Siria; Al-Nasir al-Hasan, Sultán de Egipto de la dinastía túrquica de los mamelucos bahri; Al-Zahir Barquq, Sultán de la dinastía circasiana mameluca de los burji; Al-Nasir Faraj y Al-Mansur Qalaun, Sultanes de la dinastía bahri; Osmán I, Bey de los Sogut; Orhan y Mehmed II, Sultanes otomanos; los hermanos Aruj y Khair al-Din Barbarroja, corsarios otomanos del norte de África.

En el siguiente enlace aparecen representados cada uno de los sultanes otomanos con claros y apreciables rasgos indoeuropeos:

http://almashriq.hiof.no/turkey/900/950/956/sultans/thumbnails.html

Y más recienteme a nuestro tiempo, podría también mencionarse, por su notable arianidad: Abd-al Qadir al-Jaza'iri, Emir de Argelia; Mustafa Kemal Ataturk, fundador de Turquía; Basha Al-Atrash, sultán de Siria; Nuri-es-Said, primer ministro irakí; Muhammad Ayub Khan, presidente de Irán.

Aunque no es una labor liviana estimar la cantidad de inmigrantes musulmanes y europeos musulmanes que hay en este continente, dado que hace tiempo los recuentos religiosos no tienen en cuenta la etnia o raza del individuo, el siguiente enlace hace un escrutinio bastante aproximado, que determina que la mayoría de musulmanes de Europa son de raza autóctona.

http://euroheritage.net/islampopulation.jpg   (Mapa de la población islámica en Europa con su identificación racial)

Tampoco entendemos la ojeriza que despiertan dichos integrantes contra los talibán y su régimen sunní, sabiendo que este pueblo es étnicamente de mayoría pashtun. Ni su obsesión con el velo y el burka, éste último anterior a la religión islámica, cuyos registros remontan a la época aqueménida, siendo una prenda hoy día llevada primordialmente por mujeres pashtunes. Es la denuncia inversa la que juzgamos legítima, pues somos contrarios a que las mujeres musulmanas cambien su velo por un tanga y un blue-jeans como cualquier vulgar manceba occidental.

Sorprende, no obstante, la amnesia de los citados en tanto al uso del velo por parte de sus ancestros arios. El velo ha tenido en amplia gama de su historia un reconocimiento de casta superior y ha sido conocido entre los persas, griegos, romanos, germanos y habitantes de la península ibérica. En el siguiente fragmento atribuido a Estrabón, hayamos la más probable antigua descripción sobre el uso de los velos en nuestros antepasados europeos:

«Las mujeres de Iberia o Hispania traen al cuello unas ajorcas o adornos de hierro, como cuervos, que, subiendo arriba, vuelven sus puntas sobre lo alto de la cabeza y salen algo sobre la frente. Sobre estos cuervos, cuando quieren, cuelgan un velo que tendido les hace sombra y cubre el rostro, y esto les es de gala y adorno».

Leemos oportunamente en un párrafo de Tácito otra mención del uso del velo entre las mujeres de clase aristócrata, en el cual señala que «las romanas apenas descubren uno de los ojos entre el velo».

La denuncia colma el ridículo cuando es profesada por hombres que presumiblemente custodian los «valores tradicionales europeos», pues esta prenda sigue vigente y apreciable en los trajes folclóricos de las mujeres europeas, como puede observarse en las fotografías de este enlace:

http://euroheritage.net/traditionalcostumes.shtml  (Ejemplos de velos y tocados en las vestimentas típicas de herencia europea).

Cuando se pregunta a los adscritos acerca de la problemática o solución sobre la cantidad de europeos convertidos a la religión islámica, tanto más en los Balcanes y que ascienden a casi 40 millones, obtenemos un silencio complaciente. Si nos ceñimos a la raza aria, la cifra aumenta ostensiblemente, pues habría que sumar a los tuareg, a los tayikos de las tierras afganas y a los pamir y pashtun, a muchos habitantes del pueblo kurdo y, aunque de población numérica mucho más modesta, a los arios de las tierras de Siria, Irak, Turquia, Jordania, Arabia Saudí, Iran y a gran parte de la comunidad sikh y de Pakistán. Una cifra total difícilmente numerable, pero que buenamente supera otros 40 millones.

Nos parece también curioso que dichos acólitos no consignen el aprecio de movimientos islámicos como Baath, Hezbolá o Kataeb, que defienden la diversidad racial basándose en versos coránicos. Igualmente, nos ha llamado la atención su suma a la denuncia de Kosovo como Serbia, en tanto el nazismo alemán siempre consideró a Kosovo como Albania. En la misma medida, atinamos incomprensible su pasión por los samurais o kamikazes japoneses -una raza realmente extranjera al europeo-, proporcional a una impasible ceguedad para reconocer los mismos valores en los Muyahidin, perfectamente análogos, por otro lado, a la mors triunfalis romana o al aidós-timé espartano o al sacrificio heroico de la sangre nórdico-germano. Es percibible, en este caso, como la clasificación racial se torna caprichosa y los valores tradicionales del guerrero relativos.

Es forzoso no llevarse a ambages y tapujos, y decir que a los nacionalsocialistas modernos les importa un ardite que se ultraje y calumnie el pueblo musulmán. Su falta de amor por la verdad les impide sentir el deber de corresponder el mismo rigor que para sí reclaman. Claman justicia por sus victimas ideológicas y revisionistas, lamentablemente perseguidas o encarceladas, pero muestran sórdida indiferencia ante aquellos inocentes árabes que sufren el mismo o peor destino. Contrariamente, la Tradición enseña que sólo pueden alcanzar el Septentrión aquellos capaces de reestablecer la justicia, siendo verdad y justicia los más altos valores del guerrero. Entendemos ante lo expuesto, que dichos partidarios rechacen inminscuirse, no sólo con los árabes, sino con nadie más allá de sus discutidas fronteras europeas, mientras Alemania se entregaba a una lucha internacional para liberar los pueblos asiáticos de la India, Malasia, Indochina y Filipinas. Ciertamente, hablar del Islam en este entorno político, fuera de un tono sentencioso y ex negativo, es hoy día una empresa tabuizante.

Dicho divorcio con las formas de justicia lleva implícito que estos grupos se identifiquen antes con los mercenarios que con los guerreros y que, lógicamente, busquen a este tipo de hombre como su líder o soberano, una expresión violenta o belicista que, como bien recuerda Evola, surje paradójicamente en civilizaciones espirituales ginecocráticas. Otra vez hay que reiterar que no constatamos tal concepción en el nacionalsocialismo alemán:

«La fuerza sólo se justifica cuando implica la obligación de servir»Gustav Darré

«En esta lucha la verdad terminará por vencer, y la verdad está con nosotros»Adolf Hitler

«La base elemental de nuestra cosmovisión es que sólo la fuerza es decisiva cuando atañe la Tierra y el Universo»Adolf Hitler

Esta expresión de los mentados es indisociable a la idea evolucionista de la 'lucha por la supervivencia' y su consustancial preservación de socialismo biológico, donde se antepone la creencia de vivir para existir antes que vivir para ser, un pensamiento progresista que tampoco apreciamos en la célebre figura del líder alemán:

«Del mismo modo que de acuerdo con la sabiduría inmortal de nuestros ancestros, el mundo debía rejuvenerse continuamente mediante el derrumbamiento de las edades y el crepúsculo de los dioses, del mismo modo que los solsticios representaban en las mitologías antiguas, el símbolo del ritmo vital, no en línea recta y continua, sino en espiral, así la humanidad avanza a través de una serie de saltos y retrocesos»Adolf Hitler

Pese a que una personalidad tan ligada al mundo de la economía como Gottfried Feder, era capaz de percibir y reprender que «todo esfuerzo que hagamos será nulo sino logramos vencer nuestro espíritu mamonita», o que el propio profesor Hans F.K. Günther sostuviera que «sólo puede hablarse de raza cuando existe una correspondencia interior y exterior del pueblo o individuo», dichos afiliados viven férreos en la idea de que un socialismo biológico resuelve por inercia los problemas y conflictos de una civilización. Es Günther quien de nuevo niega esta certeza:

«La biología, en el sentido estricto de ciencia natural, es impotente por sí sola ante el problema de la raza. Únicamente en unión con la totalidad de las ciencias históricas y culturales, puede la biología comprender el problema de la raza y aprovecharlo en la vida práctica. El nacionalsocialismo no pretende en ningún modo, como se le acusa frecuentemente, imponer una interpretación de la vida, y rechaza, sin dudas, el materialismo racial»H. F. K. Günther

Baste recurrir a un simple manual de economía como 'La Economía nacionalsocialista' de  A. Herman y A. Ritsch para comprobar el descrédito del Reich ante este pensamiento progresista indisoluble del análisis materialista de la historia. Alude el libro en tanto al nacimiento del liberalismo e individualismo de los siglos XVII y XVIII que desaguaron en la cosmovisión del demos:

«Estas corrientes se caracterizan por los descubrimientos, el progreso de experimentación en las ciencias naturales; por el relegamiento de la metafísica; el alejamiento de los lazos religiosos; la disolución de los vínculos profesionales que en la edad media ligaban a los hombres; por el espíritu de las luces y por el derecho natural».

«Según el pensamiento materialista, todo ser es materia y la manera de existir de la materia es la contradicción dialéctica. El pensamiento mundial es nada más que el reflejo del mundo material que desdeña plenamente las verdades eternas o absolutas».

Reincide la misma obra frente a la idea de Estado y propiedad de tierra:

«El Estado es la forma de organización nacional, un medio para la afirmación y desarrollo de la unidad del pueblo querida por Dios».

«La tierra no es una mera mercancía ni un simple factor de producción, sino un pedazo del cosmos».

Consideramos importante haber puesto de relieve todos estos hechos y declaraciones, para constatar las notorias diferencias que hay entre los actuales nacionalsocialistas, que sería más apropiado llamarles 'neonazis', y su legítimo precedente alemán del siglo XX. Nuestra intención, lejos de ser una crítica favorable o contraria a una determinada política, pues ello nos resulta estéril, es poner de manifiesto que, si bien el nazismo alemán nació unido a los chovinismos nacionalistas y a las formas socializantes y cientifistas propias de su marco temporal, apreciamos también en éste una paulatina disociación de las mismas hacia metas más espirituales y metafísicas. El Reich creó una secreta Orden Negra en Wewelsburg integrada por doce miembros, cifra sagrada y solar de las milicias celestes, siendo el castillo el «centro del nuevo mundo» (Zentrum der neuen Welt) como juzgaba Himmler. Los alemanes desarrollaron la técnica de motores de implosión infundándose en la ciencia sagrada de los Vedas. Degrelle explica que Hitler le confesó sus deseos, una vez terminada la guerra, de dar un nuevo nombre a la capital de Berlín por parecerle «demasiado alemán y de un nacionalismo demasiado particular». El Führer ordenó oficialmente cambiar la designación de 'Tercer Reich' por la simple denominación de 'Reich', mientras manifestaba que «esta no es una guerra entre hombres, sino entre Dioses», o que «la orientación sinistrogira de la esvástica obedece al cambio de rumbo y retorno a Edad Dorada». Todos estos hechos significativos nos merecen una consideración detenida.

Sin embargo, el neonazismo, preocupado hoy día más por actuar en el asfalto que por meditar en las cumbres, ha retrocedido hacia formas del demos, anteriores incluso a las de su genuino homólogo ideológico. La admisión en estos grupos se ha democratizado y no observa las aptitudes y valencias de los individuos. Se acepta de forma masiva a cualquier candidato que cumpla los requisitos de un socialismo biológico, reducido hoy a la mínima expresión de las 14 palabras del americano David Lane. Huelga decir que ninguna verdadera empresa puede triunfar sin buscar la transformación ontológica del hombre. Apercibimos, además, un exceso de pedomanía por el reclutamiento juvenil, donde inevitablemente se pasa más tiempo reformando a dichos jóvenes que formándolos. Ello sigue el patrón de nuestro mundo moderno que, preocupado por las trivialidades y habiendo relegado totalmente los asuntos trascendentes, comporta en su irresponsabilidad y desidia una identificación con las formas del infantilismo y su idolatría.

La desaprensión por el conocimiento, que provoca la inquietud por el hacer antes que por el saber, es la causa del completo dislate de interpretaciones sobre otras religiones, consecuencia de la ignorancia de quienes las pregonan. El vivir desapegado a las tradiciones y al mundo espiritual ha llevado a que este tipo de hombre de acción política considere su ''religión pagana'', vacía, por lo demás, de su verdadero simbolismo a realidades superiores, como la única legítima, y a menospreciar a otras Tradiciones, especialmente el cristianismo y el Islam, con un odio, a menudo comparable al de las escuelas talmúdicas del judaísmo. Las ordenanzas de Hitler preceptuando que «El NSDAP condena firmemente entrar en confrontaciones de religión» son nuevamente ultrajadas. En tanto al exclusivismo religioso, recordaremos las pontífices palabras de Evola:

«El peligro de un exclusivismo sectario y dogmático puede llegar incluso hasta la reivindicación de una especie de monopolio de la espiritualidad y el desprecio hacia otras religiones Tradicionales injustamente consideradas como inferiores. Todo exclusivismo es inevitablemente inherente a cualquier exoterismo como tal. Debe por tanto condenarse enérgicamente ese exclusivismo que lleva a buen número de acólitos de ciertas religiones a considerar su tradición como la única depositaria de la verdadera y perfecta revelación. No se trata aquí de fe o de incredulidad, sino de conocimiento o ignorancia»Julius Evola

Esta latente desconexión con el mundo de lo sacro es responsable y congruente a que estos entusiastas hayan asumido como propio el discurso islamófobo y toda su retahíla de eximias mentiras. Ni siquiera Ernst Zündel, conocido revisionista altamente reivindicado en estos núcleos, que lleva advirtiendo desde 1980 acerca del auge de propaganda negra sobre el Islam en la sociedad y en los medios de comunicación, ha sido tomado en consideración.

Tal actitud y pensamiento militante brinda un sugerente paralelismo más acorde con la imagen deformada del nazismo fabricada por el sistema y la industria de Hollywood, que al de su legado primigenio de épocas pasadas. En conformidad, los argumentos biológicos de dichos incondicionales se nos asemejan más próximos a la burda xenofobia que a fundadas tesis racialistas. Amonesta en desacuerdo a ello, el testimonio simple y lapidario de Degrelle:

«Para Hitler y para todos nosotros, ser racistas no consistía en erguirse contra las demás razas, sino en dar a cada una todas las posibilidades de fortificarse, de engrandecerse y embellecerse, de devolver el arraigo de sus religiones y culturas y reencontrar o exaltar sus características civilizadoras. Nuestro racismo les alentaba con fuerza en este sentido. Con alegría les queríamos ayudar»Léon Degrelle

Regresando a nuestra arena, signamos nuestro apoyo a la integración del mundo árabe e islámico en la importancia de sus emiratos y en su superior organización imperial de Califato. Rechazamos, sin embargo, las formas democráticas del Islam, que también adolece el cristianismo, el budismo o el taoísmo, por hablar de tradiciones mayoritarias, que derivan raudamente el sentido tradicional de éstas a meras doctrinas dialécticas o ''filosofías''. Tampoco convenimos con ciertas corrientes wahabíes, que según venimos observando actúan de acuerdo a una libre interpretación de las sagradas escrituras del Corán. Aunque no podemos dar un veredicto, dictaminamos, sin duda relevante que, durante el gobierno de Saddam Hussein, Irak denunciara al wahabismo como un movimiento creado por una secta religiosa judía. Adjuntamos el enlace con el documento oficial del ministerio de defensa irakí: http://www.fas.org/irp/eprint/iraqi/wahhabi.pdf

La veracidad de este dato nos ayudaría a entender mejor porque algunos wahabíes destruyeron en 1806 la Kaaba, el santuario de La Meca y lugar más sagrado del Islam, así como numerosos manuscritos, libros y obras de arte, entre ellas las estatuas preislámicas de Buda de la ciudad de Bamiyan, o por qué la Academia Islámica Saudí (AIS) tiene su sede en Washington D.C. y las instituciones saudíes académicas de mayor prestigio se encuentran en EEUU, supuesto símbolo del mal para el wahabismo. No obstante no ignoramos que muchos wahabíes están luchando en honorable guerra santa, no queremos desatender que sus líneas estén libres de técnicas de infiltración, como por ejemplo sucede en grupos como Hamas o Al-Fatah, o cadenas televisivas como Al-Jazeera y Al-Arabiya, organizaciones y medios de comunicación controlados por el sionismo.

Por el presente, y cerrando este apartado, manifestamos nuestra contrariedad a cualquier injerencia con el mundo islámico. Nos oponemos, tanto a la «alianza de civilizaciones» que predica la izquierda, como al «choque de civilizaciones», profetizado por el teórico judío Huntington, que anhela la derecha, pues ambas ideas, distintas sólo en apariencia, buscan la desislamización del Islam para su consecuente democratización e inserción de economía de mercado.

 

 

De la Isla de Avalón al Monte de Sión

 

I

Cimentados los primeros hitos de la islamófobia en Europa, que tuvieron su génesis con las guerras de la ex Yugoslavia, ésta alcanzaría, en cambio, su punto de inflexión y línea de alarmismo conocida, tras el célebre atentado del 11-S efectuado por Al-Qaeda y el decreto de inclusión de ciertos países en el llamado «Eje del Mal». A lo largo de estos años han ido apareciendo en el continente europeo nuevos partidos «neoderechistas» o «identitarios», que junto a los ya existentes, han conseguido posicionarse como segunda o tercera fuerza en sus países y tener representación parlamentaria, valiéndose de una política falsaria antinmigratoria que sólo busca la desintegración del mundo islámico.

A comienzos del año 2002 nació en Holanda el partido LPF (Lijst Pim Fortuyn -Lista Pim Fortuyn-), fundado y liderado por el fallecido Pim Fortuyn, personaje popularizado en los media por sus furibundos alegatos contra el mundo musulmán. Para Fortuny el Islam representaba «un sistema antidemocrático que atenta contra las mujeres, los derechos humanos y las minorías homosexuales». Arengaba así, la subsiguiente expulsión de los musulmanes del suelo holandés. El mes de mayo de ese mismo año Fortuny fue asesinado por Volkert van der Graaf, un joven de 32 años que los diarios y televisiones presentaron como «defensor de los derechos de los animales», pero que una posterior investigación revelaría ser un agente del Mossad que habría cometido el crimen con la ayuda de un tal Zev Barkan (Bruckenstein). Volkert también había participado anteriormente en manifestaciones contra Jörg Haider, el líder del partido austriaco BZO, fallecido en octubre de 2008 en un misterioso accidente de coche, del cual muchos ciudadanos austríacos llevan pidiendo en balde otra investigación del caso, y cuya autoría se achaca nuevamente al Mossad israelí. Al asesinato de Pim Fortuny le siguió el de Theo Van Gogh, un ateo irreverente, liberal y subversivo, amigo personal de áquel, mientras realizaba una película sobre el asesinato del líder del LPF, donde sugería dicha trama de infiltrados en el crimen. Todo indica que el Mossad hizo esta vez el trabajo con magnífica presteza, pues el detenido y condenado en cuestión fue un «islamista holandés de origen marroquí» llamado Mohammed Bouyeri. Fuera de nuestra autoridad para dictar sentencias judiciales, queremos señalar la total sincronía que tienen estos crímenes con el inicio de un riguroso debate sobre el fundamentalismo islámico y la integración de los inmigrantes musulmanes en Europa, y las ventajas que ha sacado Israel de todo ello.

Otro partido holandés de derecha, idéntico en su ideario al extinto LFP, aunque ya con manifiesto sesgo sionista, es el PVV (Partij voor de Vrijheid -Partido por la Libertad) fundado y presidido por Geert Wilders desde el 2004. Wilders plantea en sus ideas de partido la prohibición del Corán, el uso de los velos y del burka y cerrar los centros islámicos del país. En 2008, el líder del PVV produjo un cortometraje llamado 'Fitna' de descarga libre en internet, un documento de pura gratuidad antislámica que termina con el siguiente corolario: «Así como en 1945 se arrasó de Europa el fascismo y en 1989 el comunismo, se hace ahora imprescindible, para la libertad humana, terminar con el fundamentalismo islámico». Geert Wilders es amigo personal de Pamela Geller, quien asiduamente invita al líder holandés a dar mitings políticos a EEUU.  En diciembre de 2008, Wilders realizó en Jerusalén una conferencia llamada «Hacer frente a la yihad», que aseguró iba a servir «de espina dorsal para todos los movimientos y partidos políticos contrarios a la «islamización y la yihad». Su discurso fue patrocinado por el 'Instituto Hudson', un organismo think tank de opinión pública, creado por el judío Herman Kahn e integrado y dirigido por miembros de su estirpe, entre cuyos múltiples programas está el «desarrollar formas políticas y económicas para transformar el mundo islámico». Un año después, en un viaje a EEUU, para «sustentar una alianza patriótica frente al auge del peligro islamista», Wilders declaró en la ciudad de New York: «Vengo a América con una misión. [...] Debemos auxiliar a Israel porque es nuestra primera linea de defensa. […] He vivido en Israel y visitado su país docenas de veces. […] Israel es un faro, una luz en la oscuridad.[...] La guerra contra la nación judía es una guerra contra Occidente […] Nuestra cultura está basada en el cristianismo, el judaísmo y el humanismo, y los israelíes están luchando nuestra lucha. Si Jerusalén cae, Amsterdam y Nueva York serán las siguientes». Aunque se nos hace harto difícil elucidar cuál sería la connotación negativa de tan firme advertencia, todo ello trasluce que la islamofobia es ya en Holanda igual que su libertad: tan natural como la lluvia. Los neerlandeses, que no comulgan con otras ruedas de molino que las de sus parajes, parecen dispuestos a calzarse los zuecos para echar a patadas a los islámicos; sus diques no están preparados para soportar tamaña inundación de musulmanes.

Por el lado francés encontramos al Front National (FN), partido dirigido por Jean Marie Le Pen hasta enero de 2011 y ahora en manos de su hija. En el FN la propaganda antislámica ha estado presente desde sus tempranos comienzos. En 1981, el caso Mon Cher Mustafa, hoy día completamente olvidado, dio gran popularidad e impulso político al partido. El asunto era una carta escrita por un inmigrante anónimo de Francia a su hermano residente en Argelia. El texto narraba que gracias a Alá los musulmanes eran ya los amos y señores de París y que mediante el nuevo derecho de sufragio expulsarían a todos los franceses del país. La carta, que finalmente resultó ser falsa, fue distribuida en Dreux por simpatizantes del FN y consumó con la victoria del partido en las elecciones de esta localidad. A pesar de que el FN ha delineado políticas contra el sionismo, el corto alcance de éstas no ha impedido que durante los tiempos de Le Pen hubiera judíos ocupando posiciones cumbre en el partido. Las simpatías de Le Pen por Israel se consolidaron en 1995, durante la guerra de Argelia, cuando el líder galo se alió con la Liga de Defensa Judía en el conflicto de Israel contra Egipto. Más recientemente, su hija Marie Le Pen, casada con el judío Louis Alliot, aventajada en las andanzas de su padre, ha condenado enérgicamente posturas fascistas o nacionalsocialistas dentro de su partido: «el FN no admite en su seno a personas partidarias de semejantes ideologías repulsivas». Marine Le Pen ha conseguido implantar en Francia la ley de prohibición del burka y ha comparado a los musulmanes que rezan fuera de las atestadas mezquitas, principalmente en los días de ramadán, con la ocupación nazi de la segunda guerra mundial. Las pasadas elecciones de 2012, la líder del FN presentó su candidatura con un programa de gobierno que, según acreditó el diario 'Le Monde', «ha sido redactado en sus asuntos de justicia por Valéry Le Douguet», un destacado masón francés de la logia Oriente. En la actualidad, Marine Le Pen es miembro del grupo parlamentario Europa-Israel y mantiene relaciones diplomáticas con la agente del Mossad, Shana Aghion, y con el sionista Gilles-William Goldnadel, regente de la 'Coalición Francia-Israel' y fundador presidente de 'Abogados sin fronteras', quien defendió en su día al acusado de tráfico de armas e influencias Arcadi Gaydamak, en el caso Angolagate. A finales del 2011, el marido de Marine Le Pen y vicepresidente del FN, Louis Alliot, hizo un visita diplomática a Israel en reconocimiento a sus derechos y exigencias como estado.

El año 2002 floreció también Francia un proceso de divulgación cada vez más impregnado de hostilidad contra el Islam y simpatías con Israel. Los libros y artículos publicados por Alexandre de Valle, un militante de 'La Droite Libre' y el UMP (Union pour un mouvement populaire) y columnista de 'Le Figaro', 'France Soir' e 'Israel Magazine', los escritos del veterano semanario 'Valeurs actuelles' y los ensayos independientes de Charles Dalger que legitiman el asesinato de los «nazislamistas», han tenido un protagonismo e importancia relevante en el país. De Valle es, además, un proselitista de una nueva Europa análoga a las políticas del General De Gaulle y otros continuistas ideológicos. Las expresiones «islamofascismo» y «nazislamismo» son, asimismo, muy usadas por el maoísta Alexandre Adler, Yvan Rioufol ('Le Figaro') y otros colaboradores de la revista 'Le Leilleur des Mondes'. Otras célebres personalidades como Bat Ye’or, Alain Finkielkraut, Alexandre Adler, Yvan Riouffol, Philippe Val, Bernard Henry Levy o Dominique Strauss Khan han sido, probablemente, los principales promotores que, desde un lenguaje marxista o liberal, han impulsado en Francia una suerte de revisionismo antiárabe que considera al islamismo «como una variante de ese fenómeno mundial que hace casi un siglo fue el fascismo», haciendo uso de una retórica antislámica anegada de manipulación semántica. Por su parte, Guillaume Faye, uno de los principales teóricos de GRECE y de los grupos de la Nueva Derecha, publicó un libro en 2007 llamado 'La nueva cuestión judía', un texto de sumisión al sionismo que propone una «alianza entre europeos y judíos contra el enemigo común islámico». En 2008, el judío Eric Zemmour, periodista y cronista de 'Le Figaro', escribió una novela de cariz victimista titulada 'Petit frère', que relata la historia de un judío asesinado por un árabe extremista. Tanto 'Valeurs Actuelles', como Alexandre del Valle, Eric Zemmour y otros intelectuales de derecha como Guy Millière, Michel Darmon (presidente honorífico de la 'Coalición Francia-Israel') o William Goldnadel, han sido denunciados por la prensa francesa de tener conexiones con la B'nai Brith y fraternizar con los partidos israelíes del UPJF (Union des Patrons et des Professionnels Juifs de France), Likud y KKL (Keren Kayemeth LeIsrael). En un tiempo sucesivo, en mayo de 2010, el periodista y analista político Michel Garroté, fundaría en Francia el grupo ALLJCI (Alliance judéo-chrétienne pour Israël), surgido a raíz del portal filoisraelí 'Dreuz.info', un nido informativo de judíos sionistas a sueldo del propio Garroté, quien es jefe redactor del medio. En 2010 irrumpió también en el país galo 'L'Alliance Stop à la Charia', un grupo que promueve una «alianza de naciones contra las leyes de la sharia». Puntualmente informado, el ‘France Soir’, fue el primer diario que reprodujo en Francia las famosas «caricaturas de Mahoma» publicadas en 2005 por el rotativo danés Jyllands Posten. El 'France Soir' estaba en ese momento bajo tutela y finanzas del señor de la guerra Arcadi Gaydamak, presidente de las milicias Betar del Likud, del club de fútbol de mismo nombre y candidato a la alcaldía de Jerusalén. Apenas una semana después, las caricaturas aparecieron en el 'Charlie Hebdo', un semanario satírico pro-israelí del director de 'Radio France', Philippe Val, que está denunciando desde el 2002 «la amenaza del peligro musulmán». Corine Lepage y Dominique Voynet (Les Verts),  François Bayrou (UDF), François Hollande (PSF) y Nicolas Sarkozy (UMP), todos ellos candidatos en ese momento a la presidencia de Francia, avalaron la publicación de las caricaturas antislámicas de la denunciada 'Charlie Hebdo', en nombre de la «libertad de expresión».

El capítulo de las «caricaturas de Mahoma» amerita una breve explicación. El 'Jyllands-Posten', el diario de más amplia difusión en Dinamarca, lleva una década en incisiva campaña contra el mundo musulmán. El objetivo de los dibujos satíricos antislámicos publicados por el rotativo, fue afianzar la reelección de Anders Fogh Rasmussen, quien se convirtió en vocero oficial de la demanda de libertad de expresión, así como suplir la intervención militar del gobierno americano de George Bush contra Irak. El concurso de caricaturas fue iniciativa del judío sionista Fleming Rose, encargado de la sección cultural del 'Jyllands-Posten'. Rose es amigo del sionista americano y teórico islámofobo Daniel Pipes, de quien hace suyos sus argumentos sobre cuestión islámica desde el otro lado del océano: «Pipes está sorprendido de que no haya en Europa una alarma más acentuada respecto a la caída del índice de fecundidad y el debilitamiento de la identidad histórica y cultural que ha traído la amenaza del Islam». El 'Jyllands-Posten' afirmó que las caricaturas representaban a Mahoma como terrorista, sin embargo, la leyenda religiosa «Alá es Grande y Mahoma es su Profeta» que el personaje llevaba escrita en el turbante, evidenciaba que iba dirigida a cualquier creyente musulmán. El gobierno de Dinamarca dio la falsa noticia de que cierto partido político de Pakistán ofrecía una recompensa a quien asesinara a alguno de los dibujantes. Rasmussen mintió deliberadamente al pueblo danés diciendo que los embajadores de la Liga Árabe exigían una censura religiosa, cuando en realidad sólo pedían moderar la creciente xenofobia contra el pueblo árabe. Andres Fogh Rasmussen, hombre partidario de la doctrina «Ellema-Jensen», que sirve de caballo de Troya del sionismo americano en Europa, fue responsable, en su turno presidencial de la Unión Europea de la firma de acuerdos atlantistas entre Europa y Estados Unidos en 2002, los cuales incluían una expresa vigilancia y persecución global del «terrorismo internacional» y de los musulmanes en particular, contextualizada en una «lucha contra el totalitarismo y la defensa de los derechos humanos».

Quien tampoco logra superar en Francia su conspicua islamofobia es el partido NDP (Nouvelle Droite Populare). Mientras sus representantes asisten a conferencias antislámicas, Robert Spieler, el delegado general del partido, se adhiere al tópico injurioso de que «el Corán considera a las mujeres como seres infrahumanos» y deplora que «contrariamente a la Biblia, las enseñanzas coránicas no puedan ser interpretadas». Queremos recordar que ninguna verdadera tradición permite la libre interpretatio de sus escrituras sagradas, por lo que ignoramos que Biblia habrá leído Spieler para afirmar tal herejía, acaso sólo considere auténtico el cristianismo protestante. Spieler añade escandalizado que «el Corán alienta el combate contra judíos y ateos». Pensábamos que el NDP luchaba contra el materialismo y el sionismo, pero vemos ahora como su portavoz enseña el camino de borrar con el codo lo que escribe con la mano su partido. Posiblemente Spieler opine lo propio sobre la condena que hizo Cristo a los judíos. Parece obvio, a tenor de tan vago y confuso conocimiento, el poco interés que despierta a Spieler la lectura de los libros sagrados. Entendemos en tanto a lo referido, su temor a aquellos que cuestionan firmemente la naturaleza atea de con quienes aproxima tener tanto en común.

El Bloc Identitaire (BI) detenta igualmente en el país galo un papel de peso en este tour de force. Fernand Cortés afirmaba, como miembro del BI y firmante en su día de la «Raison garder», una declaración que asume la «colaboración con los intereses y problemas del mundo judío»: «Doy fe de que las relaciones de mi partido con la comunidad judía son buenas porque me hallo en el origen del desarrollo, y que tienden a ser excelentes, pues cada día más judíos devienen simpatizantes y apoyan sin fisuras al BI». Fabrice Robert, el presidente del partido, argumentó en 2009: «Lo que nos reprocha la extrema derecha es haber roto con el antisemitismo y el antisionismo». Y reafirmaba en junio de 2010: «Queremos dejar claro de una vez que no somos de extrema derecha. Somos de derecha populista. La extrema derecha reúne hoy a gente que sueña con un futuro fantasioso y que se proyecta en un pasado afortunadamente superado. Osamos reivindicarnos como partidarios del General De Gaulle. No vamos en contra del mundo entero. No creemos que la causa de nuestros males esté en ciertos lobbies que gobernarían el mundo». Richard Roudier, otro dirigente del BI ha resuelto por su cuenta: «Nos satisface haber roto con el antisemitismo que tanto deshonraba al FN». El sitio web francés 'Risposte Laïque', integrado por una entrenada camada de judíos sionistas, da también su aquiescencia a la política islamófoba y pro-israelí del BI. Tanto Fabrice Robert, como el portavoz del partido Philippe Vardon y Richard Roudier defienden las tesis de Guillaume Faye. El BI invitó en verano de 2010 a Pamela Geller a dar una conferencia en Paris sobre «el peligro del imperialismo islámico», y el pasado julio de 2011, su presidente Fabrice Robert fue emplazado a Estrasburgo a la «primera conferencia trasatlántica antislamización». Este último encuentro, finalmente cancelado, estaba señalado con la asistencia de Christine Tassin y Pierre Cassen de 'Risposte Laïque'/'Resistance Républicaine', Roberta Moore de la EDL y Pamela Geller. Llegados a este punto, no podemos dejar de agradecer el franco esfuerzo o el esfuerzo de los francos por esclarecer a quien rinden Liberté, égalité et fraternité los enfants de la Patrie.

En Dinamarca, el Dansk Folkspartei (Partido del Pueblo DanésDF) es el hacedor principal de diatribas antislámicas. Mientras el DF antepecha a Israel en su conflicto con Hamas, el pastor evangelista y diputado del partido, Søren Krarup, afirmó en 2009 ante el parlamento: «El Islam es un sistema totalitario que se corresponde con los totalitarismos que hemos sufrido en Europa, por lo que los símbolos del Islam y del nazismo son la misma cosa». Søren Spersen, el portavoz de asuntos exteriores del partido, está casado con una judía y mantiene afectivas relaciones con la comunidad judía de Copenague, la embajada israelí y la Federación Sionista. Spersen, quien defiende la compra de productos israelíes, ha expuesto su censura a la creación de un estado palestino: «El nacimiento de un estado palestino sería un desastre, además de una convivencia imposible con Israel. Crear otro violento estado árabe supondría un error histórico». El Dansk Folkerparti ha logrado que su iniciativa para que las jueces no puedan trabajar con velo en los tribunales de justicia fuera implantada por el Ejecutivo. La estrambótica campaña llevaba como título: «El velo islámico es un símbolo de la sumisión y tiranía contra la mujer». El texto del pasquín rezaba: «No se trata de 30 gramos de tela, sino de la tiranía y sumisión que representa. Los miembros del parlamento danés quieren aceptarlo. El Tribunal de justicia quiere que los ciudadanos tengamos que aceptar en el futuro ser juzgados por alguien envuelto en la tiranía. ¡Parémoslo ahora!». Nos preguntamos si un referéndum contra el Parlamento Judío Europeo (EJP), creado hace apenas unos meses en Bruselas, habría obtenido el mismo resultado. Tras la controversia de las «caricaturas de Mahoma», que desencadenaron el ataque de tres embajadas danesas en varios países islámicos, el nativo activista Anders Gravers Pedersen, fundó el grupo Stop Islamiseringen af Danmark (SIAD). Poco tiempo después, Andres Gravers, junto a Pamela Geller y Robert Spencer, creó el 'Stop Islamization of Nations' (SION), grupo de coalición de su respectivo americano SIOA y europeo SIOE. Uno de los miembros más solícitos de SION es el judío sionista Mordechai Kedar, propietario de la web antislámica 'Politically Incorrect'. Es innegable la pasmosa exactitud cabalística que tiene la lectura de estas siglas con el cometido que persiguen. Semejante clima de erosión es suficiente para valorar que Dinamarca espera una señal del cielo para blandir su Danneborg sobre los villanos musulmanes, a quienes culpa de desquebrajar esa noción inversa y secularizada del espíritu escandinavo de Hygge, más conocido popularmente como Estado del Bienestar.

Simultáneamente, y con afinidad al movimiento SIAD, nació en 2006 el colectivo 'Counterjihad', una guisa de ONG constituida tras la manifestación por la libertad de expresión que potenció la crisis de las «caricaturas de Mahoma». El objetivo de esta organización es «hacer una alianza entre los países de Occidente, creando un network de networks informativo para denunciar y combatir la islamización e implantación de la sharia en las naciones de ambos continentes». Counterjihad ha organizado hasta el momento cinco «conferencias transatlánticas» anuales para tratar la amenaza islámica y secundar los derechos de Israel: dos en Copenague y las demás en Bruselas, Viena, Zurich y Londres. Se ha debatido en éstas asuntos como: «dar imperiosa guarida a Israel como bastión de la democracia que resiste la tiránica la Yihad», «prohibición de la sharia en Europa», «mayores derechos civiles y de libertad de expresión, y sanciones contra la persecución de los activistas contrarios a la sharia y la islamización», «gestión de medios de comunicación e Internet, coordinados internacionalmente por grupos anti-sharia» y «acciones y medidas contra el problema acuciante de la islamización en Inglaterra». A las sesiones han asistido representantes de los estados de Dinamarca, Noruega, Suecia, Canadá, EEUU, Suiza, Bélgica, España, Italia, Rumania, Alemania, Holanda, Reino Unido, Austria, Francia, República Checa, Finlandia, Serbia, Polonia e Israel. En las mesas redondas han intervenido los ponentes Bat Ye’or, Andrew Bostom, Dr. Arieh Eldad MK, Lars Hedeggard, prof. Hans Jansen, David Littman, Elisabeth Sabaditsch-Wolff, Sam Solomon, Dr. Patrick Sookhdeo, Robert Spencer, así como varios portavoces y delegados de los grupos EDL y 'L'Alliance “Stop à la Charia', quienes fueron decisivos en algunas rondas de debate. Counterjihad ha creado, además, 'Rosetta Stone', una página online de traductores que cuelga sus conferencias y propuestas hasta la friolera de 22 idiomas diferentes. Los miembros de 'Counterjihad' declaran ser un «grupo completamente antifascista», argumentando que «el rasgo más común de los partidos y organizaciones antislámicas es precisamente el pleno apoyo a Israel», y aseguran estar actuando «desde la legalidad de los valores clásicos liberales». Contrariamente, señalan con contundencia a la izquierda como la verdadera antisemita, en tanto «ha creado una atmósfera en Europa parecida a la de 1930, cuando eclosionaron los partidos fascistas». Según su razonamiento, «los movimientos «antifa» están haciendo la misma función que los camisas pardas de la Alemania nazi». Toda una prospectiva cartesiana de tesis y antítesis que ni el propio Kant sabría resolver. Consideran, a su vez, que «aquellos que se oponen a 'Counterjihad' son necesariamente defensores de la Jihad». Finalmente, puntualizan que su lucha «no es contra los estados islámicos sino contra los creyentes en el Islam». Creemos que esta última declaración es, sin género de dudas, la más honesta y trascendente de todo su catálogo.

La lista de organizaciones nacionales e internacionales antislámicas y proisraelíes aumenta cada día: 'ICLA International', BPE (Citizen's Movement Pax Europa (Alemania), 'Actions SITA' (Francia), DDL y 'Amsterdampost' (Holanda), 'Mission Europa' - Netzwerk Karl Martell (Austria), 'Una Via per Oriana' (Italia)… Probablemente mientras redactamos estas lineas haya nacido alguna nueva organización. Es, como poco, asombroso que la creación de estas organizaciones acontezca casi siempre tras algún incidente o atentado atribuido al «terrorismo islámico» o algún suceso contrario a los intereses de Israel. No menos chocante es que, este mismo Occidente que siglos atrás consideraba al Islam como una «religión de libertinaje» y al pueblo israelí como una «liga secreta hostil contra la humanidad», juzgue ahora de «integrista y fundamentalista» a la religión islámica y a Israel de «baluarte de la libertad occidental».

En Suiza, el perpetum mobile antislámico gravita entorno a la órbita del SVP (Schweizerische Volkspartei – Partido Popular Suizo). El hecho de que cada día haya más dinero islámico depositándose en Suiza, inquieta a la comunidad judía del país alpino, pues los musulmanes pueden hacer uso cuando quieran para financiar su Guerra Santa. El partido SVP, activo desde 1971, y actualmente gobernante en el poder, pide las mismas reivindicaciones que hemos oído reclamar al UMP francés de Sarkozy: «control de inmigración» y «liberalización de economía». Jean-Pierre Graber, político de Berna del SVP, asegura que «dos terceras partes del partido son pro-israelíes y tienen fuertes lazos en común con los judíos, por su herencia de valores y cultura judeocristiana». En 2007, el partido suizo llegó al cenit de su popularidad, tras su campaña gráfica antinmigratoria de unas ovejas blancas eyectando fuera de su territorio a una oveja negra. Esta publicidad fue pronto imitada por otros partidos contiguos con el beneplácito del SD, entre ellos el alemán NPD o los españoles Democracia Nacional y el extinto Frente Nacional. Una vez cerrada la campaña, Cristoph Blocher, el presidente del partido, fue citado a una reunión con la comunidad israelí de Zúrich para garantizar «un comedimiento en la política antinmigratoria del partido», así como «todo alejamiento de antisemitismo» e «incremento de las penas judiciales contra la negación del holocausto judío». Días después, Alfred Donath, líder de la comunidad judía de Suiza, dejó dicho: «La federación de comunidades judías ya no duda en acatar las ordenadas políticas de control de inmigración del SVP. Nuestra relación con el SVP es en estos momentos la más estrecha, pues es el partido más valiente en defender los intereses de Israel.Nuestros problemas se encuentran desde hace tiempo con los partidos de izquierda, quienes son propalestinos y apoyan y fomentan boicots comerciales a Israel». El SVP ha lanzado más anuncios demagogos antislámicos, como el de «¡Utilizad vuestra cabeza!», que mostraba a una multitud de musulmanes inclinada ante el Palacio Federal, o la llamada «Hazle frente», que difuminaba el rostro de Bin Laden entre la bandera suiza como apremio de amenaza yihadista en el país. El más explícito de todos representaba una imagen de la actual suiza con unas nativas desnudas en la playa, junto a otra fotografía que vaticinaba el futuro treinta años después, donde un grupo de mujeres musulmanas aparecían bañándose vestidas y con velo. El partido suizo ha acudido como representante de estado a las conferencias Counterjihad. Su vicepresidente, Yvan Perrin, advierte que «el riesgo de islamización de Europa es una realidad. Estamos viviendo lo que pasó en el año 1492 pero a la inversa», y simplifica como credo del partido: «Nos sentimos arraigados a los valores tradicionales judeocristianos». El SVP logró ganar su referéndum para prohibir la construcción de minaretes en Suiza, los cuales interpreta como un «símbolo de poder político-religioso contrario a los derechos fundamentales». Geert Wilders, satisfecho con el éxito político del partido suizo, ha esbozado sus intenciones de pedir al gobierno holandés un referéndum parecido. Dicha reforma constitucional entre Estado y confesión religiosa no ha podido ser más tendenciosa y malintencionada, pues no ha buscado combatir los efectos arquitectónicos o acústicos de los alminares, sino prohibir este tipo de estructura artística por el sólo hecho de ser musulmana. Es obvio que esta restricción no va a pesar sobre ninguna otra religión en Suiza. Intuimos que a los suizos y holandeses les preocupa más vivir entre obras islámicas que entre casinos, coffeshops y zonas rojas de prostitución. Por su parte, el político del SVP y jefe de defensa federal de Suiza, Ueli Maurer, hizo en octubre de 2010 una visita a Israel con el fin de parapetar la seguridad de la nación judía. Fue cordialmente recibido por Shimon Peres y el ministro de defensa Ehud Barak. Tras la pertinente y obligada visita al museo Yad Vashem, Maurer apuntó: «Suiza tiene una tradicional amistad con el estado israelí. Ambos países compartimos los mismos problemas en muchos aspectos, incluida la seguridad». Otro diputado del SVP, con mayor ascendencia pública y protagonismo que su presidente, es el denonado sionista Oskar Freysinger, miembro del Stop Islamization of Nations y uno de los mayores impulsores del referendo contra los minaretes. Así afirma su apego con Israel: «Nuestro partido siempre ha defendido a Israel, porque si este país desaparece perderemos nuestro mayor frente de vanguardia. La lucha que mantienen los judíos es de hecho nuestra lucha, pues cuanto más controlados tenga Israel a los musulmanes, mayor será también nuestra seguridad. Pero si Israel desaparece, el peligro musulmán acecha en todas partes». Como se advierte, las trompetas de Jericó atruenan en Suiza como artillería pesada para destruir las neutrales murallas del corazón de Europa.

Entre compases de vals y sonatas de Mozart, Heinz Christian Strache asumió en Austria en 2005, la dirección del legendario partido FPÖ (Freiheitliche Partei Österreichs – Partido de la Libertad de Austria), tras la salida de su anterior líder, el difunto Jörg Haider. Ya en junio de 2002 Strache encabezó un viaje a Israel, siendo recibido por Moshé Katsav, presidente del país en esos días. El encuentro incluyó la ceremonial visita al museo Yad Vashem y su ritual entonación del mea culpa. Una vez llegado Strache a la presidencia del FPÖ, el partido austriaco empezó a entablar lazos con el Vlaams Belang y el Front National francés. Strache reprobó públicamente en 2006 «los intolerables crímenes que los nazis cometieron a la comunidad judía» y acentuó «la contraria postura del FPÖ con esta ideología». Un año después, Strache afirmó: «El Islam no es sólo una religión, sino un sistema jurídico y social totalitario, es el fascismo del siglo XXI». A mediados del 2010 el FPÖ copió un juego de ordenador del SVP llamado 'Moschee-Baba' (Adiós Mezquita), en el que el usuario disparaba contra minaretes que emergían entre un idílico paisaje. La versión austríaca incluía poder disparar a los muecines que llaman a la oración. El creador del lúdico entretenimiento fue Alexander Segert, el diseñador gráfico de varios carteles antislámicos del SVP. Con mayor prontitud a nuestros días, el FPÖ declaró haberse reunido en mayo de 2011, en Viena, con «miembros de la oposición siria». Al encuentro iba a asistir Ayoob Kara, el viceministro del Likud israelí, quien finalmente canceló su cita «por razones de seguridad». Puede afirmarse que se cierne en Austria una nueva contrarreforma contra los fantasmas herejes de Solimán que resurgen de entre las cenizas de las tierras de los Habsburgo.

En Italia, país convertido en un lupanar al servicio de la Madamme Cocotte de Berlusconi, la Lega Nord ha cautivado y fortalecido los sentimientos de gran parte de la nación en los últimos años. Fundada en 1991, la Lega Nord es en la actualidad el partido con mayor crecimiento en el país, controlando las provincias del Véneto y Piamonte. Se consolida como partido separatista, aunque sus exigencias no van más allá de reivindicar un federalismo fiscal. El partido italiano forma parte del gobierno de Roma, gracias a sus coqueteos con el mafioso y goliardo ex presidente Berlusconi, quien colocó en su día a cuatro de sus diputados como ministros. Lega Nord, afiliada a la 'Alliance of Liberals and Democrats for Europe' (ALDE), ha organizado manifestaciones contra la creación de una mezquita en Milán y proyecta hacer un referéndum como el de Suiza, para prohibir la construcción de minaretes en suelo italiano. El partido ha lanzado igualmente ridículas campañas asociando el nazismo como una ideología criminal idéntica al comunismo y otras contra la gastronomía árabe. Imaginamos que sus miembros se identifican mejor con las hamburguesas del Macdonald's del liberalismo que profusamente apoyan. Lega Nord, junto a la extinta Alleanza Nazionale (AN) son, en Italia, partidos de larga tradición prosionista. El líder de AN, Gianfranco Fini, en su visita a Israel en 2003, denunció las «infames leyes raciales aprobadas por Mussolini en 1938» y el establecimiento de la RSI, como «una de las etapas más diabólicas de Italia». Respectivamente, Fiorello Provera, vicepresidente de asuntos exteriores del parlamento y miembro del partido italiano, condenó, a principios de 2011 en Israel, «los intolerables actos de Hamas» y precisó con gravedad y vigor, «salvaguardar la seguridad del estado judío». En octubre de ese mismo año, en un encuentro en Roma, celebrado entre la delegación del parlamento europeo y diputados y senadores de la Lega Nord, Stefano Stefani, uno de los dirigentes del partido, lamentó «el exacerbado antisionismo que existe en la sociedad» y apostilló su lealtad con la nación judía: «Cada vez que Israel es atacada Italia está con vosotros». Mario Borgezzio, el eurodiputado del partido, ha declarado recientemente en Radio4 que «muchas de las ideas de Breivick eran excelentes». Lega Nord está en estos momentos siendo investigada por posibles conexiones con la mafia calabresa de la 'Ndrangheta y acusada de blanqueo de dinero y malversación de fondos. El escándalo ha arrancado con la dimisión del secretario federal Umberto Bossi. Por su parte, el diputado Roberto Cota y Mario Borghezio asistieron el pasado año al 'Día de de la Cultura Hebrea', organizado por la comunidad judía de Torino. La fiesta incluyó degustaciones de embutidos y cerveza, juegos de lanzamiento de diana y conciertos de música judía. Durante el evento, Cota respondió a la prensa: «Asistir a esta velada era tan deseable como necesario. Hemos venido a demostrar la profunda amistad de nuestro partido con la comunidad judía. La cultura hebrea no es un elemento ajeno, sino parte de la cultura italiana. Las tradiciones de nuestro partido tienen sus raíces en el judeocristianismo». Todo un juramento de Omertà, Onuri e Sangu sellado bajo la solemnidad de los cantos de Leví.

En Inglaterra, el partido BNP (British National Party), fundado en 1982, hace tiempo decidió resacirse de todo presunto oropel antisemita y proclamarse aliado de Israel. Ya en el 2006, su líder, Nick Griffin, argumentó resueltamente: «He depurado el partido de cualquier residuo de antisemitismo y racismo para escoltar ahora los derechos de Israel en Gaza contra el terrorismo de Hamas». Lee Barnes, el asesor legal del BNP, manifestó durante la guerra del Libano: «Como nacionalista, puedo decir que refrendo plenamente, en el conflicto de Hezbollah, las trincheras de Israel. Es más, espero que Israel bombardee todo bastión de resistencia en que se esconda Hezbollah hasta borrarlos del mapa.» El BNP ha hecho campañas electorales en barrios judíos de Londres y ha usado caricaturas antislámicas en sus manifestaciones. En el 2011, el partido británico formó una alianza con la EDL, en cuyo acuerdo se incluía que cualquiera de sus miembros pudiera presentarse como candidato a las elecciones. En la dirigencia del BNP hay varios judíos sionistas, entre ellos el canciller Pat Richardson, quien certifica: «Estoy en el BNP porque nadie más se ocupa de la islamización de nuestro país. Como judío, estoy preocupado por el auge de este peligroso credo islámico, que amenaza además nuestros valores de la tradición cristiana». Martin Wingfield, el editor del diario ‘Freedom’ del BNP, ha escrito por su cuenta hace unos meses en su blog: «Está habiendo un gratificante diálogo entre los altos dirigentes de la comunidad judía, quienes concuerdan y se sienten cómodos con nuestro programa político». Entre las propuestas del BNP destaca que los musulmanes no puedan volar dentro ni fuera del Reino Unido. Nick Griffin, quien asevera que el «Islam es un cáncer», ha argüido: «La inmigración islámica debe ser parada y revertida porque representa en el presente la mayor amenaza para la supervivencia de nuestra nación. […] Esta interminable ola de islámicos y horda de la media luna llega a nuestras tierras para intoxicarnos con su bárbara religión del desierto». Las palabras del líder del BNP nos rememoran a aquellas pronunciadas por el orondo Churchill, cuando describía a la religión islámica como «la bárbara, inhumana e imperialista ideología de los musulmanes». Se hace patente que Inglaterra está asistiendo a la creación de un nuevo gentleman británico de flema antislámica y funcionario de sinagoga de la City.

En Bélgica, el centro de atención lo copa el Vlaams Belang (Interés Flamenco - VB), partido refundado en 2002, tras la disolución por el estado belga del Vlaams Block, su anterior formación política, activa desde los años setenta. El Vlaams Belang proclama la independencia de Flandes con las manidas propuestas de control de inmigración y liberalización del mercado. El partido, claramente prosionista y antislámico, sostiene que «los judíos son los mejores aliados de Occidente en la lucha contra el Islam». Por su parte, la comunidad judía belga ha dado pleno soporte al partido para zafararse del creciente antisemitismo de los islámicos de la nación. El líder del VB, Filip Dewinter, partidario de deportar a las mujeres que vistan hijab, declaró en 2005 en el diario Ha'aretz: «Los occidentales debemos reconocer que nuestro aliado no es el mundo árabe, ni el musulmán, sino Israel. […] El estado de Israel es un baluarte de la sociedad occidental y la nación que mayormente defiende, cercada en un ambiente hostil, nuestros mismos valores de democracia y libertad de expresión. […] Europa debe dejar de ser tan crítica con Israel y favorecer su lucha por la supervivencia, pues de ella depende también nuestro destino. […] Nuestro vuelco y escudo al estado de Israel y a los judíos es firme y sincero». Dewinter enhebra fluidas relaciones con Bat Yeor y su marido, el historiador judío David Littman, y con el rabino Pinchas Avraham Myers de la localidad de Amberes, ciudad en la que el partido belga asistió a una celebración de «Apoyo a Israel», convocada por sus lugareños judíos, junto a miembros de la B'nai B'rith y del grupo 'Cristianos por Israel'. El Vlaams Belang ha invitado a Oskar Freysinger a dar conferencias sobre «la islamización de Occidente». Recientemente, el partido belga ha lanzado otra campaña política antislámica llamada «Mujeres contra la islamización», que muestra a una mujer con el rostro cubierto por un hijab y el resto de su cuerpo en bikini. La protagonista llevaba inscrito en el pecho las palabras «¿Libertad o Islam?» y en el bajo vientre «Tú eliges». La modelo fotografiada es la propia hija de 19 años de Dewinter, quien ha detallado sugerir personalmente la idea a su padre, porque encajaba perfectamente con sus «principios por la libertad de la mujer». La política antislámica del Vlaams Belang fue ya sobriamente expuesta por Dewinter en su lacónico discurso ante el «congreso antislamización» de Colonia: «El Islam quiere dominar toda Europa y usa la inmigración masiva como mortífera herramienta. La sociedad multicultural de nuestros países es un apartheid y getto cultural controlado por ayatolás. La apología de la multiculturalidad y su pretexto de igualdad y tolerancia, está permitiendo que el Islam colonice Europa. Debe quedar claro que la ideología islámica es antieuropea. No queremos escuelas coránicas, ni centros islámicos, ni mezquitas en nuestra nación. Estamos hartos de mujeres con burka y chador, un insulto a toda mujer emancipada. No queremos símbolos, ni comida, ni velos islámicos en nuestras escuelas. Queremos terminar con la islamización de nuestras ciudades y barrios». Bélgica se pertrecha, sin más dilación y contratiempo, para que ningún islámico ponga una pica en Flandes.

Permitámonos un alto para hacer una pequeña paráfrasis. Se traduce, en resumen y en una palabra, que a los partidos «neoderechistas» o «identitarios» les molesta la simple existencia del Islam. Detrás de su monótona denuncia antinmigratoria, subsiste la intención de extinguir todo vestigio de cultura y tradición musulmana, no sólo en Europa, sino en sus propios países islámicos. Así cabe entender las advertencias dadas por Merkel, Sarkozy y Cameron cuando afirmaron que «el multiculturalismo ha fracasado en Europa». Lo que ha fracaso realmente para ellos, es la resistencia de los musulmanes dentro y fuera de sus naciones, y el resurgir de cada vez más europeos que, decepcionados y exhaustos del sistema en el que viven y de un cristianismo demasiado endeble para el cambio, se acerquen cada día más hacia el Islam. La supervivencia de Israel implica necesariamente la destrucción del Islam, pues éste incita a su desmantelamiento. Coaligada a esta estrategia, ser pro-árabe o pro-musulmán significa hoy, para la comunidad judía, ser antisemita. En esta guerra entre los guerreros de Alá y los ejércitos de Shaytan, la imperativa exigencia de los intereses de Israel, fue antaño prolijamente explicada por los judíos sionistas Zeev Jabotinsky y Stephen S. Wise:

«Gracias a Dios, los judíos no tenemos nada en común con lo que llaman Oriente. Tenemos que ayudar a aquellos de nuestro pueblo que, por ignorancia, se adhieren a tradiciones y leyes espirituales orientales arcaicas. Vamos a Palestina, primero, por nuestro bienestar nacional, después, para expurgar sistemáticamente toda huella del alma oriental». Zeev Jabotinsky – Líder sionista y creador de la 'Legión Judía'.

«Los judíos podíamos haber obtenido Uganda, Madagascar y cualquier otro lugar para establecer nuestro Estado judío, pero no queríamos nada excepto Palestina. No porque el Mar Muerto evaporado pueda producir metales y metaloides por un valor de 5 billones de dólares. No por el significado bíblico o religioso de Palestina, ni porque su subsuelo contenga 20 veces más petróleo que todas las reservas combinadas de las dos Américas, sino porque Palestina es el cruce de caminos entre Europa, Asia y África, y constituye el verdadero eje del poder político mundial, el centro estratégico militar para el control del planeta». Stephen S. Wise – Presidente del Congreso Mundial Judío entre 1936 y 1949.

Reanudamos nuestra gira política hacia Alemania, donde el rol de adalid de la islamofobia y merino de Israel es competencia del Pro Koln. Este partido, nacido en 1996, y que se describe como movimiento «cívico-identitario», tiene en la actualidad representación en Colonia y en varios ayuntamientos del estado de Renania-Westfalia, donde adopta el nombre de Pro NRW. En el año 2004, y subsecuente a sus movilizaciones contra la construcción de una mezquita en Colonia, el Pro Koln inició sus primeros embates antislámicos. Su presidente, Markus Beisicht, ha acotado que «ahí donde no hay mezquitas construidas, nos manifestamos ante la posible edificación de alguna». El Pro Koln ha realizado entre el 2007 y 2009, varios anuales «congresos antislamización» para debatir «el peligro de la influencia islámica en Europa». Acudieron a éstos, representantes del Vlaams Belang, FPÖ, FN francés, Lega Nord, BNP, NDP y Democracia Nacional. El último simposio, organizado por Anders Graves, iba a contar con la comparecencia de Pamela Geller, Lars Heddegard, Paul Beilen y Robert Spencer, pero finalmente cancelaron su asistencia. En los actos del partido alemán es habitual ver banderas con estrellas de David y pancartas con lemas de solidaridad con Israel. El Pro Koln ha sido acusado por lavado de dinero, fraude fiscal y malversación de fondos del partido. Según el 'Der Spiegel', su partido recibe, a la sazón, dinero del hombre de negocios Guenther Kissel, un empresario de la ciudad de Solingen, propietario de la constructora 'Kissel Rapad', quien irónicamente está al frente de la obra de la gran mezquita de Dvisburg-Marxloh, valorada en 7 millones de euros. Por supuesto, no creemos que este hecho sea una casualidad. Además del Pro Koln, es acertado nombrar en Alemania a los partidos Die Freheit y NPD. Fundado a finales de 2010 por René Stadtkewitz, Die Freheit (Libertad) propone «un sistema de democracia directa como Suiza» y «cambios profundos en la cuestión de inmigración e islamización». Sus puntos del programa político explicitan el «apoyo a Israel» y «combatir la islamización de Alemania». Su líder, René Stadtkewitz, ha declarado haber creado el partido «a imagen y semejanza del PVV de Geert Wilders». Postrearmente, el mítico partido NPD, heredero legítimo del nazismo alemán, ha sido denunciado desde 2003 de tener agentes sionistas infiltrados en su formación. En sus manifestaciones, en lugar de la consigna «Juden Raus», sus miembros prefieren zarandear el eslogan «Islamisten Raus». No sabemos si lo siguiente en Alemania será reabrir los campos de concentración y deportar a los islámicos a Auschwitz.

(SIGUE)